Lengua y ordenador en Rumanía
Los programas de traducción actuales utilizan la tecnología de la información, una tecnología que, como cualquier otra tecnología que nos rodea, tiene una historia fascinante.
România Internațional, 06.09.2021, 08:53
Los programas de traducción actuales utilizan la tecnología de la información, una tecnología que, como cualquier otra tecnología que nos rodea, tiene una historia fascinante. Es una historia de diferentes disciplinas que se entrelazan y que a primera vista no tienen mucho en común. En el desarrollo de la inteligencia artificial, como nuevo campo que agrupó varias ciencias, contribuyó también la escuela rumana. Y una de sus contribuciones fue combinar la lingüística con la matemática.
La lingüística computacional apareció en los Estados Unidos, es un campo interdisciplinario que se ubica entre la lingüística y la informática o mejor dicho entre el lenguaje natural y el lenguaje de la programación informática como inteligencia artificial. En los años previos a la Segunda Guerra Mundial, la cibernética era la nueva ciencia que fomentaba la combinación de ciencias a partir de las cuales más tarde se desarrollaría la lingüística computacional. A finales de la década de 1930, Rumanía tenía en Ștefan Odobleja a uno de los pioneros en el nuevo campo. Pero después de la Segunda Guerra Mundial, cuando el ejército soviético impuso el régimen comunista cambió todo el horizonte científico.
Uno de los pioneros de la lingüística matemática en Rumanía fue el matemático Solomon Marcus. Entrevistado por el Centro Rumano de Historia Oral en 1998, Marcus explicó cómo la ideología del partido comunista único politizaba la ciencia.
La cibernética era rechazada por ser considerada creación burguesa, sin embargo sucedió una cosa. En ese momento seguíamos la línea de Moscú al pie de la letra. Y lo que pasó fue que los verdaderos científicos de Moscú tuvieron una idea muy inspirada: separar las investigaciones que pertenecían al campo de la lingüística, como la lingüística matemática, de la rama humanista de la cultura. Las asociaron a la rama de la ciencia y tecnología. Así que después del período de condena de la cibernética, se produjo un cambio de actitud en Moscú y se acogió con beneplácito la revolución técnico-científica. Y de repente, la revolución técnico-científica se convirtió en uno de los objetivos de la sociedad comunista para crear la sociedad técnico-científica.
Como cualquier otro cambio en la óptica política del régimen comunista, en este caso también el pragmatismo resultó más fuerte que la ideología. Este cambio que ocurrió en Moscú fue adoptado por los países satélite de la URSS. Solomon Marcus.
Obviamente Bucarest se apoderó de este eslogan y así es como se hizo un doble golpe. No sólo se logró la aceptación de las investigaciones de lingüística matemática, que en aquel entonces se llamaba lingüística computacional, sino que al asociarlas a la informática fueron asociadas también a la revolución técnico-científica. El tema de interés era la traducción automática y teníamos que preparar la posibilidad de traducción automática. El objetivo era que la traducción de una lengua a otra dejara de hacerse a mano y se realizara por una máquina. El problema era crucial porque tanto los rusos como los estadounidenses querían lograr traducir fácilmente del inglés al ruso y del ruso al inglés. La lingüística era un terreno muy minado a causa de los documentos de Stalin sobre el marxismo y la lingüística. Pero de repente, la lingüística matemática se deshizo de esta cacería al pasar a la rama científico-tecnológica.
Las dos comunidades científicas, compuestas por filólogos y matemáticos, miraron con reservas la intención de crear la nueva disciplina. Solomon Marcus.
Rosetti fue uno de los pocos filólogos que acogió y estimuló esta nueva preocupación. Pero sus colegas simplemente ignoraban el tema o argumentaban en su contra. Decían que eso no era lingüística. El profesor Emanuel Vasiliu utilizaba un tipo de lingüística que se acercaba a la lógica y a la matemática. También para los matemáticos colaborar con una disciplina humanista como la lingüística era una cuestión totalmente contraria a la tradición. Y por eso muchos eran muy escépticos. No creían que con aquello se iba a lograr algo. El único que no sólo no era escéptico sino entusiasta era Moisil. ¿Se da cuenta de lo afortunados que fuimos?, gracias a su apoyo tuvimos la oportunidad de enseñar lingüística matemática en la Universidad de Bucarest ya desde principios de la década de 1960.
En su intención de investigar el nuevo campo, Solomon Marcus recibió el apoyo de matemáticos influyentes como Grigore Moisil y de filólogos como Alexandru Rosetti. Y así él y Vasiliu pasaron a implementar la nueva tendencia a través de cursos universitarios y publicaciones.
Tuve mucha suerte porque Moisil y Rosetti, en colaboración, o sea un matemático y un lingüista, abogaron por la introducción en Rumanía de las investigaciones de lingüística matemática. También lucharon por el establecimiento de estudios universitarios de lingüística matemática y fuimos uno de los primeros países del mundo en hacerlo. Yo como matemático y el profesor Emanuel Vasiliu del departamento de filología como lingüista dimos los primeros pasos en este campo. También nos facilitaron determinados intercambios en el extranjero, yo había publicado un libro de texto de lingüística matemática en la Universidad de Bucarest, salió en 1963 en la Editorial Didáctica, y se nos permitió enviar estas obras al extranjero a varias personalidades que investigaban temas similares. Inmediatamente este libro fue traducido en Londres, Nueva York, Moscú, París y Praga.
En 1966 en Bucarest se organizó el Congreso Internacional de Lingüística al que asistieron muchos lingüistas extranjeros y que contó con una importante presencia rumana. El evento puso a Rumanía en el mapa de la ciencia más de moda, una ciencia que, en sólo unas pocas décadas, haría que el ordenador fuera el objeto más importante para el mundo de hoy.
Versión en español: Victoria Sepciu