En la provincia de Alba
Nuestro destino de hoy se encuentra en Transilvania y está repleto de historia, leyendas y tradiciones.
România Internațional, 01.04.2021, 18:08
Nuestro destino de hoy se encuentra en Transilvania y está repleto de historia, leyendas y tradiciones. La provincia de Alba atrae a la mayoría de turistas, sobre todo por la ciudad de Alba Iulia, un asentamiento con monumentos históricos de importancia y bien conservados, vestigios de un pasado milenario. Desde esta zona urbana, nos podemos dirigir a los montes Apuseni. Aquí podemos practicar escalada, montañismo, visitar cuevas increíbles, sin olvidarnos de descubrir sus pueblos tradicionales.
Violeta Nica, portavoz de la Asamblea Provincial de Alba, dice que se trata, sin duda, de una de las provincias más atractivas de Rumanía:
«Con un potencial turístico increíble, la provincia de Alba destaca tanto desde el punto de vista paisajístico, de una belleza única, como desde el punto de vista histórico, cultural, de las tradiciones y las costumbres. Por lo tanto, aquí se practican diversos tipos de turismo, como el turismo cultural e histórico, el turismo verde, el religioso y, por supuesto, el turismo de montaña. En cuanto al turismo cultural e histórico, debemos empezar por la ciudad de Alba Iulia. La ciudadela Alba Carolina, la fortificación de tipo Vauban más representativa de Rumanía y una de las más importantes de Europa, es el principal atractivo de la ciudad y la provincia. Cada año, decenas de miles de turistas visitan la ciudadela, por lo que su presencia es numerosa en cualquier época del año. El cambio de guardia, el recorrido por las fortificaciones, el conjunto de estatuas, el obelisco de Horea, Cloșca y Crișan son solo algunos de los atractivos, a los que se suman los festivales romanos o los espectáculos al aire libre. El monumento principal es la catedral de la Coronación, junto a la que se encuentra la catedral católica romana de San Miguel. En la misma ciudadela, los turistas pueden visitar el Museo Nacional de la Unión y la Sala de la Unión, restaurada recientemente, un edificio de importancia histórica para los rumanos, así como el Museikon, el único museo dedicado a los iconos religiosos de Rumanía, o la Biblioteca Batthyaneum.»
Los atractivos culturales de la provincia de Alba se extienden en todo su territorio, prosigue Violeta Nica:
«En la misma línea, llegamos hasta Blaj; aquí debemos abrir la lista con la Llanura de la Libertad, un lugar espiritual para todos los rumanos, y continuar con el Palacio Arzobispal, construido en el siglo XIII, el Palacio Cultural o el Jardín Botánico, inaugurado en 1881, el más antiguo del mundo dispuesto junto a una escuela secundaria. Asimismo, Aiud es un centro cultural importante. En la provincia de Alba hay una gran concentración de monumentos históricos de relevancia nacional. La lista de monumentos, publicada en 2015, incluye 686 lugares de interés. Dos de ellos, la fortaleza dacia de Căpâlna, la más oriental de las fortalezas dacias de los Montes de Oraștia y la aldea rural de Câlnic, incluida en la categoría de aldeas con iglesias fortificadas de Transilvania, son monumentos históricos inscritos en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO. Se están realizando trámites para incluir en esta lista las aldeas de Rimetea y Roșia Montana. En el medio rural encontramos un patrimonio valioso debido a la originalidad de la arquitectura, en pueblos como Arieșeni, Gîrda, Vidra, Avram Iancu, Albac, Mogoș, Ponor, Rîmeț, muy conocidos y coloridos, desde este punto de vista.»
Por otro lado, el entorno natural de la provincia de Alba se distingue, ante todo, por su armonía. Lo cuenta Violeta Nica, portavoz de la Asamblea Provincial de Alba:
«Los paisajes naturales pintorescos constituyen una oferta rica y variada, con cuevas, precipicios, cataratas, gargantas, macizos montañosos, entre los que debemos mencionar Râpa Roșie, Cheile Râmețului, Cheile Aiudului y Detunatele. El glaciar de Scărișoara es una reserva natural de importancia a escala europea. También son importantes los recursos termales de Ocna Mureș, localidad que la Asamblea Provincial de Alba pretende transformar en un complejo balneario de primer nivel. También se tendría que visitar el trenecito o mocăniță del valle de Arieș o el campo de golf de Pianu, el mayor del país. Más del 25 % del territorio de la provincia de Alba cuenta con el estatus de espacio natural. Esta es la base sobre la que se ha desarrollado el turismo verde.»
Uno de los proyectos destacables de la Asamblea Provincial de Alba para el desarrollo turístico es la rehabilitación de una carretera provincial que atraviesa comunidades aisladas de los montes Apuseni, que permitirá descubrir paisajes ciertamente espectaculares. Lo explica Violeta Nica:
«Se trata de la Transalpina de Apuseni, una carretera que parte de Aiud y que llega hasta el pueblo de Bucium, pasando por cimas de más de 1000 metros de altitud. La calzada recupera el recorrido de la vía medieval de Țara Moților y es un camino que cuenta con múltiples valores. Es, a la vez, un camino de vida, al unir comunidades tradicionales auténticas; es un camino de cultura, ya que pasa por lugares que relatan la infancia del escritor Agârbiceanu; es, a la vez, un camino de historia, ya que recupera en parte la antigua vía romana del oro, y, sobre todo, es un camino de fe, ya que sube por las cumbres de Trascău hasta las puertas del monasterio de Râmeț. El cuadro se puede completar con el turismo enológico y gastronómico. En este ámbito, es representativo el proyecto denominado “País del Vino”.»
En la provincia de Alba se puede practicar tanto el turismo religioso como el activo. Los amantes de los deportes de invierno encontrarán aquí un lugar ideal para unas vacaciones activas. Lo relata Violeta Nica, portavoz de la Asamblea Provincial de Alba:
«Hay una lista impresionante de iglesias y monasterios de la provincia de Alba que ahora se numeran entre los atractivos turísticos. Podemos empezar por la catedral de la Coronación y la catedral católica romana de San Miguel de Alba Iulia y podemos continuar, en resumen, con el Palacio Arzobispal de Blaj, los monasterios Râmeț o Ponor y, por supuesto, con las iglesias de madera de la provincia de Alba, que son un verdadero tesoro. Por otro lado, las montañas constituyen en la provincia de Alba un auténtico espectáculo. Para practicar deportes de invierno, contamos con la estación de esquí de Șureanu y la estación de Arieșeni. El último proyecto de desarrollo de la zona de los montes Apuseni es objeto de un acuerdo de colaboración entre la Asamblea Provincial de Alba y la Asamblea Provincial de Bihor, un acuerdo en el que se espera que participe asimismo la Asamblea Provincial de Cluj y que tiene como objetivo, entre otros, desarrollar y promover el turismo en esta zona situada en la frontera entre las tres provincias.»
El número de alojamientos turísticos se ha multiplicado casi por tres en los últimos diez años, de modo que se ha alcanzado una capacidad acumulada de más de 6000 plazas. En la oferta de alojamiento de la provincia predominan las pensiones de agroturismo de pequeñas dimensiones, situadas sobre todo en la zona de Apuseni.
Versión en español: Víctor Peña Irles