La televisión y la sociedad en los años 1960-1970
Entre 1945 y 1989, los medios de comunicación de Rumanía estaban subordinados al poder comunista. Fue un proceso gradual pero a ritmo sostenido.
Steliu Lambru, 11.02.2019, 19:09
Entre 1945 y 1989, los medios de comunicación de Rumanía estaban subordinados al poder comunista. Fue un proceso gradual pero a ritmo sostenido. A mediados de los años 1940 se subordinaban al partido la prensa escrita y la radiodifusión, y la televisión apareció en un momento en que todo estaba controlado por el partido-Estado. En general, la prensa rumana era prensa de propaganda pero la televisión, creada en 1957, trataba de estar más cerca de lo social y de los programas occidentales. El periodista Ion Bucheru fue vicepresidente de la Radiotelevisión Rumana a comienzos de los años 1970. Procedente de la prensa escrita, Bucheru consideró su nombramiento en la televisión como un reto. En una entrevista concedida en 2003 al Centro de Historia Oral de la Radiodifusión Rumana, Bucheru declaró que la televisión fue una inversión que trató de conectar a Rumanía con el mundo:
“En 1970 me ofrecieron un puesto en la televisión. En aquel momento había finalizado la construcción del nuevo centro de la televisión de Calea Dorobanti, una de las instalaciones televisivas más modernas de esta zona de Europa dotado desde el punto de vista técnico con equipos de la más alta calidad existentes en aquel período. Dicho centro cubría alrededor de 50-55 horas semanales: emisión, producción y difusión. Para este número de horas, estas instalaciones eran ideales, funcionaban bien y los tres grandes estudios eran suficientes en aquel momento. Yo tenía que encargarme de toda la parte editorial y la investigación social, los reportajes, excepto los programas de actualidad y las noticias económicas.
Claro que la principal misión de la televisión pública era la propaganda a favor del régimen. Nuevamente en declaraciones para RRI, Ion Bucheru:
“El vicepresidente tenía que coordinar, orientar algunos sectores, asegurar la orientación político-ideológica de las emisiones y por supuesto los elementos de índole cultural necesarios. Posteriormente, todo este proceso conoció una degradación rápida, muy acentuada, dramática e incluso trágica en un determinado momento. Cuando empecé a trabajar en la televisión, más allá de la orientación general de la institución que era prensa de partido, al igual que toda la prensa, el primer punto de la Constitución mencionaba que el partido debía dirigir todos los sectores de actividad, especialmente los sectores que tenían que ver con la vida espiritual, cultural, política, ideológica. Creo que todas las personas que trabajaron en la prensa rumana antes de 1989 deberían dejar de ocultar el hecho de que en realidad trabajaron para la prensa de partido. Claro que había una gran diferencia entre la manera en que se aplicaba este principio, digamos, al «Siglo XX» o a la «Rumanía Literaria», aunque también esta tenía su importancia como órgano de la Unión de Escritores, y la Radiotelevisión Rumana. En esencia se trataba de la misma cosa.
En los años 1970, la Televisión Rumana llegó a producir 117 horas semanales, una cifra impresionante para sus posibilidades, pero muy modesta en comparación con las televisiones públicas occidentales. Aun así, la televisión asumió un cargo cultural-educativo. Ion Bucheru:
“La parte dedicada al cine era muy apreciada aunque este segmento no era tan difundido como en las televisiones occidentales. En general, las series eran bien recibidas por el público y figuramos entre los grandes consumidores de series de televisión de tipo BBC. Cabe precisar que la serie británica «La saga de los Forsyte» primero se difundió en Bucarest y luego en París. Los franceses aún no habían comprado «La saga de los Forsyte» de los británicos cuando la Televisión Rumana empezó a difundirla. El programa de lenguas extranjeras se inició en los años 1970 cuando implementamos el aprendizaje de idiomas extranjeras en la televisión.
Las emisiones sociales también disfrutaban de mucho éxito en los años 70 cuando se permitía un poco de libertad de expresión. Ion Bucheru también nos habló de dos programas sociales muy apreciados, “Reflector e “Investigación social:
“Yo me encargué de «Reflector», programa que se difundía dos veces a la semana. «Investigación social» se difundía cada dos semanas. «Reflector» tenía una duración de 20-25 minutos mientras que «Investigación social» tenía entre 50 y 60 minutos de duración. Estos dos programas se habían convertido en una institución social: la gente se dirigía al «Reflector« y a la «Investigación social». Las cinco personas que realizaban el «Reflector» eran fiscales que ejercían su mandato del mandato público. Tenían correspondencia personal, se encargaban de resolver los problemas de personas que ya no tenían ninguna esperanza o de las instituciones que habían consumido todas las posibilidades legales de solucionar litigios con personas particulares o con otras instituciones.
Sin embargo, a finales de los años 1970, la Televisión Rumana empezaba a perder su encanto, siendo sus programas cada vez más aburridos, estridentes y dedicados al culto de la personalidad de Nicolae Ceausescu. En los años 1960 y sobre todo en los años 1970, los periodistas de allí habían demostrado que si hubieran tenido la libertad necesaria habrían ejercido su trabajo de forma profesional.