La “Mineriada”, 30 años después
Los violentos acontecimientos del 13 al 15 de junio de 1990 en Bucarest, que culminaron con la llegada de los mineros y la agresión de la población civil de la capital, representaron un paso atrás para la sociedad rumana.
România Internațional, 15.06.2020, 16:20
Los violentos acontecimientos del 13 al 15 de junio de 1990 en Bucarest, que culminaron con la llegada de los mineros y la agresión de la población civil de la capital, representaron un paso atrás para la sociedad rumana menos de medio año después de haber recuperado la libertad en diciembre de 1989. La llamada “Mineriada” de junio de 1990 fue la tercera llegada de los mineros a Bucarest para apoyar al Frente de Salvación Nacional (FSN) contra los partidos de oposición. Pero en realidad fue una manifestación de odio e intolerancia al pluralismo democrático que apenas estaba resurgiendo. En el contexto de las protestas organizadas en la Plaza de la Universidad en abril de 1990 por la sociedad civil y apoyadas por la oposición y las elecciones del 20 de mayo de 1990 ganadas por el FSN, la tensión había alcanzado niveles máximos. El intento de la policía de poner fin a la manifestación de la Plaza de la Universidad el 13 de junio de 1990 fue el comienzo de tres días de violencia que dejaron 6 muertos y 750 heridos.
Los episodios de violencia del 13 al 15 de junio de 1990 se produjeron en un contexto específico. Preguntamos al historiador Cristian Vasile en qué consiste su individualidad.
“Algunos historiadores los sitúan en el contexto del período inmediatamente posterior al comunismo y consideran que se trata de la última represión comunista llevada a cabo en Rumanía. Yo les doy la razón porque las manifestaciones de esa época, de represión de una parte de la población civil, tienen varias características que también se dieron inmediatamente después de 1944. Esto se explica por la continuidad del personal político y de los métodos políticos que caracterizaron el período posterior a marzo de 1945. La misma práctica de instigar a un grupo de civiles contra otro grupo de civiles se ha visto en los acontecimientos de junio de 1990″.
Se ha dicho que la llegada de los mineros a Bucarest el mes de junio de 1990 fue causada por la debilidad del Estado, de las fuerzas del orden público que no consiguieron poner fin a las protestas el día 13 de junio. Cristian Vasile:
“Yo también habría tenido la tentación de creer en la teoría de la debilidad de la policía que fue incapaz de aplicar la ley y poner fin a los disturbios. Si observamos de cerca lo que sucedió del 13 al 15 de junio de 1990, especialmente el 13 de junio porque esta es la fecha esencial, vemos una debilidad en la aplicación de la ley, pero también vemos ciertos aspectos que no tienen explicación. Hay varias grabaciones de conversaciones en que el viceministro del Interior, el general Diamandescu, le dijo a su interlocutor «prendimos fuego a los autobuses, tal y como habíamos acordado». ¿Qué debemos entender de estas palabras? Luego hay testimonios concordantes y dignos de fe de que el incendio de la sede de la Policía de la capital no fue provocado por los manifestantes sino que estalló dentro del edificio. Además, es inexplicable cómo cientos de policías se retiran sin defenderse en la sede del Ministerio del Interior».
La mayoría de los analistas consideran que la consolidación del nuevo poder representado por Ion Iliescu mediante la manipulación de las masas es la causa principal de los acontecimientos. Cristian Vasile:
“Aquellos trastornos en el área de la Universidad y la Calle de la Victoria fueron reprimidos la noche del 13 al 14 de junio. A las 3 en punto de la madrugada los policías habían arrestado a los elementos turbulentos y controlaban la situación. Los mineros llegaron un poco más tarde y fueron recibidos por el entonces presidente Ion Iliescu. Iliescu, en lugar de tratar de calmar la situación y explicarles que el ejército y la policía tenían el control de la situación, los invitó a ocupar la Plaza de la Universidad. ¿De qué sirvió este gesto unas horas después de que la policía y el ejército recuperaran el control de la situación? Esa invitación completamente imprudente condujo a la violencia de la mañana del 14 de junio y del día siguiente. Por lo tanto, fue una incitación a la violencia absolutamente inútil y digna del Código Penal».
Cristian Vasile ha señalado que la violencia provocada por los mineros en junio de 1990 fue un último impulso de la mentalidad comunista después de la caída del régimen en diciembre de 1989.
“¿Por qué los mineros? Lo intentaron con otros trabajadores, incluso aquellos días del 13 al 14 de junio. Hay testimonios oficiales de que llamaron a los trabajadores de algunas fábricas de Bucarest, pero muchos sindicatos se negaron a intervenir porque se trataba de un conflicto político. Parece que los mineros fueron más receptivos a la propaganda del régimen de Iliescu. Ion Iliescu se defiende diciendo que no llamó específicamente a los mineros sino a las fuerzas sociales responsables. Pero esta es una circunstancia agravante por parte de un presidente de país. Aquí está la tragedia de aquellos episodios de violencia extrema. Hubo manifestaciones de alegría de una parte de la población de Bucarest, hubo gente que aplaudía a los mineros por lo que estaban haciendo. Y lo que estaban haciendo era aplastar a los jóvenes estudiantes, a los hombres con barba y a las mujeres con faldas cortas. Lo que me hizo recordar las políticas de Ceausescu que cazaba a los roqueros en los años 70″.
Rumanía pagó por la “Mineriada” del 13 al 15 de junio con el aislamiento internacional, lo que significó la congelación del acuerdo con el FMI y la imposibilidad de conseguir préstamos. Políticamente, la “Mineriada” de junio de 1990 retrasó la adhesión del país al Consejo de Europa hasta 1993, mucho más tarde que los demás países del antiguo espacio soviético.