Los terroristas de la Revolución Rumana de 1989
Parte de las personas que dispararon hasta el 25 de diciembre pudieron haber sido elementos de la policía secreta rumana “Securitate, fieles a Ceausescu
Steliu Lambru, 25.12.2013, 18:44
Los terroristas fueron la obsesión de la Revolución rumana de diciembre de 1989 y la implicación de los servicios secretos extranjeros crearon una profunda decepción. Más que una obsesión, los terroristas fueron una verdadera neurosis que marcó fuertemente la percepción pública con respecto al más importante momento de la historia reciente de Rumanía. Las víctimas de diciembre, los cambios que siguieron y las esperanzas defraudadas hicieron que la revolución rumana fuera considerada un momento de desprecio y arrepentimiento.
El historiador Adrian Cioroianu de la Facultad de Historia de la Universidad de Bucarest ha intentado responder a la pregunta ¿Quiénes fueron los terroristas?
“Es una idea en la que muchos pensamos en aquel entonces. Lo que hoy llamamos terroristas pudieron haber sido grupos de mercenarios que llegaron de países más o menos árabes, o famosos “turistas” soviéticos de los que se habló tanto. Pero lo que la historia nos cuenta con certeza hasta ahora es que parte importante de las personas que dispararon hasta el 25 de diciembre y muy pocas veces después de esta fecha, pudieron haber sido elementos de la policía secreta rumana “Securitate”, fieles a Ceausescu. Claro que al seguir la teoría de la conspiración podemos especular que todo fue una inmensa puesta en escena sólo para crear la sensación de una revolución y es una interpretación a la que temo y no quisiera que se verificara en el futuro. Sería cínico porque hubo víctimas humanas en aquellos intercambios de disparos.”
La gente espera de los historiadores una respuesta clara sobre los terroristas. Pero sus explicaciones prudentes no tienen el mismo poder de convicción como la teoría de la conspiración.
A continuación, Adrian Cioroianu nos cuenta cuáles son las dificultades a los que se enfrentan los historiadores
“Hasta que tengamos testimonios veridicos de los que gestionaron en aquel entonces la situación, el papel de los historiadores es ingrato. Sólo podemos recopilar los testimonios de entonces, pero su credibilidad es discutible. En aquellos días de choque y caos resulta difícil distinguir lo verdadero de lo falso. Por lo tanto el papel de los historiadores es buscar la verdad. Pero, en un período de caos, es prácticamente imposible encontrar la verdad. Los veteranos de los servicios de inteligencia, los que perdieron la batalla en diciembre de 1989, hablan de un complot acordado, según se afirma, en la Unión Soviética. Por falta de una base concreta de datos, sólo podemos especular”.
En la historia de las revoluciones se ha hablado sobre elementos contrarrevolucionarios que se hubieran opuesto a la ola revolucionaria. La presencia de los terroristas en la Revolución rumana hizo que dicha revolución fuera considerada atípica. Nuevamente ante los micrófonos de RRI, Adrian Cioroianu :
“No creo que la Revolucion rumana sea atípica. Es diferente a lo que sucedió en el resto de la Europa Oriental si nos comparamos con Checoslovaquia, Hungría o la República Democrática Alemana. Hay que aceptar que la existencia de un régimen comunista nacional, inexistente en Hungría, Polonia o Checoslovaquia, nos condenaba a semejante disposición de fuerzas: gente que complote contra el régimen de Ceausescu y gente que defienda a Ceausescu. El régimen nacional siempre ha creado semejantes problemas y ha conllevado a conflictos internos” .
¿Existe alguna posibilidad de que los rumanos perciban el verdadero valor de la Revolución de diciembre de 1989? Adrian Cioroianu piensa que sí :
“Estoy convencido de que cada vez más rumanos llegarán a la conclusión de que, por lo menos a través de sus consecuencias, este desencadenamiento de energía de diciembre de 1989 fue una revolución. Claro que nosotros preferimos nombrarla “Los acontecimientos de diciembre” precisamente por no haber encontrado un nombre genérico. Creo que deberíamos nombrarla Revolución porque las consecuencias son de una revolución indistintamente de lo que hubieran pensado los que prepararon o no el golpe de palacio contra Ceausescu. En el futuro podremos hablar también de la implicación de nuestros vecinos. Normalmente, en cualquier historia de este tipo, cuando en un país ocurren semejantes acontecimientos, los servicios secretos de los países vecinos entran en estado de alerta. Por supuesto que los servicios secretos de Yugoslavia o Hungría no se mostraron indiferentes ante la situación de Rumanía. Era su deber prestar atención a los acontecimientos ocurridos en Rumanía, pero hay una diferencia entre prestar atención e implicarse. Todavía no sabemos cómo y en qué medida se implicó la URSS en la Revolución rumana. Pero estoy convencido de que el tiempo lo cura todo, incluso en la historia.”
La revolución de diciembre de 1989 devolvió la libertad y democracia después de 45 años de comunismo. Y los actuales descontentos de los rumanos no se comparan con la vida en el régimen comunista.