Pro Memoria
110 años desde la revuelta campesina de 1907
România Internațional, 20.02.2017, 23:32
A principios del siglo XX, Rumanía seguía el camino de la modernización y la europeización. Durante el siglo XIX, las élites y la sociedad eligieron el camino de la emancipación política, económica, social y cultural frente a los antiguos hábitos. En este entorno triunfalista, en febrero del año 1907 tuvo lugar una gran explosión social en el mundo rural conocida como la revuelta campesina de 1907. Tuvo un fuerte impacto en Rumanía y llegó a conocerse también en el extranjero.
El historiador Alin Ciupală, profesor de historia moderna de los rumanos en la Facultad de Historia de la Universidad de Bucarest, ha destacado el impacto de la revuelta, en contraste con las ambiciones de Rumanía de convertirse en un país europeo moderno.
“La revuelta representó un gran choque en la época porque el acontecimiento tuvo una amplitud sin precedente. En 1906, no mucho tiempo antes de la revuelta, Rumanía había organizado la Exposición conmemorativa que también tuvo eco en el extranjero. Querían que la exposición fuera un tipo de conclusión, de evaluación del desarrollo de la sociedad rumana de 1866, el año en que el futuro rey Carlos de Hohenzollern-Sigmaringen había llegado a Rumanía, y la fecha en que se había votado la Constitución que había puesto las bases del sistema político de la monarquía constitucional. En un periodo de tiempo bastante corto tenemos por un lado los logros, las cosas positivas que se habían hecho durante 40 años en Rumanía, y por otro lado tenemos también los fracasos, una muestra de los límites de este sistema.”
El trabajo agrícola se infravaloraba, el rendimiento económico era escaso. A esto se añadían la falta de una ética del trabajo, el analfabetismo y el alcoholismo, y los arrendatarios se aprovechaban de todos los defectos y los vicios de los campesinos. La revuelta comenzó el 8 de febrero en el norte de Moldavia, en la aldea de Flămînzi, en una zona agraria. El 9 de marzo, la revuelta comenzó también en el extremo sur, en Muntenia y Oltenia, y a finales de marzo, fue reprimida con la ayuda del ejército. Los campesinos furiosos atacaron las propiedades de los arrendatarios, en algunas zonas incluso atacaron las casas de los boyardos matando personas e incendiando casas y bienes. También hubo personas que pensaron que los rebeldes habían exagerado en sus actos reivindicativos. El escritor I. L. Caragiale escribió que los actos de los campesinos habían alcanzado el tamaño de una “decidida revolución terrorista, casi de una dura guerra civil”. La revuelta registró también algunos enfrentamientos entre los grupos de campesinos rebeldes y los campesinos que no deseaban participar en los actos violentos.
El problema agrario fue crónico, pero no fue ésta la causa principal de los acontecimientos, según opina Alin Ciupală:
“La historiografía rumana considera que la causa principal de la revuelta fue la falta de tierra en la zona rural. Según mi opinión, las causas de la revuelta se tienen que vincular con un fenómeno mucho más complejo, es decir el hecho de que el sistema no funciona en este nivel bajo.
Se trata de una administración local corrupta que tenía la misión de defender al campesino ante todo tipo de abuso. El campesino se vio obligado a enfrentarse a un sistema burocrático, que no entendía ni tampoco aceptaba. Y entonces, los campesinos mostraron su descontento y su revuelta fue como un grito de desesperación. Quisieron llamar la atención de forma violenta, sobre una situación que era conocida entre las autoridades, pero a pesar de ello, no se había encontrado ninguna solución a este problema. Esta ha sido siempre la paradoja de la sociedad rumana: aunque el problema se conoce, hay una incapacidad de poner en práctica las soluciones encontradas.”
Alin Ciupală ha analizado algunas opiniones sobre la revuelta, que le atribuyen un carácter antisemita y orígenes externos:
“Cuando intentaron encontrar una explicación para la revuelta, se habló mucho sobre el papel desempeñado por los judíos. La Revuelta de 1907, igual que el caso Dreyfuss en Francia, representa un momento que pone de manifiesto el antisemitismo rumano, pero un antisemitismo latente, sin violencia. Los judíos fueron considerados culpables de la revuelta a causa de los abusos cometidos por los arrendatarios judíos en Moldavia. Nadie pensó que la mayoría de los arrendatarios no eran judíos, sino rumanos. También hubo algunas interpretaciones curiosas, por ejemplo se considera que los servicios de inteligencia austro-húngaros o los rusos habrían organizado la revuelta con el fin de generar tensiones en Rumanía. Esta hipótesis es falsa. La revuelta fue causada por un problema en la sociedad rumana, uno muy grave que tampoco fue solucionado en el periodo de entreguerras.”
Algunos creen que el número de víctimas de la represión contra la revuelta alcanzó los 11.000. Alin Ciupală ha explicado estas cifras y nos ha presentado sus estimaciones:
“El número de 11.000 víctimas aparece en los periódicos de la época, “Adevărul” y ”Dimineaţa”, que eran periódicos de izquierda dirigidos por el socialista Constantin Mille. Esta cifra no tiene ningún fundamento real. El régimen comunista la asumió sin verificarla. En 1977, Nicolae Ceauşescu organizó un congreso de los campesinos con 11.000 delegados para conmemorar a las víctimas de 1907. Es muy difícil conocer el número exacto de muertos y probablemente no se conozca nunca. Los documentos que contenían los resultados de la minuciosa investigación desarrollada por las autoridades fueron llevados por Ionel Brătianu, el ministro del Interior, y entregados al rey cuando el PNL salió del Gobierno. Brătianu sabía que sus rivales conservadores hubieran podido utilizar estos documentos para hacerle daño. Lamentablemente, los registros se han perdido. Según mis estimaciones, me atrevo a decir, tras haber buscado en los registros civiles que incluían los fallecimientos en 1907, que la revuelta dejó alrededor de 2.000 muertos. Pero lo importante no es el número, 11.000 o 2.000, sino que en una sociedad que pretendía modernizarse, la gente murió porque el aparato burocrático no fue capaz de solucionar un problema sumamente grave.”
La revuelta de 1907 había mostrado que al Estado, a pesar de los progresos registrados, aún le faltaba mucho por recuperar. También es cierto que el cambio de la sociedad rumana rural iba a producirse mucho más tarde.