Transformaciones urbanas de Călărași
La historia local es tan atractiva como cualquier otra, puesto que captura la vida de las personas de un área en particular, tanto en términos de la mentalidad colectiva general como de las características específicas de esa zona.
România Internațional, 21.02.2022, 11:38
La historia local es tan atractiva como cualquier otra, puesto que captura la vida de las personas de un área en particular, tanto en términos de la mentalidad colectiva general como de las características específicas de esa zona. A 120 kilómetros al sureste de Bucarest se encuentra la ciudad de Călărași, la sede de la provincia del mismo nombre, donde viven unas 65 000 personas. Călărași está en la margen izquierda del afluente Borcea, que se separa del Danubio cerca de la ciudad búlgara de Silistra. Las personas de renombre que nacieron aquí fueron el médico e historiador Pompei Samarian, el escritor Ștefan Bănulescu, el historiador Nicolae Bănescu, el actor Ștefan Bănică y el político Mircea Ciumara.
El lugar tuvo cierta importancia antes del siglo XIX. Durante el reinado del vaivoda Mircea el Viejo, a finales del siglo XIV y principios del siglo XV, se menciona Călărași como lugar de descanso en la ruta de la oficina postal que cruzaba el Danubio hasta la fortaleza de Durostorum, la actual Silistra. Los documentos medievales hablan de dos nombres que habría llevado la ciudad actual. Uno es Lichirești, que durante el reinado de Mihai Viteazul a finales del siglo XVI designaba a los que vivían en el pueblo. El segundo, el actual, tiene una referencia militar a los jinetes que custodiaban el paso a través del Danubio y que se ocupaban de la correspondencia con la capital. En 1734 el pueblo creció en importancia y se menciona como lugar de mercado, cuando los habitantes se dedicaban a la agricultura y el comercio.
Entre 1812 y 1828, Călărași experimentó las penurias de las guerras ruso-turcas y dos fuertes epidemias de peste y cólera. En 1833, Călărași se convirtió en la capital de la provincia de Ialomița y este cambio de estatus atrajo el desarrollo a la ciudad. En 1852, bajo el gobierno de Barbu Știrbey, la ciudad recompró el terreno en el que estaba ubicada y se convirtió en una ciudad libre. El nombre de Știrbey está vinculado al plan de la ciudad, que daría lugar a calles rectas y paralelas, plazas y un bulevar. Como todas las ciudades rumanas, Călărași experimentaría un desarrollo acelerado después de la fundación del Estado rumano en 1859, después de la adquisición de la independencia estatal de Rumanía en 1877 y después de la Primera Guerra Mundial.
En la historia de las sucesivas transformaciones de la ciudad, el siglo XX tiene también su aportación. La transformación más importante es la producida por los derribos de los años 80, por los que se perdió todo el casco antiguo, a excepción de un único edificio, el antiguo ayuntamiento que hoy alberga el Museo Municipal de Călărași. Hablamos con el museógrafo Florin Rădulescu sobre la demolición del antiguo Călărași.
“Fue un fenómeno complejo, empezó con el pacto Ribbentrop-Molotov. Fue entonces cuando la persecución de los judíos comenzó con mayor claridad. Pues bien, el área central de Călărași era propiedad de muchos judíos en ese momento. Había tiendas habitadas, es decir, en la planta baja había tiendas y arriba había viviendas. Algunas eran de alquiler, otras eran de los propietarios. Entonces se produjo la primera ola de emigración, los judíos se fueron. El Libro negro de las atrocidades a las que fueron sometidos los judíos, publicado en 1946, relata los perjudiciales contratos que cerraban los que estaban en el poder con los judíos y por los se convertían en copropietarios, y muestra que un abrumador porcentaje de los inmuebles no eran propiedad de los judíos. Cuando los judíos se fueron, los copropietarios se convirtieron en dueños plenos.
Después de 1945 la situación cambió porque cambió la política. Florin Rădulescu.
“Llegó el cambio de régimen, vinieron los comunistas. Las casas fueron nacionalizadas, algunas de ellas. Otras fueron confiscadas sin documentos. Las principales instituciones del Estado se instalaron en estas casas de la céntrica calle donde se ubica nuestro museo. Encontré en la Biblioteca del Congreso Americano una guía telefónica de Călărași de 1959 donde la calle se llamaba 7 de noviembre y en ella estaban todas las instituciones. En un momento dado, cada institución construyó otra sede y estas casas quedaron descuidadas. Entonces tenemos este periodo de dejadez de 1941-1945, otro en 1947-1948 y más en 1959-1960, y todas estas casas acabaron deteriorándose.
El centro histórico de Călărași sufre viendo con sus propios ojos el contexto del empobrecimiento cada vez más acentuado de ese periodo. Y la solución a su derribo se vería acelerada por el acontecimiento de un fenómeno natural: el terremoto del 4 de marzo de 1977. Florin Rădulescu.
“Los testimonios de algunas personas que vivían entonces dicen que muchas casas estaban con los techos agujereados por la lluvia, con ratas adentro, totalmente insalubres, inservibles. Dicho de otra manera, habría que invertir dinero para poder usarlas. Partiendo de esto y del deseo del régimen de construir algo nuevo, la demolición fue posible. Aquí, en el centro, aparecieron por primera vez dos bloques para los especialistas ingleses que vinieron a construir dos fábricas, una de celulosa y papel, la otra de materiales de construcción. Durante mucho tiempo, en el solar de los grandes almacenes, existió un antiguo edificio que entonces se conocía como el Club Inglés porque era muy frecuentado por los ingleses. Luego vino el terremoto de 1977 que debilitó casi todos los edificios antiguos y este fue el momento que desencadenó la demolición. Y llegó al punto en que solo este edificio en el que estamos ubicados se consolidaría y quedaría en pie.
La transformación urbana de Călărași pasó por algunos momentos importantes. Los que más impacto tuvieron fueron los del siglo XX.