Los judíos rumanos en la Primera Guerra Mundial
Steliu Lambru, 16.04.2018, 16:15
El centenario de la Gran Rumanía significa también la participación de otras personas en el esfuerzo del la Gran Guerra y la eliminación de sus efectos. Las minorías de Rumanía antes de 1918 participaron también plenamente en la creación de la Gran Rumnaía, y una de estas minorías fueron los judíos. Aunque no tuvieran derechos, muchos de ellos se incorporaron en el ejército, participaron como sanitarios en el frente o hicieron actos de caridad para que la guerra fuera una carga más fácil de aguantar. Al final del conflicto, recibieron la ciudadanía rumana y con ella, todos los derechos de un Estado democrático.
La participación de los judíos en los momentos importantes de la historia de la Rumanía moderna comienza con la guerra de independencia de 1877-1878. En aquella guerra, los judíos fueron soldados y oficiales, médicos y sanitarios, en el frente y detrás, en los hospitales y en cualquier sitio que fuera necesario para tratar los dolores de los heridos. En el asalto para tomar el reducto de Griviţa efectuado por la unidad liderada por el capitán héroe Valter Mărăcineanu, junto con éste y los demás héroes cayó también el judío Mauriciu Brociner. El historiador Marius Popescu del Centro de Historía de los Judíos de Rumanía ha afirmado que el sacrificio de Brociner no fue el único. En la segunda guerra balcánica de 1913, en el ejército rumano había militares judíos como el capitán Armin Iaslovici, teniente en la guerra de 1877-1878, y mayor en 1916 al principio de la Gran Guerra.
Marius Popescu ha afirmado que la participación de los judíos rumanos en el primer conflicto mundial fue proporcionalmente comparable con la de las demás minorías judías de los países europeos.
“En el Antiguo Reino, la población judía era de aproximadamente 230.000 personas, de las que hubo 23.000 judíos movilizados, es decir exactamente un 10% del total de la población judía. Es una cifra parecida a los demás países que tenían minorías judías en los que aproximadamente el mismo porcentaje de judíocontribuyeronan a la guerra. Del total de los judíos que contribuyeron en la guerra, 882 fallecieron, 825 fueron heridos, 449 fueron tomados prisioneros y 3.043 fueron desaparecidos. Es decir que fue una movilización bastante significativa.
Pero los civiles judíos escribieron también unas honrables páginas de heroísmo en la guerra. Fue el caso de una persona de la Rumanía ocupada por los alemanes a finales del año 1916. Marius Popescu:
“Como estudio de caso, quisiera recordar a un héroe, fue condecorado después de su muerte, un cierto Herman Kornhauser. Era de Târgovişte y en el mes de diciembre de 1916 consiguió procurar alimentos y ropa civil y ayudó a los rumanos que habían sido tomados prisioneros por los alemanes de los campos de concentración alemanes. Facilitó incluso la evasión de algunos prisioneros de aquellos campos, pero fue detenido por las autoridades alemanas de ocupación, condenado a muerte y ejecutado. Fue condecorado después de su muerte con la Virtud Militar de la guerra, en el segundo grado. Esta no fue una acción singular. Al igual que el de Kornhauser, hubo muchos otros actos de heroísmo y valentía.
Las comunidades judías participaron plenamente en el ezfuerzo de guerra de Rumanía a partir de 1916. Y el esfuerzo aumentó en 1917, cuando las autoridades se habían refugiado en Moldavia, y los ejércitos rumano y ruso se oponían a las Potencias Centrales en los Cárpatos y en la línea del río Siret. Marius Popescu:
“Otro aspecto que no tiene que ver sólo con la contribución de los judíos en los hechos relacionados con las armas es el de las comunidades judías detrás del frente que apoyaron mucho el esfuerzo de guerra del país. Es decir que no sólo se trató de la lucha con el arma en la mano, sino también de la contribución material. Durante la guerra se creó un comité de ayuda a la Unión de los Judíos Autóctonos, que tenía ramificaciones en todo el país. El comité tenía por objetivo recoger bienes y dinero para ofrecer ayuda en la guerra. Y trabajaba con otras instituciones como la Cruz Roja, la Familia de los Combatientes, las redes de hopitales “Reina María y otras. La implicación de las comunidades judías fue total. Se pusieron a disposición del ejército rumano las sinagogas, las escuelas judías, toda la red de las instituciones típicas comunitarias. Lo más importante de mencionar es que durante la guerra los judíos no eran ciudadanos rumanos. Estas personas cogieron el arma y lucharon, sin ser ciudadanos.
La llegada de la paz no significó que superaron los problemas. Marius Popescu ha mostrado como algunos judíos se implicaron en el esfuerzo de reconstrucción.
“Se ofrecieron individualmente algunas importantes sumas de dinero. Por ejemplo, un industrial judío muy rico del distrito de Botoşani llamado Frederic Costiner ingresó 20.000 lei en un fondo para comprar tierra para los descendientes de los campesinos que cayeron en las batallas. Era un filántropo en la zona y así mostró su caridad y gratitud ante las víctimas de la guerra. Hasta que los campesinos llegaran a ser propietarios según la Constitución de 1923, hubo también acciones de este tipo por parte de los judíos.
El Estado rumano admitió la lealtad de los judíos mediante la voz del soberano, el rey Fernando I.
“Al final de la guerra tenemos una declaración bastante importante del rey Fernando. Éste afirmó: “Hace mucho tiempo llegué a esta convicción y estoy contento de ver que no me equivoqué. Que a todos los ciudadanos de la tierra rumana, sin distinción de raza y origen, les animan los mismos altos sentimientos de fraternidad. Esta declaración era un tipo de reconocimiento de los méritos de todas las personas que habían participado y habían ayudado a la guerra de unión.
Y el reconocimiento final fue la abrogación del artículo 7 de la Constitución de 1866. La Constitución de la Gran Rumanía de 1923 concedió derechos a todos sus ciudadanos, indiferentemente se su religión.
(traducido por Monica Tarau)