Destino ecoturístico Pădurea Craiului
Situada al oeste de Rumanía, Pădurea Craiului se caracteriza por sus densos bosques y picos en forma de cúpula, pero también por sus ricos fenómenos cársticos y por poseer la mayor densidad de cuevas de Rumanía
![Foto: facebook.com/padureacraiului Foto: facebook.com/padureacraiului](https://www.rri.ro/wp-content/uploads/2025/02/via-ferrata-padurea-craiului-foto-facebook-padureacraiului.jpg)
Daniel Onea, 06.02.2025, 16:03
Senderos temáticos y rutas de senderismo, cuevas, antiguas iglesias de madera, vías ferratas, carreras de montaña o rutas en bicicleta de montaña, sin olvidar la comida tradicional, son solo algunos de los ingredientes de unas vacaciones inolvidables. Con la familia, los amigos o los colegas, para relajarse o vivir aventuras, Pădurea Craiului puede ser el refugio natural perfecto. He aquí un destino ideal para sus vacaciones.
Situada al oeste de Rumanía, la zona se caracteriza por sus densos bosques y picos en forma de cúpula, pero también por sus ricos fenómenos cársticos y por poseer la mayor densidad de cuevas de Rumanía. Primero fijamos los límites de este destino ecoturístico con Paul Iacobaș, director del Centro de Áreas Protegidas y Desarrollo Sostenible.
«Pădurea Craiului está en el noroeste de los montes Apuseni. Se extiende hasta el distrito de Bihor. En el norte, podríamos decir que está bordeado por el Crișul Repede, que fluye desde el distrito de Cluj hacia Bihor, con el desfiladero del Criș Repede y las mesetas cársticas, en una superficie de diez hectáreas, llamadas Damiș-Ponoraș. Al sur, tenemos la Depresión de Beiuș, el País de Beiuș como nos gusta decir en Bihor. Es una zona etnográfica muy especial del distrito. Al oeste, hacia Oradea, es una zona de colinas, y al este, tenemos el Valea Iadului y el macizo de Vlădeasa, que también forma parte de los montes Apuseni. Es básicamente un país entre dos ríos. Al norte tenemos el Crișul Repede y al sur el Crișul Negru».
Toda esta zona compacta se ha convertido, con el tiempo, en uno de los destinos con mayor diversidad de experiencias naturales de Rumanía, en un territorio tan pequeño.
«Hablamos sobre todo de cuevas, porque tenemos mucho relieve accidentado y varias cuevas preparadas para el turismo. También tenemos una red de cuevas para turistas espeleólogos, que son cuevas más técnicas que solo se pueden visitar con guía y equipo de espeleología. Al mismo tiempo tenemos varias vías ferratas, una ruta de rafting, tenemos muchas zonas donde se puede practicar ciclismo o bicicleta de montaña. La escalada también está muy bien representada en las paredes rocosas del Bosque Craiului. También hay rutas de senderismo, así como rutas “Eduventure”, es decir, de educación a través de la aventura, para jóvenes y mayores. Por último, pero no por ello menos importante, podemos mencionar las carreras de montaña, para las que contamos con una infraestructura desarrollada y, últimamente, también se ha desarrollado la equitación, incluido el turismo ecuestre. También sería importante decir que es una buena zona para el descanso, tanto si se opta por alojarse en el patio de la casa de huéspedes, a menudo una casa tradicional que se ha restaurado de forma agradable para los turistas, como en glamping y campings».
Una vía ferrata significa trepar por paredes rocosas, pisando sobre piezas metálicas, firmemente fijadas en la roca, aseguradas con equipamiento específico por un cable metálico. En resumen, la máxima aventura con el mínimo riesgo. Las vías ferratas de Pădurea Craiului ofrecen experiencias desafiantes tanto para principiantes como para los más experimentados. Y tienen una historia interesante, como nos cuenta Viorel Lascu, espeleólogo y alpinista.
«La historia de la Vía Ferrata se remonta a la Segunda Guerra Mundial, cuando las tropas italianas tenían que cruzar de un lado a otro de las montañas. En aquella época se crearon escalones de hierro accionados por cable. Desde entonces han evolucionado, pero se han mantenido en las rocas. Después de la guerra, empezaron a utilizarse como senderos turísticos. Así, de un lugar a otro, se desarrolló la Vía Ferrata. En los últimos años, se ha convertido en un fenómeno. Hemos desarrollado senderos en esta zona, hay muchos senderos para profesionales, pero el número de escaladores profesionales ha disminuido, no son tantos. Sin embargo, la zona de vías ferratas es accesible a cualquier tipo de turista en buena forma física con un mínimo de entrenamiento. No hace falta ser un profesional. Además de esos escalones de hierro, hay un cable que llamamos el “cable de la vida”. Va desde abajo, desde el inicio del sendero hasta la salida. Todo turista de Vía Ferrata está obligado a entrar con su propia protección, debe llevar arnés con amortiguador, amortiguador, casco y, opcionalmente, guantes».
También encontrarás un pequeño código QR al comienzo de los senderos, que puedes escanear con tu teléfono para conocer todos los detalles. Es una gran ayuda para los turistas que vienen aquí, como nos cuenta Viorel Lascu, espeleólogo y alpinista. Hay muchos senderos, de distintos grados de dificultad, para avanzados, principiantes y niños.
«Tenemos un recorrido, por ejemplo, hecho antes de los dos recorridos profesionales, que se llama Piticot. Acostumbro a los niños a ese recorrido, que tiene una altura máxima de 20 metros. He visto a padres parados en los bordes y animándoles, pero no habían subido hasta allí para darse cuenta de lo que significa. Los 20 metros son mucho. Es tan alto como un bloque de apartamentos de cuatro plantas. Pero poco a poco te acostumbras. Los que hacían las rutas pequeñas hace unos años ya se han pasado a las grandes. Las grandes alcanzan alturas de 40, 60, 80 metros. La gran mayoría tienen unos 150 metros. Cada vía ferrata es diferente. Ninguna puede ser igual porque la roca es diferente. Todas son preciosas, todas hay que recorrerlas. También hemos seguido atentamente el movimiento turístico y ya hay gente que quiere hacer todas las vías ferratas de Rumanía».
Pădurea Craiului también está atravesado por una ruta europea de iglesias de madera, explica Paul Iacobaș, director del Centro de Áreas Protegidas y Desarrollo Sostenible.
«Nos referimos en particular a dos monumentos históricos: la iglesia de madera de Beznea y la iglesia de madera de Valea Crișului, ambas situadas cerca de Crișul Repede, en la parte norte del destino y de fácil acceso. Pero hay más. Por ejemplo, también hay una iglesia de madera en Josani, en la comuna de Măgești, al norte de la región. También hay iglesias en el sur. Aunque no sean tan valiosas, porque no están clasificadas como monumentos históricos, son muy interesantes por la arquitectura y las pinturas de su interior, la antigüedad y el hecho de que hayan durado tanto tiempo.»
En la página del destino ecoturístico, padureacraiului.ro, descubrirá información completa sobre todas las experiencias turísticas, tanto sobre la superficie como bajo tierra.
Versión en español: Antonio Madrid