Los rumanos y la conquista otomana de los Balcanes
El avance del Imperio otomano hacia Europa, en los siglos XIV y XV, fue más bien una época de coexistencia y no tanto una época de conflictos permanentes.
Steliu Lambru, 14.09.2020, 10:18
El avance del Imperio otomano hacia Europa, en los siglos XIV y XV, fue más bien una época de coexistencia y no tanto una época de conflictos permanentes. Sin embargo, en 1453 el sultán Mehmet II acabó con dicha época de transición al conquistar Constantinopla y al centralizar el poder en manos de un soberano único, concretamente él, que asumió el poder completo. Antes de la conquista de Constantinopla, entre los años 1360 y 1453, los rumanos también cumplían con la práctica balcánica, es decir coexistían con los turcos.
La coexistencia de los dos mundos, el cristiano balcánico y el musulmán oriental, llevó a la fusión de las dos culturas y civilizaciones. Lo que al principio era una interferencia entre los mundos cristiano y musulmán, terminó en una interdependencia, en un acercamiento, que culminó con una síntesis en que la religión, las prácticas y las costumbres generaron un modelo humano y una manera de actuar muy similares.
Los actores políticos de los Balcanes tenían intereses personales antes de la conquista otomana. Aunque había enfrentamientos con los turcos, en varias ocasiones colaboraban. En varias ocasiones, los turcos resultaron ser los aliados que necesitaban. Antes de cohabitar con los turcos, en la segunda mitad del siglo XIV, los cristianos de la zona de los Balcanes, los griegos, los búlgaros, los serbios y los rumanos se enfrentaron en varias ocasiones a los otomanos, pero siempre fueron derrotados.
El historiador suizo Oliver Jens Schmitt es profesor en la Universidad de Viena, es especialista en la historia medieval del Sudeste de Europa. Nos explica a continuación que hay menos ejemplos de príncipes cristianos derrotados por los turcos que líderes que colaboraron con ellos.
La mayoría de los príncipes cristianos de los Balcanes solían colaborar con los turcos. La lista de los que colaboraron con los otomanos es mucho más larga que la lista de los líderes que lucharon contra los turcos, sin aceptar compromisos. Entre los príncipes cristianos que perdieron la vida en las confrontaciones con los turcos cabe mencionar a los serbios Uglješa y su hermano el rey Vukašin, el príncipe albanés Balša II en 1385, el príncipe serbio Lazar Hrebeljanović, los príncipes y vaivodas valacos Miguel en 1420, Dan II, Vlad Ţepeş (Vlad el Empalador), así como el emperador bizantino Constantino XI. Fueron ejecutados por los turcos el padre del príncipe albanés Skanderbeg Ioan Kastriota, el último duque italiano de Atenas y el último rey bosnio, así como numerosos boyardos bosnios como por ejemplo las familias Kovacevici y Pavlovici.
A los turcos les encantan los conflictos entre los cristianos, apuntaba un cronista anónimo. Las élites cristianas solían contratar a turcos para luchar contra sus rivales. Los turcos venían como mercenarios y quedaban como amos y señores. Los historiadores afirman que después de la batalla de Maritza de 1371, donde los serbios fueron derrotados por los turcos, los balcánicos comienzan a aceptar el vasallaje otomano. De esta forma, los rumanos empezaron los enfrentamientos directos contra los turcos. La primera guerra que destaca fue la de Mircea el Viejo, en 1395, en Rovine. Oliven Jens Schmitt nos dice a continuación que los serbios se habían convertido en fieles aliados de los turcos.
Los boyardos serbios Marko Kraljević y Konstantino Dragaš perdieron la vida en la batalla de Rovine, en 1395, luchando de parte de los turcos en contra de la Valaquia de Mircea del Viejo. Sin el apoyo de los vasallos, la ofensiva turca no hubiese tenido éxito. En todos los momentos importantes de la conquista otomana de los Balcanes, los serbios estuvieron del lado de los turcos. En Rovine, en Nicópolis, incluso en Ankara los serbios ayudaron a Bayezid I, mientras que muchos musulmanes se habían dado a la fuga. Incluso en 1453, los serbios aparecieron en Constantinopla, pero como aliados de los turcos.
En Valaquia, al norte del Danubio, había algunas señales de cooperación con los otomanos. Vuelve con detalles Oliver Jens Schmitt.
Había mucho movimiento en los partidos regionales, incluso la mayoría de los príncipes pasaban del lado de unos o de otros, según la situación político militar. Por esto no es fácil decir quién se aprovechaba de quién, los turcos y los húngaros de los boyardos rumanos o al revés. La sucesión rápida de los príncipes de Bosnia y de Valaquia se debía de modo especial a estos juegos de poder. Entre los vaivodas rumanos partidarios de los turcos cabe mencionar a Radu II Prasnaglava, Alejandro Aldea o Radu el Hermoso.
En 1453 terminaba un largo período de transición. Aquel mismo año, los rumanos de los principados extracarpáticos se adherían a un modelo cultural distinto, en el que iban a quedar durante más de cuatro siglos.
Versión española: Valeriu Radulian