La sal en el espacio prehistórico rumano
La cordillera de los Cárpatos y el espacio extracarpático contienen la mayor reserva de sal de Europa. Los arqueólogos han establecido que las huellas prehistóricas de los caminos de la sal en la cuenca carpática hacia el oeste y el sur de Europa confirman una teoría según la cual la primera identidad europea se vincula al comercio con la sal. En Roma existía “via salaria” — o sea, el camino que abastecía la ciudad con sal. Algunas teorías consideran que la expansión romana a la Dacia antigua y su conquista no se realizaron únicamente por razónes políticas, sino también para controlar los recursos naturales. Además de los filones de oro, los romanos buscaban un acceso más fácil a los yacimientos de sal. Aunque datara de una época más reciente, de la Edad Media, en Bucarest existe hoy en día una prueba de la importancia de la sal para la economía rumana, y nos referimos a la avenida llamada Drumul Sarii — el Camino de la Sal, en español.
Son pocas las cosas que nos rodean en el presente y que tengan una historia ininterrumpida aun desde los tiempos prehistóricos. Es el caso de la sal. Lo que llamamos prehistoria se refiere a la civilización material y espiritual del ser humano, desde su aparición, hasta la época de las primeras ciudades y la invención de la escritura, eso es, unos cinco millones de años atrás. El espacio carpático era la principal fuente de sal para los pueblos europeos, y junto con Carol Capita, catedrático de prehistoria de la Facultad de Historia de la Universidad de Bucarest, trataremos de presentarles algunos aspectos de la importancia de la sal para las comunidades humanas prehistóricas. Escuchémosle:
“La sal condiciona la existencia de la mayoría de los organismos vivos, porque la sal es un elemento imprescindible en los procesos de electrólisis que aseguran el funcionamiento del cuerpo. Por tanto, la sal asegura la salud de los organismos. Además, la sal es fundamental para la existencia de las comunidades, no sólo en el espacio rumano, sino también en la zona de los Países Bajos, por ejemplo, en el espacio frances. Tenemos argumentos arqueológicos muy sólidos que atestiguan la explotación de la sal aun desde el año 10.000 antes de Jesucristo, de algunos yacimientos de sal gema, ya que existía una larga tradición de la explotación de las rocas duras. Así, la tecnología era disponible incluso a este nivel. En el espacio rumano — más exactamente en Transilvania, la zona de Covasna, así como en la región de Valcea en Valaquia — podemos demostrar que la explotación de la sal gema data de los años 1800 antes de Jesucristo. Es muy interesante el hecho de que existe una asociación entre las culturas de la época del bronce, muy avanzadas y ricas, y la existencia de los yacimientos de sal. El caso de Sarata Monteoru es emblemático. Se trata de una cultura que se extiende desde la Europa Central, hasta el sur del Danubio. Otro ejemplo es la zona de Valcea, con el sitio de Buridava, de la cual sabemos que era una zona muy habitada.”
De la zona del arco carpático, los caminos de la sal se extendían en dos direcciones: hacia el oeste y el noroeste, y hacia el sur y el sudeste, respectivamente. Mas detalles nos ofrece seguidamente el catedrático Carol Capita:
“Si miramos un mapa para establecer la ubicación de las explotaciones de sal respecto a los centros y la distribución de la cerámica, comprobamos que el espacio rumano abastecía con sal gema a dos regiones fundamentales para la cristalización de la cultura europea. Por un lado, tenemos una dirección que va desde Transilvania hasta Hungría, Eslovaquia y más allá, hasta el espacio alemán, que carecía de yacimientos de sal. De esa región de la Europa Central, mas exactamebnte de Wittenberg, se importaba el cobre. Por otro lado, también partiendo de la cerámica, podemos ver los lazos con el espacio al sur del Danubio, sobre todo la zona de los Balcanes Occidentales, hasta la antigua Tracia. Es interesante que estas direcciones que van del este al oeste y del norte al sur coinciden con las direcciones de las últimas olas de las migraciones indoeuropeas, que conllevaron la creación de los pueblos indoeuropeos en el espacio rumano. Sabemos también que estos pueblos indoeuropeos son preponderantemente pueblos de pastores y que existe una relación muy estrecha entre las culturas pastoriles y la existencia de la sal gema. Por lo tanto, todos estos elementos demuestran que en el espacio rumano, la sal fue fundamental para la creación de un horizonte cultural que marca el final de la prehistoria europea.”
La sal de los Cárpatos no era sólo un alimento. Se considera que es uno de los primeros elementos que contribuyeron a la creación de las primeras formas de acercamiento entre las comunidades y los individuos. De nuevo ante nuestros micrófonos, el catedrático Carol Capita:
“Tal vez el espacio rumano no sea central en la génesis de los pueblos europeos, porque había diversos núcleos de etnogénesis. Sin embargo, la sal de esta zona desempeñó un papel más importante que el oro en el proceso de diseminación de cultura y la creación de algunos rasgos culturales europeos comunes. Lo más probable, el agento de la creación de un corredor para la circulación de las ideas, de los objetos y de la población, es la sal. Uno puede vivir sin el oro, pero de ninguna manera sin la sal. Los característicos de la sal rumana son, por un lado, la cantidad, y por el otro, la facilidad de la explotación. Los yacimientos no son hondos y la excavación no es arriesgada. Mucho más tarde, cuando comenzó el lavado de la sal, surgieron problemas del microrelieve.”
Al cabo de tantos millones de años, los recursos de sal de la cuenca carpática todavía se explotan y parecen inagotables. Sin embargo, para la gente de hoy, la sal ya no es un elemento de acercamiento, sino una mera especie en la cocina.
