Tesoros arqueológicos de Rumanía. Exposición en Madrid
Casi 800 piezas arqueológicas de
Rumanía que cubren 1500 años de historia
serán presentadas este verano en España en la exposición Tesoros arqueológicos de Rumanía. Las Raíces Dacias y
Romanas acogida por el Museo Arqueológico Nacional de Madrid. Es la exposición
de arqueología más importante jamás presentada en España y la más
importante organizada en el extranjero por el Museo Nacional de Historia de
Bucarest en los últimos 50 años, según lo dice el director de esta institución
el historiador Ernest Oberländer Târnoveanu, el invitado de esta semana de
Radio Abierta.
Irina Calin, 02.04.2021, 19:16
Casi 800 piezas arqueológicas de
Rumanía que cubren 1500 años de historia
serán presentadas este verano en España en la exposición Tesoros arqueológicos de Rumanía. Las Raíces Dacias y
Romanas acogida por el Museo Arqueológico Nacional de Madrid. Es la exposición
de arqueología más importante jamás presentada en España y la más
importante organizada en el extranjero por el Museo Nacional de Historia de
Bucarest en los últimos 50 años, según lo dice el director de esta institución
el historiador Ernest Oberländer Târnoveanu, el invitado de esta semana de
Radio Abierta.
La muestra es es el evento
estrella del porgrama cultural dedicado al 140 anviersario de las realciones
dipolomáticas entre Rumanía y España.
Los principales organizadores son el
Museo Nacional de Historia de Rumanía, la Embajada de Rumanía en el Reino de
España, los Ministerios rumanos de Cultura y de Defensa Nacional, el Instituto
Cultural Rumano de Madrid.
Entrevista a Ernest Oberländer, director del Museo Nacional de Historia de Bucarest:
¿Qué se propone la exposición Tesoros Arqueológicos de Rumanía. Las Raíces Dacias y Romanas? El director del Museo Nacional de Historia de Rumanía:
Posiblemente sea una de las
exposiciones más importantes organizadas por Rumania, y sin lugar a dudas la
más importante organizada en el extranjero por el Museo Nacional de Historia,
en los últimos 50 años. La exposición se propone presentar un fresco del
nacimiento del pueblo rumano a partir del período en el que cobró forma la
etnia de los getodacios, al norte del Danubio, hasta el momento en que, después
de la conquista de Dacia, los hablantes del latín de esta parte del mundo
comenzaron a desarrollarse de forma autónoma y a forjar el pueblo rumano. A
saber, hasta el siglo VII cuando cayó la frontera del Imperio Romano sobre el
Danubio y comenzó la larga Edad Media. La exposición que cubre un período tan largo de casi 1500 años de
historia estará ricamente ilustrada. Presentaremos casi 800 piezas, entre
objetos individuales y tesoros, de tal forma que el público español pueda ver
no solo los testimonios más relevantes del pasado rumano sino también piezas
excepcionales para el patrimonio cultural de Europa y del mundo.
(Casco de un guerrero dacio, en oro repujado, procedente de Cotofenesti. Siglo IV a.C. Museo Nacional de Historia de Rumanía.)
El Museo Nacional de Historia de Bucarest ha elegido varios objetos estrella del patrimonio arqueológico rumano para presentarlos al público
español y a los rumanos residentes en España.
La exposición contará con varias estrellas. Presentaremos algunas prima donnas de nuestro patrimonio si me
permiten usar esta expresión poco académica.
