Rumanía y Corea del Norte
Las relaciones entre Rumanía y Corea del Norte fueron muy estrechas a partir de 1970. Los dos líderes, Nicolae Ceauşescu y Kim Ir Sen, se visitaron y simpatizaron, intentando acercar a sus países.
Steliu Lambru, 09.11.2015, 17:15
Las relaciones entre Rumanía y Corea del Norte fueron muy estrechas a partir de 1970. Los dos líderes, Nicolae Ceauşescu y Kim Ir Sen, se visitaron y simpatizaron, intentando acercar a sus países. Los fundamentos de las relaciones eran la ideología marxista-leninista interpretada de manera muy rígida y el deseo de separarse de la tutela soviética y china. Así, Rumanía y Corea del Norte encontraron maneras de dialogar y de colaborar.
En 1970, el coronel Emil Burghelea fue nombrado agregado militar en Pyongyang, y en 2000 presentó al Centro de Historia Oral de la Radiodifusión Rumana las condiciones en las que llegó a ser nombrado, aunque no hablara coreano y no estuviera preparado para aquel cargo.
“Me dijeron que era un oficial que se podía adaptar fácilmente a cualquier condición, que hablaba bien ruso, que numerosos coreanos también hablaban ruso y, además, que había coreanos que hablaban rumano, y existían todas las posibilidades de cumplir con mis deberes allí, en Corea. Durante la guerra de Corea, aquí estuvieron miles de niños, en el valle de Prahova. Ellos aprendieron rumano y los niños aprenden rápido el idioma. Hubo residencias llenas de niños, casi todos los de agregados militares norcoreanos en Rumanía hablaban rumano. Me permito una broma: en una de las visitas gubenamentales y militares de nuestro país, la delegación liderada por Emil Bodnăraş fue recibida muy bien por la dirección del partido y del Estado coreano. Y Bodnăraş fue alojado en excelentes condiciones. Le ofrecieron un intérprete de rumano. Nos contó que quería saber cuántas personas sabían rumano, porque había mucha gente. En un momento de descanso, Bodnăraş contó un chiste sucio. Y el intérprete no tuvo que traducir, porque unas 10 personas empezaron a reír. ¿Cómo hablaban rumano? Lo chapurreaban. Por ejemplo decían “padre nuestro parental. Les decía que, siendo padre, era parental. Y entendí que lo decían así para evitar la confusión con el líder de Corea, que era también su padre.
Con el tiempo, las relaciones entre Rumanía y Corea del Norte llegaron a ser muy estrechas, incluso privilegiadas, según ha afirmado el coronel Emil Burghelea:
“Las relaciones entre nuestros países eran excelentes, porque alcanzaron el nivel de los líderes del Estado, de los líderes de los partidos, y desde este punto de vista, yo fui un agregado militar privilegiado en Corea. Tenía acceso donde ningún otro agregado militar, ni ruso, ni chino, tenía. Tenían una política de retención ante las grandes potencias, aunque murieran allí 2 millones de chinos durante la guerra de Corea. Además, había muchísimas delegaciones, también en el ámbito del intercambio de armamento. El copresidente de la delegación o de la comisión gubernamental era normalmente el controvertido general Vasile Ionel, había también una comisión económica, había muchísimos organismos de este tipo que tenían por objetivo fortalecer la colaboración en todos los ámbitos.
Rumanía exportaba a Corea del Norte numerosos camiones, coches, máquinas, herramientas y productos de los sectores industriales. Nos ha ampliado más detalles Emil Burghelea:
“No hubo demanda que no encontrara respuesta, incluso personal. Tuve problemas con uno de mis hijos que estaba en el país, y llegó al ministro, que bajó del avión para que mi esposa pudiera venir al país y cuidarlo. No hacía muchas demandas, pero entonces fue una situación muy grave. Pero contestaban muy rápido, tenía acceso donde nadie tenía, desde las fábricas subterráneas de armamento hasta las fortificaciones de la circunvalación. Respecto a las armas, robaban de dónde podían. Estaban desesperados por construir una industria de armas. Trabajaban en unas condiciones de la Edad Media, pero sacaban armas. Quiero decir que las condiciones eran muy difíciles, parecidas a la época de Esteban el Grande. Fabricaron aceros especiales en condiciones increíbles, mientras que aquí te pedían ir a Occidente para informarte, con inversiones y por mucho dinero. Había también algo más: existía el problema de la movilización del coreano, que estaba entre cuatro imperios: ruso, chino, japonés y estadounidense. De nosotros recibían tornos automáticos construidos en Arad y Braşov. Y nosotros veíamos lo que hacían: sacaban las etiquetas de los tornos, en las que escribía en rumano: “hecho en…, y ponían otras etiquetas en coreano, los enviaban al sur y decían que los habían fabricado los norcoreanos. Sabíamos lo que hacían, pero nosotros no decíamos nada. Pero también robaban de otros, no solo de nosotros.
La amistad entre Rumanía y Corea del Norte se había convertido en una leyenda. Algunos historiadores han afirmado que Nicolae Ceauşescu estuvo influenciado por el estilo coreano de trabajo y de vida. Después de 1989, las relaciones entre los dos países iban a ser revaluadas de manera significativa.