Rumanía y la guerra civil de Grecia 1946 – 1948
Al final de la Segunda Guerra Mundial, a raíz de los intereses de la antigua Unión Soviética y del Reino Unido, Rumanía y Grecia, dos países amigos en los Balcanes, se encontraron en campos opuestos
Steliu Lambru, 06.05.2014, 16:47
Al final de la Segunda Guerra Mundial, a raíz de los intereses de la antigua Unión Soviética y del Reino Unido, Rumanía y Grecia, dos países amigos en los Balcanes, se encontraron en campos opuestos. Rumanía iba a entrar en la esfera de influencia de la Unión Soviética y sufriría el proceso de sovietización, mientras que Grecia entraría en la esfera de influencia británico-norteamericana que instauraría la democracia. Hasta el año 1941, las relaciones rumano-helenas habían sido buenas, salvo el último cuarto del siglo XIX y el primer decenio del siglo XX. Cuando las tropas alemanas atravesaron Rumanía en su camino hacia los Balcanes, en el otoño del año 1941, Grecia condenó la violación del protocolo de la Entente Balcánica firmado en 1934 junto a Rumanía y Yugoslavia.
Las relaciones entre Rumanía y Grecia se volvieron aún más complicadas después de 1945. Rumanía, que estaba bajo ocupación soviética, no podía reanudar las relaciones de normalidad con el gobierno legítimo de Grecia a causa de las presiones ejercidas por una parte en el interior, por el gobierno comunista, y por otra parte en Grecia, por las guerrillas comunistas helenas que arrastrarían al país a una guerra civil entre los años 1946 y 1948. Igual que los demás gobiernos comunistas de los países ocupados por los soviéticos, también las autoridades de la Rumanía comunista estuvieron de acuerdo con la postura de la Unión Soviética, que estaba a favor de los guerrilleros griegos. Apostolos Patelakis, profesor en la Universidad de Salónica, nos amplía detalles al respecto:
En la primera fase de la guerra civil, entre 1946 y 1947, los comunistas griegos fueron respaldados especialmente por Tito y Stalin, que les ofrecieron ayuda moral y material. A ellos se añadirían paulatinamente Bulgaria, dirigida por Georgi Dimitrov, y Albania, dirigida por Enver Hoxha. Los comunistas griegos intentaban liberar el norte de Grecia para crear un país libre y solicitaban que los países socialistas les ayudaran con todo lo necesario para alcanzar aquel grandioso objetivo. En el mes de agosto de 1947, en la localidad de Bled, en Eslovenia, los representantes de Yugoslavia, Bulgaria y Albania convinieron en ayudar moral y materialmente al ejército democrático griego, solicitando al mismo tiempo a los gobiernos de Rumanía y Hungría que colaboraran más intensamente en este sentido. En la reunión de septiembre de 1947 en Polonia de creación de la Kominform se habló también de la guerra civil de Grecia. En aquel marco, Gheorghe Gheorghiu-Dej, el dirigente comunista rumano de aquel tiempo, propuso que todos los partidos ayudasen de manera obligatoria al Partido Comunista Griego. El representante de Polonia, Władysław Gomułka, propuso que el problema griego se transformara en el estandarte de la lucha de todos los partidos comunistas y de las fuerzas democráticas.”
La contienda entre Tito y Stalin afectaría la ayuda que los estados comunistas daban a los comunistas griegos, que trasladarían el centro de coordinación de sus actividades desde Belgrado a Bucarest, donde se crearía una embajada del gobierno comunista encabezado por el general Markos, que designaría a Lefteris Apostolou en calidad de embajador. Con la misma ocasión se crearon una emisora de radio y una agencia de prensa. Apostolos Patelakis recuerda:
“El 14 de enero de 1948, Lefteris Apostolou le envió al secretario del PCR un informe de 30 páginas en que presentaba la situación de Grecia, las causas de la guerra civil y solicitaba que Rumanía estableciera la primera relación de amistad con el gobierno provisional. Cito textualmente: “cabe mencionar que la ayuda ofrecida hasta la fecha por el pueblo rumano supera la de todos los demás países democráticos. Es una realidad que el partido comunista, el pueblo griego, nunca olvidarán”. La declaración era injusta porque el mayor respaldo había venido por parte de Yugoslavia, pero Lefteris Apostolou no hacía más que halagar a los rumanos. Entre 1947 y 1948, los comunistas rumanos habían enviado a Grecia alimentos, ropa y medicinas, armas, caballos y combustible. Desde abril de 1948, en plena guerra civil griega, a Rumanía empezaron a llegar miles de niños griegos, así como cientos de guerrilleros que habían resultado heridos.”
Los pactos entre los soviéticos y los británicos iban a decidir tanto el destino de los comunistas griegos como el de los guerrilleros anticomunistas de Rumanía. El trato era sencillo: Stalin iba a dejar de financiar las guerrillas comunistas y Churchill dejaría de alentar la política de obstrucción del gobierno comunista de Rumanía, llevada por el soberano rumano y los partidos democráticos. Apostolos Patelakis:
“Primero llegaron a Rumanía en 1948 los niños de los futuros inmigrantes políticos griegos y después, en 1949, los adultos. Parece que en Rumanía se sintieron mejor que en otros países. En Polonia; por ejemplo, Checoslovaquia, Uzbekistán, las poblaciones locales ni siquiera habían oído hablar de los griegos, mientras que en Rumanía existían ya comunidades bilingües griegas, lo que facilitaba la comunicación. Algunos de los 28.000 niños evacuados después de la guerra civil iban a llegar a la antigua República Demócrata Alemana. La guerra civil se libró en el norte de Grecia, en la zona montañosa, donde vivían muchas familias de arrumanos. Muchos niños arrumanos que llegaron a Rumanía hicieron de intérpretes, ayudando a los griegos a entenderse mejor con la población autóctona.
En aquel período muchos griegos tomaron el camino del exilio hacia Rumanía. La política de las negociaciones había ganado ante las ideas y las expectativas.