El castillo de Corvin, leyenda viva de Transilvania
Visitamos el principal castillo de la zona occidental de Rumanía
Daniel Onea, 09.05.2024, 15:15
El castillo de Corvin es el monumento de arquitectura gótica, civil y militar mejor conservado del centro y sureste de Europa. Situado en el oeste de Rumanía, el imponente edificio es una de las principales atracciones turísticas de la zona.
A lo largo de los años, el castillo de Corvin ha entrado en varias listas de monumentos célebres siendo considerado uno de los castillos más bellos del mundo, pero también uno de los más terroríficos. Así, el monumento de Hunedoara tiene distintas facetas que esperan ser descubiertas por los visitantes, afirma Sorin Tincu, director del Museo del castillo de Corvin.
«La historia del castillo comienza en el siglo XIV y está en estrecha relación con la metalurgia del hierro, metal que ha definido la existencia de esta localidad a lo largo de su historia. De hecho, el nombre alemán de Hunedoara es Eisenmarkt o Feria del Hierro. En el siglo XIV, en el emplazamiento del actual castillo, existía una pequeña fortificación con una única torre defensiva, de forma triangular, fortificación directamente vinculada a la explotación del hierro en la zona de Hunedora, pero también a la existencia de un noble que llegó a poseer el dominio de Hunedora. Esta fortaleza fue regalada en 1409 por el rey de Hungría Segismundo de Luxemburgo a un noble rumano llamado Voicu por los méritos que demostró a su servicio».
Por el momento, no hay datos que prueben una fase de construcción del actual castillo de Corvin que podamos atribuir a Voicu. Lo que sí es seguro es que su hijo, llamado Ioan de Hunedoara, fue quien inició la construcción de lo que hoy llamamos el castillo de Corvin, explica Sorin Tincu.
«Este edificio fue construido en dos fases. Ioan de Hunedoara amplió, primero, la fortificación añadiendo siete nuevas torres de defensa. Las torres circulares son inusuales en la arquitectura militar transilvana. Eran muy comunes en la Europa del siglo XV, pero parecen haber llegado a Transilvania con la construcción del castillo de Corvin y la época en que vivió Ioan de Hunedoara. Tras su muerte, la construcción fue continuada por su hijo menor, Mathias Corvin, quien edificó uno de los primeros ejemplos del Renacimiento transilvano. Se trata del cuerpo llamado Logia Mattia. El tercer y último gran constructor del castillo fue Gabriel Bethlen, el príncipe de Transilvania, quien, en el siglo XVII, levantó una serie de edificios tanto militares como civiles».
La ruta turística, explica Sorin Tincu, director del Museo del castillo de Corvin, conduce al visitante primero al Patio de los Húsares. Para llegar hasta aquí, hay que cruzar el arroyo Zlaști.
«El cruce del arroyo se realiza sobre un puente que en el pasado tenía un segmento móvil que, en caso de peligro, se elevaba. La ruta continúa hasta la nueva torre de la puerta. Aquí se encuentra el lado oscuro del castillo, con la prisión y el bastión de tortura situados a la izquierda y a la derecha del edificio. Las fuentes históricas también mencionan la existencia de un Pilar de la Infamia en este sector. Desde aquí, el visitante es conducido a la planta baja de la Logia Mattia donde se le ofrece una descripción general del castillo. Después entra en la cocina de la guarnición y luego a una terraza que defiende el puente desde donde se abre una generosa vista del Patio de los Húsares y de los alrededores del castillo».
Tras visitar estas salas, el visitante desciende por la escalera al patio interior del castillo y llega a la Sala de los Caballeros, una de las estancias más representativas del castillo de Corvin, recientemente restaurada. A continuación, conocerá una de las leyendas del castillo.
«Tras la Sala de los Caballeros, el visitante del castillo llega a la fuente monumental que tiene una leyenda muy conocida. Reza la leyenda que tres prisioneros turcos excavaron durante 15 años en la piedra caliza dolomítica para llegar a la capa freática y construir el pozo. Sin embargo, al terminar la obra no se les concedió su último deseo de ser liberados y fueron ejecutados. Uno de ellos escribió en los muros del castillo: ”Agua tienes, pero corazón no”. Desde la fuente, el turista puede visitar el lapidario gótico donde se pueden admirar varios componentes góticos que fueron retirados de los muros del castillo durante las restauraciones de los siglos XIX y XX. Siguen la llamada Terraza de Artillería o Bastión de Municiones, otra construcción del siglo XVII y el Hoyo de los Osos. Se trata de un pequeño patio del castillo donde, según la leyenda, se guardaban osos que se alimentaban de los prisioneros traídos al castillo con este propósito».
A lo largo del año, especialmente en la estación cálida, las visitas al castillo se ven animadas por eventos llenos de color y sonido. En 2024, el calendario de eventos es rico, según informa Sorin Tincu, director del Museo del castillo de Corvin.
«Dejaré de lado los eventos más pequeños, las inauguraciones mensuales de obras de arte o las inauguraciones de exposiciones itinerantes, que también son muy frecuentes, para destacar los acontecimientos a gran escala de mayo, junio y agosto. Entre ellos está la Feria Europea de los Castillos. Se trata de la Noche de los Museos, que tendrá lugar el 18 de mayo, un evento que reúne a más de 15.000 visitantes en la Corte de Húsares, a veces incluso más de 20.000. Otro acontecimiento igualmente importante es el Festival Medieval que se celebra a finales de agosto y cuyo objetivo es evocar la personalidad de Ioan de Hunedoara. También organizamos una serie de eventos más pequeños como el Día de la Robótica Medieval en el que estudiantes apasionados por la robótica y la historia se reúnen en el Castillo de Corvin en una auténtica competición medieval y moderna a la vez. El fin del año lo celebramos con un concierto de villancicos en la capilla del castillo».
Más de 20 salas del castillo de Corvin, situado en la ciudad de Hunedoara, han sido renovadas gracias a un proyecto europeo de unos cinco millones de euros. El año pasado el monumento fue visitado por unas 400 000 personas.
Versión en español: Victoria Sepciu