Las pizarras de Câmpina-Sinaia
La existencia de un total de 60 pizarras de plomo, de 15 centímetros de largo y 10 de ancho, en el sótano del Instituto de Arqueología Vasile Pârvan de Bucarest, ha generado una verdadera histeria entre los aficionados a la historia y a los misterios.
Steliu Lambru, 27.01.2014, 19:51
La existencia de un total de 60 pizarras de plomo, de 15 centímetros de largo y 10 de ancho, en el sótano del Instituto de Arqueología ”Vasile Pârvan” de Bucarest, ha generado una verdadera histeria entre los aficionados a la historia y a los misterios. Se trata de algunas representaciones de letras, símbolos e imágenes que, según los aficionados a la historia, datan de la época de los dacios. El tema de estas pizarras o tablillas ha inspirado muchas historias imaginarias que han suscitado numerosas polémicas en el espacio rumano. Los especialistas han explicado en reiteradas ocasiones que estas pizarras datan de la mitad del siglo XIX, pero las explicaciones no han tenido mucho efecto y el público ha mantenido su interés en las especulaciones de los aficionados. Algunos afirmaban que las pizarras descubiertas en Câmpina (a casi 100 kilómetros al norte de Bucarest), pero atribuidas a la localidad de Sinaia, contienen inscripciones dacias.
Radu Băjenaru, arqueólogo en el Instituto de Arqueología ”Vasile Pârvan” de Bucarest, presenta los argumentos de los especialistan que contradicen la autenticidad de las tablillas:
”En cuanto a estas tablillas, hay dos opiniones: la primera es la de los especialistas en arqueología y en historia antigua, de los profesionales que en general rechazan la autenticidad y consideran que las pizarras no fueron creadas durante la época dacia, es decir hace 2000 años. La segunda opinión pertenece a los entusiastas, a los aficionados a la historia antigua y a los mitos, que creen en la autenticidad de las tablillas y de esta forma quieren recrear la sociedad geto-dacia de hace 2000 años. En ambas situaciones, existen argumentos pro y contra. Sin embargo, yo creo que son mucho más fuertes los argumentos que demuestran que las pizarras datan del siglo XIX. En concreto , los análisis recientes indican que las tablillas fueron hechas de plomo, un metal que se utilizaba en las improntas del siglo XIX. Luego, lo que está inscrito en estas pizarras, la iconografía y las letras, indican cosas que ya se conocían en el siglo XIX. No aportan ninguna novedad sobre la historia de los geto-dacios, frente a lo que se conocía hace 150 años. No dicen nada sobre los descubrimientos posteriores.. En tercer lugar, los grandes historiadores de la antigüedad rumana, y aquí me refiero a Pârvan, cuya autoridad científica y empeño no se pueden poner en duda, ya concocían estas tablillas. A la hora de escribir su obra, Pârvan las ignora, porque ya sabía toda su historia. .”
¿En qué ámbito cultural se crearon las pizarras? Radu Băjenaru nos lo explica.
”Los que contradicen la autenticidad, se equivocan al calificarlas de falsos, dado que un falso significa una copia de un elemento auténtico. Aquí se trata de puras creaciones del siglo XIX de la zona de Câmpina-Sinaia, probablemente hechas por Bogdan Petriceicu Haşdeu, destacado enciclopedista y personalidad de la cultura. Contaba con la capacidad financiera e intelectual para hacer este tipo de cosas. En mi opinión ,evidentemente las tablillas representan la visión de Haşdeu sobre la historia de los geto-dacios.. Por consiguiente, no podemos incluir a dichas tablillas en un debate serio sobre la historia. Incluso si las hubieramos incluido, no sirven para nada, y de ellas no nos enteramos de nada.. El único aspecto en que podrían ayudar es la grafía geto-dacia, una mezcla de letras griegas, cirílicas, latinas y orientales. Claro, para un lingüista como fue Haşdeu, que era todo un erudita, era fácil combinarlas e inscripcionarlas. Algunos han intentado y han logrado descifrarlas, lo que me parece absurdo. Estos símbolos gráficos no pueden ser un idioma en el verdadero sentido de la palabra. Esta sería la única novedad que aportarían las pizarras, la de descifrar y entender lo que dicen las inscripiciones. Incluso si lo hiciéramos, incluso si entienderamos lo que Haşdeu quiso decir con estas pizarras, no creo que sirviera mucho, dado el nivel de los conocimientos en el siglo XIX.”
¿Por cuál razón creó Haşdeu las pizarras y cómo deberíamos relacionarnos con ellas? Radu Băjenaru.
”De ninguna manera quiso Haşdeu engañar a alguien. De hecho, fue un hombre de su época, no quiso hacer un falso, ni hacer daño, sino quiso hacer algo bueno. Debemos pensar en él como en una persona sabia, muy culta, que tenía el deseo de conocer más, de propagar más conocimientos. Fue una de sus modalidades de expresión . En aquella época, estaba muy de moda hacer este tipo de cosas. . No creo que fuera algo malo. Es malo si intentamos utilizar estas creaciones para situar su origen hace más de 2000 años. Sería bueno si las considerasemos las creaciones de un hombre de la cultura. Lo peor es que este tipo de cosas se convierten en argumentos para justificar una historia que no conocemos y que en cualquier caso, es la misma , sea que la cuentan las tablillas o la revelan las fuentes antiguas, porque las tablillas se fundamentan en las fuentes antiguas. En este punto no existen discrepancias. Lo que no entiendo es por qué algunos quieren que las tablillas fueran auténticas. En la antigüedad, estas cosas no existían, en ningún lugar se ha conservado este tipo de grafía. No sé por qué deberíamos tenerla nostros.”
A mediados del siglo XIX, en plena época de los ”falsos nacionales”, dominaba el espíritu del romanticismo. Además de las pizarras, a Haşdeu se le ha atribuido la paternidad de otras dos creaciones, las así llamadas el ”Diploma bârlădeană (de Bârlad) de 1134” y el ”Hrisov (documento) de Iurg Koriatovich de 1347”. Sin embargo, la historia de hoy no se escribe igual que hace 150 años.
(trad. Simona Sarbescu)