Nadia Russo-Bossie (1901-1988)
Nadia Russo-Bossie fue una de las mujeres piloto que logró evidenciar sus habilidades, conocimientos y coraje para salvar vidas en el frente de la Segunda Guerra Mundial. Como muchas personas en tiempos de guerra, no se apartó de sus deberes para con el prójimo y para con su nuevo país, Rumanía. Eso porque Nadia Russo-Bossie fue una joven rusa que, como muchos millones de rusos exiliados, se escapó a tiempo del infierno de la revolución bolchevique. Sin embargo, igual que toda la sociedad rumana, tras la guerra Nadia Russo-Bossie tuvo que enfrentarse a otro reto histórico: el totalitarismo y apenas recientemente se le reconocieron los méritos.
Steliu Lambru, 26.07.2021, 15:48
Nadia Russo-Bossie fue una de las mujeres piloto que logró evidenciar sus habilidades, conocimientos y coraje para salvar vidas en el frente de la Segunda Guerra Mundial. Como muchas personas en tiempos de guerra, no se apartó de sus deberes para con el prójimo y para con su nuevo país, Rumanía. Eso porque Nadia Russo-Bossie fue una joven rusa que, como muchos millones de rusos exiliados, se escapó a tiempo del infierno de la revolución bolchevique. Sin embargo, igual que toda la sociedad rumana, tras la guerra Nadia Russo-Bossie tuvo que enfrentarse a otro reto histórico: el totalitarismo y apenas recientemente se le reconocieron los méritos.
El Museo Nacional de Historia de Rumanía honró la presencia de las mujeres al frente de la Segunda Guerra Mundial. Nadejda Evgenievna Brjozovskaya o Nadia Russo-Bossie es, junto con otras dos leyendas de la aviación rumana, Smaranda Brăescu y Mariana Drăgescu, una de las figuras centrales del escuadrón sanitario o escuadrón blanco. La historiadora Cristina Păiuşan-Nuică organizó la exposición y presentó una breve biografía de la heroína.
Nadia Russo-Bossie era de ascendencia rusa. Nació en 1901 y huyó de su país en 1918 a causa de la revolución bolchevique. Había perdido a sus padres, así que huyó con su hermana a Chisináu, donde tenía parientes, y se hizo una vida en Besarabia. Tras graduarse en la Escuela de Artes de París, quiso ser aviadora. En 1936, a través de un patrocinio, siguió cursos de vuelo y obtuvo primero una licencia de piloto para mujeres y luego una licencia ordinaria. Desde el principio formó parte del escuadrón sanitario.
El destino no fue generoso con Nadia. Su madre murió en 1912, cuando tenía sólo 11 años y su padre perdió la vida en el frente tres años más tarde, en 1915, cuando Nadia todavía era una niña, tenía 14 años. Después de llegar junto con su hermana a Rumanía, su vida adquirió un significado diferente. Cristina Păiușan-Nuică.
Nadia Russo tuvo una vida difícil. Después de huir de la Rusia bolchevique y hasta que llegó a integrar el escuadrón sanitario, fue maestra y tuvo diferentes trabajos. Se casó con un hombre bastante rico, Alexandru Russo, quien la sostuvo materialmente durante su matrimonio. Apasionada por volar, compró un avión a través de suscripciones públicas y con la ayuda del Estado rumano. Se naturalizó rumana después del matrimonio. Entre 1940 y 1943 formó parte del escuadrón sanitario. En 1943 tuvo una crisis nerviosa, en 1943 se rompió mentalmente, voló hasta 1945, pero muy de vez en cuando.
La pasión de la vida de Nadia Russo-Bossie fue la aviación a la que permaneció atada hasta el final. Aviadora deportiva con participaciones en competiciones nacionales e internacionales, heroína de la guerra en la que había participado para castigar a los bolcheviques que habían destruido su país, después de 1945 Nadia seguiría el destino de toda Rumanía. El régimen comunista del que había huido en su juventud la alcanzó y la condenó a prisión. Cristina Păiuşan-Nuică.
Desafortunadamente, la tragedia de su vida comenzó en 1950 cuando fue arrestada. En agosto de 1950, fue acusada de haber facilitado la reunión de los pilotos ingleses de la Comisión de Control Aliada con aviadores rumanos. Fue condenada en el grupo de los aviadores en 1951 a ocho años de prisión. Después de 5 años fue liberada en base a una decisión, pero recibió otros 5 años de residencia obligatoria en Lățeşti, en Băragan, donde conoció a su segundo marido, Gheorghe Bossie. De la decisión de jubilación expedida en 1969 y exhibida en la exposición resulta que recibió una pensión de 325 lei del Fondo de asistencia social. En 1968 recibió 79 lei adicionales por los 5 años de residencia obligatoria en Băragan, tras haber solicitado a la Securitate que le fueran reconocidos como actividad laboral. Al final tuvo una pensión de 400 lei que en ese momento era ínfima.
La posteridad la redescubriría después de 1989, tras la caída de la tiranía comunista. Seguidamente, Cristina Păiuşan-Nuică pasa revista a los objetos que pertenecieron a Nadia Russo-Bossie y que se exhibieron en la exposición.
Un álbum con cientos de fotos, algunas líneas que Nadia Russo-Bossie escribió en mayo de 1981, en su 80 cumpleaños y 45 años después de haber obtenido su licencia de aviadora. Las autoridades de la época tuvieron la idea de organizar una presentación e invitarla a hablar sobre lo que suponía ser aviadora en 1936. Desafortunadamente, falleció antes de los cambios ocurridos en 1990, sus méritos no se vieron reconocidos y no obtuvo una pensión que le asegurara una vida decente.
Nadia Russo-Bossie murió en Bucarest en 1988 a la edad de 87 años. Hoy en día es parte del patrimonio rumano inmaterial de los que tuvieron el valor de sacrificarse y a quienes los rumanos de hoy tienen la oportunidad de conocer.
Versión en español: Victoria Sepciu