La Radiodifusión Rumana y el fascismo
Como institución de prensa y resultado del progreso de la tecnnología, la radio fue una novedad absoluta en el periodo de entreguerras.
Steliu Lambru, 15.07.2013, 13:33
Como institución de prensa y resultado del progreso de la tecnnología, la radio fue una novedad absoluta en el periodo de entreguerras. Inevitablemente, la radio se ha situado en el centro de los acontecimientos más destacados después de los años 1930 y su historia puede representar una fuente muy importante para el estudio de la historia contemporánea.
A finales de los años ´30, los régimenes fascistas y autoritarios de derecha lideraban en muchos países europeos . Utilizaban la radio como instrumento de propaganda, para legitimar y consolidar su posición. Lo mismo sucedió en Rumanía con la institución de la Radiodifusión, creada en 1928. La politización fue uno de los principales obstáculos que la Radio se vio obligada a superar, porque la instalación de los régimenes totalitarios de derecha o de izquierda afectó su misión de informar con objetividad sobre el acontecer diario.
Los testimonios grabados por el Centro de Historia Oral de la Radiodifusión Rumana entre los años 1990 y 2000 confirmaron la dificultad de mantener el equilibrio entre la presión del régimen político y la conciencia profesional. Sin embargo, los grandes acontecimientos encontraron su lugar en los programas de actualidad, así como fue por ejemplo el asesinato de Corneliu Zelea Codreanu, el líder de la Guardia de Hierro, en 1938. El profesor Olimpiu Borzea recordaba en 2001 cómo se enteró de aquel momento por la Radio.
“Era la víspera de San Andrés, el 29 de noviembre, se celebraba la fiesta del Apóstol Andrés. En la sala grande de la Academia Teológica, en el aula, había un piano, y ahí se reunía la élite de los intelectuales de Sibiu. Yo venía de la nueva escuela, una escuela muy moderna, era estudiante en el segundo año. Llegué al Mercado de Queso, entonces lleno de pastores. Escuché en los difusores “Atención, atención!”, un anuncio de la emisora de radio, porque habían difusores en las calles: un grupo de legionarios encabezados por Corneliu Codreanu, intentaron escaparse de la escolta y fueron fusilados!” Todos nos quedamos asustados “¿Cómo?!” La gente se quedó sin palabras!”
Vasile Blănaru ingresó a la Radio en 1938, en la redacción de teatro, y posteriormente ocupó cargos directivos. En 1999, contó al Centro de Historia Oral sobre la presencia del fascismo en esta institución.
“En la Radio, los legionarios( los fascistas rumanos ndr) tenían su propia sección. Formaban parte de Organización Raspanditi (Divulgar), es decir eran los de la Radiodifusión, del futuro ministerio de Cultura. Había unas 5-6 secciones y todas tenían su sede en la Radiodifusión, en la calle Esculap, cerca de la sede actual de la Radio, en Berthelot. Yo dirigí esta sección, este departamento, hasta la rebelión. Yo, como líder y representante político, participaba en las reuniones del consejo de administración cuyo presidente era Nichifor Crainic. Se emitió un decreto ley que pretendía eliminar a los judíos de los cargos oficiales. Yo también era director económico y presenté una propuesta: si despedimos a un empleado de la Radio, debemos pagarle una indemnización equivalente al sueldo por seis meses. Y el único que fue despedido entonces fue un judío del departamento de programas de la Radio, y le dieron 6 salarios mensuales como indemnización por despido.”
Otro acontecimiento importante fue el asesinato del primer ministro Armand Călinescu, el 21 de septiembre de 1939, por un grupo de legionarios. Tras haberle matado, los asesinos anunciaron por radio se crimen. Vasile Blănaru estuvo allí cuando los legionarios entraron en el estudio.
“Estaba en la Radio, precisamente aquel día me encontraba en la sede de la Radio. Vinieron Miti Dumitrescu, Traian Popescu y Moldovanu, 6 de los que ejecutaron en Cotroceni a Armand Călinescu. Se presentaron ahí, subieron al estudio de la radio, donde cantaba la orquesta. Tenían armas, pistolas y bombas. Estaban perfectamente preparados! Los de la orquesta se levantaron, se asustaron y entonces uno del grupo, Traian Popescu, anunció al micrófono que un equipo de legionarios había ejecutado al enemigo del pueblo, en fin, toda la historia. Detrás de la puerta del estudio, dejaron todas sus armas, las pistolas y bajaron a la sede de la comisaría policial de la Sociedad de Radiodifusión y se entregaron ahí. Yo los vi cuando se fueron y se entregaron a la policía.”
La Radiodifusión Rumana fue un lugar peligroso también durante la rebelión legionaria de los días 21-23 de enero de 1941, cuando el general Ion Antonescu, apoyado por el ejército y la Alemania nazi, eliminaron a la Guardia de Hierro del gobierno. Los legionarios, o sea los fascistas rumanos se habian vuelto incómodos incluso para los nazis. El ingeniero Gheorghe Crisbăşanu trabajó en la estación de Bod en 1934. En 1997, recordaba aquellos acontecimientos.
“Llegué en coche desde Bucarest y en la puerta no me dejaron entrar en el patio donde había el equipamiento radio, porque temían que trajera armas para los legionarios. Y entonces, el coronel que estaba junto a mi, dijo al guardia que llamara al comandante del ejército legionario para que hablara con nostros. Se presentó el individuo y el coronel le pidió que entregase todo el armamento y que se marcharan todos, que no iba a pasar nada. Vinieron todos, toda la Guardia, entregaron sus cinturones con las pistolas y todas las armas que tenían y todo el grupo fue detenido entonces. Es decir unas 12 personas, los llevaron en un coche directamente a la cárcel en Braşov. Y luego me permitieron entrar, pero antes me hicieron un control para verificar si no iba armado.”
La Radiodifusión rumana volvía a ser libre tras el 23 de agosto de 1944. Desafortunadamente, por muy poco tiempo. El otro totalitarismo, el comunismo, iba a liderar durante algunas décadas.
Trad. Simona Sarbescu