El Museo de los Récords Rumanos
Visitamos el Museo de los Récords Rumanos, un museo con una colección de objetos poco frecuentes o únicos que consta en el Libro Guiness de los Récords
Daniel Onea, 07.11.2024, 15:57
El Museo de los Récords Rumanos se creó para promocionar Bucarest y Rumanía. Aquí encontramos las mayores colecciones de sacacorchos, planchas, cámaras antiguas y objetos filatélicos rumanos, así como más de 30 colecciones más pequeñas. Los objetos en sí pueden parecer sencillos al describirlos, pero una vez vistos, se percibirán como obras de arte, gracias a sus diseños especiales y variados.
Junto con Victor Bota, coordinador de este museo único y presidente de la Fundación Resultados Rumanos Notables, conoceremos algunas de las colecciones y algunos de los objetos más valiosos.
«Estas historias ocultas y perdidas deberían salir a la luz. Y qué lugar mejor para descubrirlas que en un museo, donde se puede ver la historia de la humanidad a través de un solo objeto, el sacacorchos o la plancha, desde el momento en que se inventó y se produjo hasta nuestros días. Todos estos avances están ahí. La densidad por metro cuadrado creo que es única en el mundo. Hay más de 5000 metros cuadrados de exposiciones, pero la densidad es fabulosa. Por ejemplo, hay unos 500 metros cuadrados con 31.000 sacacorchos».
En la actualidad, el Museo de los Récords Rumanos posee la mayor colección de sacacorchos del mundo. Está reconocida por Guinness World Records. Sin embargo, desde que se estableció el récord con 23.965 objetos, ha crecido hasta contar con una colección de más de 31.000 objetos únicos.
«Cuando hablamos de su importancia, hay que entender que este objeto aparece en la historia en torno a los siglos XV-XVI. Existen registros, pero no se han conservado fuentes muy sólidas. Básicamente, la primera patente fue registrada en Gran Bretaña por el sacerdote Samuel Henshall en 1795. Disponemos de este modelo de la primera patente, pero no es el más importante. También existe el sacacorchos histórico más importante del mundo. En 1833 se demolió el viejo puente de Londres, el Old Bridge, se extrajeron piezas de acero y de madera y se fabricó este sacacorchos conmemorativo. También tiene un mecanismo bastante interesante. No es solo un sacacorchos con una espiral y un mango. Tiene un mecanismo que crea un giro en una dirección. En él se escribió que estuvo al pie del puente de Londres durante 656 años. Por un simple cálculo, nos damos cuenta de que alrededor de 1100-1200, ese metal se introdujo en el pie del puente de Londres. Si contaran historias, serían anteriores a los Tudor, porque ellos no se convierten en dinastía hasta 1400-1500. Así que el Támesis tiene algo que contar a través de la voz de este metal en Rumanía sobre la historia mundial de los sacacorchos».
También verán entre 3000 y 5000 objetos extremadamente poco frecuentes o únicos. Por ejemplo, sacacorchos del siglo XVIII procedentes de las familias aristocráticas de Francia. Pero la visita continúa con la sección de trébedes: un aro o triángulo de hierro con tres pies que sirve para poner al fuego sartenes, perolas y demás. Victor Bota, coordinador del Museo de los Récords Rumanos y presidente de la Fundación de Resultados Notables Rumanos, dice que se trata de una palabra inventada.
«Era muy difícil decir “soporte para plancha”, “soporte para utensilios de chimenea”, “soporte para cacerola”. Entonces, para encontrar un único denominador común, trajimos al rumano esta palabra, “trivete” (trébedes, en español), que proviene del inglés “trivets”. Hace unos cientos de años, solo los nobles tenían sacacorchos y planchas, y se personalizaban. Así que el arte, el diseño, la forma es absolutamente fascinante. No hay forma gráfica, no hay forma geométrica que no aparezca. Al venir allí, les voy a proponer un desafío y les voy a pedir que piensen en un animalito y vean si no hay ese animalito en estos trébedes. Muy pocas veces hemos descubierto una mascota que no tengamos».
Cuando se trata de la colección de planchas, los turistas se preguntan a menudo cuándo surgió este objeto. Victor Bota, coordinador del Museo de los Récords Rumanos y presidente de la Fundación de Resultados Notables Rumanos, recuerda el principio de la plancha, el de estirar y alisar, que existe desde el Paleolítico.
«El ser humano ha necesitado utilizar un trozo de madera, un trozo de hueso o una piedra para estirar la piel de un animal y utilizarla después como prenda de vestir. El principio viene de entonces y ha seguido paso a paso la evolución de la humanidad a través del Neolítico, la Edad de Bronce y la de Hierro hasta nuestros días, con unas características técnicas extraordinarias. Piensen que existe el principio de la energía. De hecho, el Libro Guinness dice que la plancha es un objeto metálico triangular que acumula energía y endereza las arrugas. Pero, ¿cómo acumula energía? En trébedes, directamente sobre el fuego, en una estufa de hierro fundido o, en el caso de algunas planchas, se coge un trozo de acero, se calienta y se mete dentro de la plancha. Después de la plancha eléctrica, es la segunda en cuanto a limpieza. Son tan bonitas que, a primera vista, no se diría que son una plancha. Son verdaderas obras de arte y solo la experiencia de verlas les convencerá de ello».
Por otro lado, la colección filatélica es la mayor del mundo privado, expuesta en cualquier lugar. También hay colecciones filatélicas más grandes, pero pertenecen a los estados o a las oficinas de correos de esos estados, explica Victor Bota.
«La singularidad de esta colección reside en el hecho de que solo hay sellos rumanos, desde los primeros sellos emitidos por el Estado rumano hasta la actualidad, cada edición. Además, esta colección incluye la época anterior a la filatelia, cuando las cartas circulaban por los territorios rumanos con un sello seco o con un precinto. Pero la importancia de esta impresionante colección, más de 150 mil objetos filatélicos en continuo desarrollo, reside en el hecho de que muestra cada etapa tanto a los conocedores como a los no iniciados. Es un extraordinario ejemplo de historia, teniendo en cuenta que este pequeño texto en papel abarca la historia. Por ejemplo, cuando se emite una orden militar o civil durante el periodo de la realeza, también aparecen sellos. Cuando hubo acontecimientos especiales durante el periodo comunista, la Universiada, también aparecieron sellos. Las personalidades rumanas también aparecen en sellos. Así que puedes aprender historia rumana o internacional simplemente apasionándote por los sellos».
Al final de la visita, también pueden optar por una cata de los mejores vinos rumanos, donde podrán rememorar la fascinante historia de los sacacorchos.