El amor en tiempos del coronavirus
Irina Calin, 28.03.2020, 18:22
Un rumano de 22
años se enteró el pasado jueves de que su esposa había dado a luz en un
hospital en la ciudad de Iasi, en el noreste del país, a 40 km distancia de su
pueblo.
Ansioso por ver a
su mujer y a su hijo recién nacido, Sergiu Ion Ciobotariu se encontraba
atrapado. El autobús que conectaba su pueblo con la ciudad de Iasi había dejado
de circular, no tenía coche, ni dinero para un taxi. Entonces, Sergiu se puso
la mascarilla, completó el formulario obligatorio que las personas deben llevar
cuando salen de casa y montó a caballo.
Los policías que
vigilan el cumplimiento del confinamiento lo pararon varias veces durante los 40 kilómetros de viaje
a caballo hacia el hospital.
En el primer
control, los policías sintieron
pena por mí y me dejaron ir, en el segundo se burlaron de mí pero me dejaron seguir
adelante. Los policías del tercer control fueron amables conmigo. No me
multaron, entendieron que tenía una emergencia y no tenía otra opción. Solo me
dieron una advertencia por entrar a caballo en la ciudad , dijo Sergiu Ciobotariu al periódico Buna Ziua
Iasi.