LA PRIMERA ESCUELA RUMANA EN ŞCHEII BRAŞOVULUI
En 1495, en Şcheii Braşovului se construyó la iglesia que iba a albergar la primera institución educativa en el territorio rumano.
Monica Chiorpec, 16.07.2015, 18:40
En 1495, en Şcheii Braşovului se construyó la iglesia que iba a
albergar la primera institución educativa en el territorio rumano. Actualmente,
el edificio restaurado al estilo barroco en el siglo XVIII alberga en Braşov el
museo denominado La primera escuela rumana. El sacerdote y profesor Vasile
Oltean ha hablado sobre esta cuna de la espiritualidad rumana:
Atravesando la historia, se constata que la iglesia que alberga
esta zona fue construida por más de 32 príncipes reinantes y grandes boyardos
de Ţara Românească y Moldavia. Gracias a esta ventaja, confirmada por los 80
privilegios (en la Edad Media, un documento que representaba un título de
propiedad) que existen aquí, se creó un centro cultural y espiritual rumano muy
fuerte, que se concretó en primer lugar a través de la primera escuela rumana.
Según la historia, sabíamos que la enseñanza rumana data del siglo XVI, pero la
crónica de la iglesia contradice esta idea, porque la santa iglesia y la
escuela se construyeron en 1495. ¿Cómo sería posible no creer en la
crónica, dado que, en 1932, Aurelia Mureşan publicó los documentos sobre la
construcción del edificio en 1495? Es una documentación capaz de mostrar la
verdad. Mientras tanto, nos sorprende el texto de la Bula Papal de Bonifacio
IX, de 13 de diciembre de 1392, en la que el Papa hablaba de los cismáticos de Şchei,
que recibían educación de unos seudoprofesores.
Alrededor de la escuela de Şchei se formaron a los largo de muchos
siglos verdaderos focos culturales, representativos no sólo por la región de
Bârsa, sino también por todo el espacio rumano. Aquí aparecieron los primeros
libros en rumano del diácono Coresi. Además, en
la escuela de Şchei, Dimitrie Eustatievici escribió en 1757 el primer libro de
gramática rumana.
He aquí lo que ha contado el sacerdote y profesor
Vasile Oltean sobre el tormentoso recorrido del patrimonio de la
primera escuela rumana de Şcheii Braşovului:
Recuerdo en el año 1981, cuando descubrimos el manual escolar de los siglos
XI-XII, que tiene 700 páginas. Sólo la lección sobre la virtud tiene 250
páginas. Un manual de este tamaño e importancia, con un contenido tan rico,
seguramente supone la existencia de un sistema educativo superior. Estoy
pensando en el perfil de la persona que venía a la escuela a aprender de un
manual de este tipo… Tenemos 15 habitaciones con almacenes y otras tres
habitaciones que todavía no se han investigado. Tenemos 6.000 libros altiguos y
30.000 documentos. Hasta 1962, todos estaban ocultos en la torre de la iglesia.
Nadie sabía de ellos, y en 1962, por casualidad, un anciano, el profesor Ioan
Colan subió a la torre para llevar una tabla, y detrás de ella se derrumbó un
muro que escondía estos documentos. Ioan Colan se quedó ocho años en la prisión porque tenía la Biblia de Şaguna
en la biblioteca, no quiso prenderle fuego y, por lo tanto, fue declarado
bandolero y enemigo del pueblo. Después de ocho años de prisión,
empezó a trabajar aquí, en la iglesia, como obrero no calificado, carpintero, a
pesar de que tenía tres títulos de doctor y dos licenciaturas.
En 1949, según el decreto de Ana Pauker, a través del que era
necesario prender fuego a todos los valores del patrimonio de la iglesia, iba a
pasar lo mismo con todos los documentos de la escuela de Şchei. Un sacerdote
los había metido en el muro de la torre de la iglesia, para protegerlos de la
inminente destrucción por orden de las autoridades comunistas, donde se
quedaron hasta 1962, cuando se descubrieron. El arcipreste Vasile Cuman empezó
inmediatamente a organizar el museo de la escuela de Şchei. Nuevamente ante el
micrófono Vasile Oltean:
Si tenemos un manual
del siglo XI, seguro que también hubo una escuela. Encontramos también un
catálogo de estudiantes, probablemente el más antiguo del país, que data de
1683. Sólo había un profesor, Ioan Duma. Tenía 110 estudiantes, el más joven
tenía 20 años de edad. Se quedaba tres meses en la escuela para llegar a ser
gociman. Esta palabra procede del alemán Gottsmann, y
significa la persona de Dios. Era de hecho el administrador de la
comunidad y de la iglesia. Estos administradores eran muy potentes, incluso podían despedir al sacerdore, si
no cumplía con las demandas. Si se quedaba seis meses en la escuela, el
estudiante llegaba a ser cantor. Cantaba en el facistol y cuidaba la iglesia.
Si se quedaba nueve meses, llegaba a ser sacerdote. Para venir a la escuela, el
estudiante tenía que traer un balde de trigo, un carro de leña y dinero, cuatro
florines, según resulta del catálogo. Con este dinero se podrían comprar tres o
cuatro bueyes. Pero no pagaban el estudiante o su padre, sino toda la aldea. El
hecho de que había 110 estudiantes muestra que venía gente de toda Ţara Bârsei.
La primera estudiante no se registró hasta 1846.
En la colección de la escuela de Şchei existe el primer
libro en eslavo, que data de 1491, imprimido bajo orden del príncipe reinante
de Moldavia, Ştefan cel Mare. Sweipold Fiol fue
el que, sin saberlo, imprimió el primer libro ortodoxo, aunque fuera en el
centro del mundo católico, en Cracovia. Los 6.000 libros antiguos y los 30.000
documentos de Braşov representan un verdadero tesoro de la cultura
universal.