La Sovromconstrucción (Sovromconstrucţia)
Las empresas mixtas rumano-soviéticas “Sovrom fueron creadas inmediatamente después de la ocupación de Rumanía por el Ejército Rojo a finales de la Segunda Guerra Mundial.
Steliu Lambru, 18.04.2016, 16:38
Las empresas mixtas rumano-soviéticas “Sovrom” fueron creadas inmediatamente después de la ocupación de Rumanía por el Ejército Rojo a finales de la Segunda Guerra Mundial. La primera fue la empresa Sovrompetróleo (Sovrompetrol), el 17 de julio de 1945. Teóricamente, las empresas Sovrom tenían por objetivo reconstruir Rumanía y pagar los daños de la guerra a la URSS asegurando recursos a la economía soviética. Rumanía tenía que pagar aproximadamente 300 millones de dólares estadounidenses en concepto de comprensación según la Convención de armisticio. Sin embargo, se cree que Rumanía pagó mucho más mediante las empresas Sovrom. La contribución soviética a la creación de las Sovrom fue insignificante, siendo el principal factor activo la participación de los consejeros soviéticos que supervisaban el funcionamiento de las empresas.
Sin embargo, las empresas Sovrom tuvieron también el papel de movilizar a la gente para la restauración económica, y la ideología tuvo una enorme importancia para reclutar la mano de obra. Una de las empresas mixtas rumano-soviéticas de las que dependía la restauración de la economía rumana fue la Sovromconstrucción (Sovromconstrucţia). Creada el 4 de julio de 1948, la Sovromconstrucción (Sovromconstrucţia) fue responsable de las grandes obras a las que estaban siendo enviados a participar, junto a los trabajadores, todos aquellos que ya no cumplían con los criterios del régimen. Uno de los jóvenes que ya no cumplían con esos criterios fue el historiador Dinu C. Giurescu, hijo del historiador Constantin C. Giurescu y que fue preso político. En 1950, Dinu C. Giurescu se había graduado recientemente en la Facultad de Historia y fue enviado a trabajar como capataz en la Sovromconstrucción (Sovromconstrucţia), que construía carreteras. En una entrevista concedida en 2002 al Centro de Historia Oral de la Radiodifusión Rumana, explicó cómo se creó la Sovromconstrucción (Sovromconstrucţia):
“La Sociedad Sovromconstrucciones 6 (Sovromconstrucţii 6) estaba especializada en la construcción de carreteras. Su base había sido la Deutsche Rumanisches Bau, una sociedad alemano-rumana de construcción de carreteras durante la guerra. Confiscada por los soviéticos tras el armisticio, junto con otras pequeñas empresas de construcción de carreteras de Rumanía, que pasaron a ser propiedad del Estado en el 48 y que habían sido privadas, se creó una gran empresa de carreteras, la Sovromconstrucción número 6 (Sovromconstrucţia 6). Y desde febrero y marzo de 1949 hasta comienzos de abril participamos en unos cursos, 6-7 horas al día, en los que nos iniciaban en la construcción de carreteras. Había todo tipo de gente con expedientes “al borde de la ley”, en mi situación, con el expediente incierto. Después me enviaron a la carretera Urziceni-Slobozia, en la aldea de Andrăşeşti.”
El joven historiador, que no podía hacer su trabajo por los criterios políticos de la época, tuvo que reorientarse a otro ámbito y a una posición inferior a su preparación. La vida en el campo y el ámbito de los trabajadores eran nuevos para él:
“Recuerdo que era la carretera principal y los caminos de la aldea eran perpendiculares a la carretera principal. Alquilé una habitación de un campesino en un camino con álamos. Hacía buen tiempo, había comenzado la primavera, sus casas estaban todavía en bastante buen estado. Pero tenía que caminar unos 10 minutos de la carretera a la casa del campesino. Y la aventura comenzaba por la tarde, cuando me ladraban todos los perros y tenía miedo, porque no sabía si salían o no de los patios. Los capataces tenían dos cabañas de madera donde tenían sus despachos. Pasaba por lo menos la mitad del día o más en la obra, a lo largo de 10 kilómetros, para ver qué hacía la gente. Hablaba con los jefes de equipo, verificaba. Recuerdo un jefe carpintero, Dumitrescu Constantin, una persona tranquila de aproximadamente 40 años. Le dije que no sabía nada de lo que hacían ellos y le pedí que me enseñara. Construían barracas, hacían encofrados. Y me enseñó el trabajo en construcciones. En unas sesiones empecé a aprender todos los elementos de una construcción de madera. Cada vez que hacían algo nuevo, iba a él.”
La Sovromconstrucción (Sovromconstrucţia), al igual que la Sovromcarbón (Sovromcărbune), era una empresa en la que incluso las personas indeseables podían trabajar, a diferencia de otras empresas Sovrom, como Sovrombanc, Sovromcine (Sovromfilm) o Sovromseguro (Sovromasigurare), en las que la carrera se decidía según los criterios políticos. Sin embargo, Giurescu recordó que lo recibió bien la gente más humilde de la Sovromconstrucción (Sovromconstrucţia):
“Era de otra categoría social. En general la gente me recibió bien. No estoy hablando de los funcionarios, porque su mundo era toda una jungla. Es decir que ahí estaban todos aquellos que habían fracasado social y políticamente. Había ex oficiales, abogados, magistrados, contables. Recuerdo que Dumitrescu había sido oficial en la Guardia Real. Tenía dos temores: el de no provocar un escándalo en la obra, porque algunos se consideraban afectados por la injusticia y la policía política (Securitate) estaba en Urziceni y sabía lo que iba a pasar. El segundo era el de que no me descubrieran con alguna operación imprevista, y se podía decir que la había añadido para que la gente saliera bien. No vi consejeros soviéticos, creo que vi una sola vez al director de Sovromconstrucciones 6 (Sovromconstrucţii 6), Habanov, que vestía según la moda soviética. Todos los demás eran ingenieros, profesionales.”
La Sovromconsrucción (Sovromconstrucţia) dejó de existir, al igual que las empresas hermanas, entre 1956 y 1959, como muestra de la apertura de la dirección soviética. A pesar de ello, las animosidades entre Rumanía y la URSS sobre el patrimonio de las empresas Sovrom continuaron hasta los años 80.