Muy famoso es el casco de Coțofenești, un casco que perteneció a un
joven príncipe o rey, una pieza absolutamente fabulosa con esos ojos
misteriosos que adornan el casco. De hecho, el casco de Coțofenești también
será la mascota de la exposición porque aparece en el cartel
de la muestra. Imagínenlo representado en la pancarta de tres metros de alto que
va a decorar durante varios meses la entrada principal del Museo Arqueológico
Nacional de Madrid. Conviene mencionar también los brazaletes reales de oro de
Dacia y algunas partes del tesoro de Pietroasele. ¿Por qué he elegido este
tesoro? Porque en la exposición presentaremos también la evolución de algunas
poblaciones que vivieron un tiempo en el territorio de Dacia y se trasladaron
luego hacia el oeste llegando a la Península Ibérica y algunas incluso al norte
de África. Se trata de los visigodos que nos dejaron el magnífico Tesoro de
Pietroasele integrado por vasijas para ceremonias religiosas y la Regalia que
contiene las piezas simbólicas del poder de los reyes de esta población. Presentamos también objetos de otra población,
los vándalos, que, según algunas teorías, dieron el nombre a una región de
España, Andalucía: el país de los vándalos, y también objetos que pertenecieron
a los alanos. El nombre de Cataluña proviene de su nombre: el país de los godos
y los alanos. Así, en nuestra muestra habrá testimonios sobre tres poblaciones
que vivieron durante un tiempo en el territorio de Dacia, entraron en el
Imperio Romano en diversos contextos y recorrieron más de 2500 km desde el
Danubio hasta el corazón de la Península Ibérica contribuyendo al nacimiento
del pueblo español. De hecho, el inicio de la cristianización y la romanización
de los visigodos se produjo en el territorio de Dacia por haber entrado en
contacto con el Imperio Romano. Fue un contacto muy intenso y puedo decir que
esta es la primera página de la etnogénesis del pueblo español, al igual que
las raíces de los dacios y los romanos conforman páginas importantes de la
etnogénesis de los rumanos.
( El Tesoro de Pietroasele, siglo IV d.C Museo Nacional de Historia de Rumanía)
La exposición destaca también los
vínculos entre las dos provincias situadas en el extremo oeste y el
extremo este del Imperio Romano, Hispania y Dacia
Los antepasados de los españoles
jugaron un papel muy importante en el destino histórico de Dacia. Tanto el
emperador Trajano como su sucesor, Adriano, eran de origen hispano y en el
ejército de Trajano que participó en las dos guerras contra los dacios había
unidades militares reclutadas en el territorio actual de España y Portugal. Por
ejemplo, en la columna de Trajano hay una escena con honderos baleares
participando en el asedio de Sarmisegetuza. En la antigüedad, los habitantes de
las Islas Baleares tenían fama de honderos excepcionales y en el ejército de Dacia durante más de 160 años hubo varias unidades militares de
caballería o infantería que defendieron Dacia como si hubiera defendido su
propia casa. Seguramente que en los genes de algunos rumanos se conserva
todavía la herencia genética de aquellos hispanos cántabros, asturianos,
lusitanos, que sirvieron en los ejércitos de Dacia. Así que hay muchas cosas
que conectan a los rumanos y a los españoles: un pasado rico, lleno de eventos
esenciales en el que ambos pueblos desempeñaron un papel importante. Gracias a
la generosidad del Museo del Prado, presentaremos en esta exposición la cabeza
de un noble dacio que había decorado el Foro de Trajano y llegó a la colección
española en el siglo XVIII. Así que presentaremos no solo objetos de patrimonio
procedentes de Rumanía sino también piezas que provienen de colecciones
españolas sobre este tema.
(Los brazalestes de oro de Dacia, siglo I a.C, Museo Nacional de Historia de Rumanía)
El Museo Arqueológico Nacional de Madrid acoge la expoisición y está colaborando estrechamente con el Museo Nacional de Historia de Bucarest para preparar
dicha muestra. Ernest Oberländer,
director del Museo Nacional de Historia de Rumanía
Para nosotros es una experiencia muy interesante y grata porque el equipo
que dirige el Sr. Andrés Carretero es muy serio y muy profesional. Se acercaron
a esta exposición como si la estuvieran realizando con su propio patrimonio y
esto hace que nuestro trabajo sea mucho más fácil y al mismo tiempo es una muy
buena oportunidad para intercambiar experiencias. Los dos museos provienen de
tradiciones culturales y políticas diferentes y más allá de lo que tenemos en
común, cada institución museística tiene su propia historia, incluso en lo que
se refiere a la organización de exposiciones. Les puedo decir que el equipo
encargado de hacer el diseño y los planos de la exposición ofrecerá una grata sorpresa
a todos los visitantes y en primer lugar a los rumanos. La forma de
presentación es muy interesante, muy moderna, en la que combinamos texto, imágenes
y contenido digital, lo que permitirá un viaje en profundidad al pasado de los
rumanos y por supuesto al pasado de los españoles porque, como decía, esta
exposición está concebida como un puente entre dos pueblos, entre las dos
partes del mundo románico, latino y europeo.