Steliu Lambru, 29.01.2013, 18:02
La cordillera de los Cárpatos y el espacio extracarpático contienen la mayor reserva de sal de Europa. Los arqueólogos han establecido que las huellas prehistóricas de los caminos de la sal en la cuenca carpática hacia el oeste y el sur de Europa confirman una teoría según la cual la primera identidad europea se vincula al comercio con la sal. En Roma existía “via salaria” — o sea, el camino que abastecía la ciudad con sal. Algunas teorías consideran que la expansión romana a la Dacia antigua y su conquista no se realizaron únicamente por razónes políticas, sino también para controlar los recursos naturales. Además de los filones de oro, los romanos buscaban un acceso más fácil a los yacimientos de sal. Aunque datara de una época más reciente, de la Edad Media, en Bucarest existe hoy en día una prueba de la importancia de la sal para la economía rumana, y nos referimos a la avenida llamada Drumul Sarii — el Camino de la Sal, en español.
Son pocas las cosas que nos rodean en el presente y que tengan una historia ininterrumpida aun desde los tiempos prehistóricos. Es el caso de la sal. Lo que llamamos prehistoria se refiere a la civilización material y espiritual del ser humano, desde su aparición, hasta la época de las primeras ciudades y la invención de la escritura, eso es, unos cinco millones de años atrás. El espacio carpático era la principal fuente de sal para los pueblos europeos, y junto con Carol Capita, catedrático de prehistoria de la Facultad de Historia de la Universidad de Bucarest, trataremos de presentarles algunos aspectos de la importancia de la sal para las comunidades humanas prehistóricas. Escuchémosle:
“La sal condiciona la existencia de la mayoría de los organismos vivos, porque la sal es un elemento imprescindible en los procesos de electrólisis que aseguran el funcionamiento del cuerpo. Por tanto, la sal asegura la salud de los organismos. Además, la sal es fundamental para la existencia de las comunidades, no sólo en el espacio rumano, sino también en la zona de los Países Bajos, por ejemplo, en el espacio frances. Tenemos argumentos arqueológicos muy sólidos que atestiguan la explotación de la sal aun desde el año 10.000 antes de Jesucristo, de algunos yacimientos de sal gema, ya que existía una larga tradición de la explotación de las rocas duras. Así, la tecnología era disponible incluso a este nivel. En el espacio rumano — más exactamente en Transilvania, la zona de Covasna, así como en la región de Valcea en Valaquia — podemos demostrar que la explotación de la sal gema data de los años 1800 antes de Jesucristo. Es muy interesante el hecho de que existe una asociación entre las culturas de la época del bronce, muy avanzadas y ricas, y la existencia de los yacimientos de sal. El caso de Sarata Monteoru es emblemático. Se trata de una cultura que se extiende desde la Europa Central, hasta el sur del Danubio. Otro ejemplo es la zona de Valcea, con el sitio de Buridava, de la cual sabemos que era una zona muy habitada.”
De la zona del arco carpático, los caminos de la sal se extendían en dos direcciones: hacia el oeste y el noroeste, y hacia el sur y el sudeste, respectivamente. Mas detalles nos ofrece seguidamente el catedrático Carol Capita:
“Si miramos un mapa para establecer la ubicación de las explotaciones de sal respecto a los centros y la distribución de la cerámica, comprobamos que el espacio rumano abastecía con sal gema a dos regiones fundamentales para la cristalización de la cultura europea. Por un lado, tenemos una dirección que va desde Transilvania hasta Hungría, Eslovaquia y más allá, hasta el espacio alemán, que carecía de yacimientos de sal. De esa región de la Europa Central, mas exactamebnte de Wittenberg, se importaba el cobre. Por otro lado, también partiendo de la cerámica, podemos ver los lazos con el espacio al sur del Danubio, sobre todo la zona de los Balcanes Occidentales, hasta la antigua Tracia. Es interesante que estas direcciones que van del este al oeste y del norte al sur coinciden con las direcciones de las últimas olas de las migraciones indoeuropeas, que conllevaron la creación de los pueblos indoeuropeos en el espacio rumano. Sabemos también que estos pueblos indoeuropeos son preponderantemente pueblos de pastores y que existe una relación muy estrecha entre las culturas pastoriles y la existencia de la sal gema. Por lo tanto, todos estos elementos demuestran que en el espacio rumano, la sal fue fundamental para la creación de un horizonte cultural que marca el final de la prehistoria europea.”
La sal de los Cárpatos no era sólo un alimento. Se considera que es uno de los primeros elementos que contribuyeron a la creación de las primeras formas de acercamiento entre las comunidades y los individuos. De nuevo ante nuestros micrófonos, el catedrático Carol Capita:
“Tal vez el espacio rumano no sea central en la génesis de los pueblos europeos, porque había diversos núcleos de etnogénesis. Sin embargo, la sal de esta zona desempeñó un papel más importante que el oro en el proceso de diseminación de cultura y la creación de algunos rasgos culturales europeos comunes. Lo más probable, el agento de la creación de un corredor para la circulación de las ideas, de los objetos y de la población, es la sal. Uno puede vivir sin el oro, pero de ninguna manera sin la sal. Los característicos de la sal rumana son, por un lado, la cantidad, y por el otro, la facilidad de la explotación. Los yacimientos no son hondos y la excavación no es arriesgada. Mucho más tarde, cuando comenzó el lavado de la sal, surgieron problemas del microrelieve.”
Al cabo de tantos millones de años, los recursos de sal de la cuenca carpática todavía se explotan y parecen inagotables. Sin embargo, para la gente de hoy, la sal ya no es un elemento de acercamiento, sino una mera especie en la cocina.
(trad. Luminita Ganea)