En los montes Măcin
Hoy nos dirigimos a las montañas más bajas de Rumanía, y también las más animadas: los montes Măcin.
Daniel Onea, 23.07.2020, 01:59
Hoy nos dirigimos a las montañas más bajas de Rumanía, y también las más animadas: los montes Măcin. Con una historia impresionante, se considera que formaron parte de una antigua cadena montañosa, con altitudes de 3.000 metros, que cruzaba toda Europa de oeste a este. De estas montañas han quedado las colinas de Dobruja, Escocia y Bretaña. Actualmente, existen varias rutas turísticas, la mayoría de dificultad media.
Dan Staicu, director del Centro de Información y Promoción Turística de Măcin, ha dicho que estamos en el territorio más antiguo de Rumanía, donde la cordillera tiene una edad de unos 300 millones de años.
Se trata de una evidencia obvia de la orogénesis herogénica del final del Paleozoico, que tiene un aspecto de isla montañosa o de iceberg. Aunque ahora apenas se parecen a unas formaciones montañosas, dada la baja altitud, los montes Măcin son reconocidos como los más antiguos de Rumanía, siendo el pico más alto el pico Țuțuiatu. Está ubicado en el pueblo de Greci y tiene 467 metros de altitud. La diversidad del paisaje se debe a las formaciones megalíticas y el contraste entre el paisaje estepario y la vegetación forestal en las faldas de las montañas.
En este lugar hay monolitos erosionados cuya forma se puede interpretar según la imaginación de cada uno. También hay 12 rutas de senderismo. Lo más espectacular es el pico de Pricopanului, una cima formada hace 250 millones de años. Además, el paisaje del macizo de Pricopanul, que también es impresionante, se caracteriza por varias formaciones de granito, rocas y amplios panoramas sobre la depresión de Măcin, el Danubio y la depresión de Luncavița. El paisaje es muy hermoso incluso en los alrededores de las ciudades de Galați, Brăila y Reni. A lo largo de la ruta se puede admirar el paisaje alpino con rocas redondeadas y formas extrañas. Un elemento inédito en esta ruta es también la Esfinge de Dobruja, para la cual vienen la mayoría de los turistas.
Hay rutas turísticas de dificultad baja y media que se pueden recorrer en un día, siendo las más largas de 12 kilómetros de longitud. Es un área protegida que tiene aproximadamente el 0,05% de la superficie de Rumanía, respectivamente 11.000 hectáreas. Cabe mencionar que aquí encontramos más de la mitad de las especies de plantas en el país. Por ejemplo, si en Rumanía hay alrededor de 3.300 especies de plantas, en las montañas de Măcinului encontramos alrededor de entre 1.900 y 2.000 especies.
También pueden encontrar información en el Centro de Información Turística de Măcin, que proporciona a todos los visitantes mapas, folletos y toda la información necesaria para visitar la zona. Dan Staicu es director del centro y nos amplía más detalles.
También podemos recomendar guías turísticos, porque además de los montes Măcin, un objetivo en sí mismo, hay otros objetivos turísticos. Tenemos la fortaleza romano-bizantina en Ogeitia. Está ubicada en una isla antigua y es conocida bajo el nombre de iglesia. Luego, en la orilla del Danubio, pueden visitar la fortaleza de Troesmis, que fue construida por los romanos en el sitio de una fortaleza getodacia. Durante la época antigua, fue un punto estratégico importante que aparece en las Pónticas de Ovidio. Más tarde, el asentamiento también fue un campamento de la V Legión Macedonia. También en esta zona se puede visitar el lago Iacobdeal. Es un lago de cantera, formado después de una explosión para la explotación del granito.
El lago tiene una superficie de casi 1000 metros cuadrados y una profundidad de 30 metros. También hay un lugar para acampar. En nuestra zona también tenemos el «triángulo de monasterios». De estos, mencionaría el monasterio Cocoș, fundado en 1833 por tres monjes rumanos del monte Athos. Luego, el monasterio de Saon, construido en 1846, durante el periodo otomano. El monasterio se parece a un pueblo que incluye un museo y un taller de pintura religiosa y alfombras tejidas. Aquí también se encuentran varios libros rumanos muy antiguos. Otro lugar que vale la pena visitar en Dobruja es la bodega de Terente, que forma parte del circuito turístico y ofrece a los aficionados degustaciones de vinos obtenidos en el viñedo más antiguo de Dobruja.
Si los vinos no les convencen, entonces deben saber que Dobruja atrae a sus turistas principalmente a través del multiculturalismo. Las comunidades étnicas que viven en este espacio son un ejemplo de convivencia. Turcos, tártaros, griegos, armenios o judíos, todos han contribuido a la prosperidad de la zona. Y también han dejado una herencia gastronómica. Dan Staicu, director del Centro de Información y Promoción Turística de Măcin, habla sobre los platos típicos de los que los habitantes están muy orgullosos.
˝Vivimos en la zona del Danubio y también en las montañas, por lo que la oferta gastronómica es interesante. Tenemos la baclava, porque estuvimos bajo dominio turco musulmán durante mucho tiempo. Luego tenemos el caldo de pescado y la carne de cabra u oveja que es específica de esta zona, de la que se hace la famosa cecina.
Para pasar sus vacaciones ahí, deberán hacer la reserva con antelación. Aunque las pensiones son muy acogedoras y les garantizarán una estancia agradable, su número es bastante reducido. Dan Staicu, director del Centro de Información y Promoción Turística de Măcin:
En primavera y en otoño es muy bonito, porque los veranos son muy calurosos y secos, y no hay muchas fuentes en las rutas. En cuanto al alojamiento, hay una pensión en Măcin y se están desarrollando dos más. En la aldea de Greci, que también es la puerta de entrada en el Parque Nacional de Măcin, ya se han abierto dos pensiones rurales. También hay tres pensiones en Luncavița. Su capacidad de alojamiento no es muy grande, alrededor de cuatro habitaciones. En Luncavița encontramos muchos artesanos que trabajan en arcilla y papel. Se pueden visitar en el Centro local de Información Turística.
En los montes Măcin, hay más de 1.000 especies de mariposas, 37 especies de aves rapaces protegidas internacionalmente y una variedad de ecosistemas: desde prados de estepa, rocas, hasta bosques húmedos y semihúmedos y bosques de hayas. Todo esto y la hospitalidad de la gente, y también la gastronomía diversa les proporcionarán una estancia inolvidable.
(versión española: Simona Sarbescu)