La llegada de los mineros en junio de 1990
En junio de 1990, los rumanos protestaban en la calle contra el éxito registrado un mes antes por el Frente de Salvación Nacional en los primeros comicios libres organizados por el nuevo país democrático.
Monica Chiorpec, 16.06.2015, 17:49
En junio de 1990, los rumanos protestaban en la calle contra el éxito registrado un mes antes por el Frente de Salvación Nacional en los primeros comicios libres organizados por el nuevo país democrático. En Bucarest, las fuerzas del orden, apoyadas por los mineros del Valle del Jiu, intervinieron brutalmente contra los manifestantes de la Plaza de la Universidad y también contra la población civil. El acontecimiento que tuvo lugar entre el 13 y el 15 de junio, conocido como la mineriada, es considerado una acción de fuerte impacto negativo sobre las estructuras democráticas del Estado de derecho. El politólogo Gabriel Andreescu explica el contexto político en aquel periodo de crisis :
No se trata de acontecimientos negativos, sino de acontecimientos trágicos, en todos los sentidos de la palabra. Se trata de pérdidas de vidas humanas, del coste individual y del coste colectivo. Seguramente, los hechos se relacionan con la legitimidad del poder. El FSN decidió que era el momento de utilizar todos los instrumentos necesarios para obtener el control. No olvidemos que la antigua policía política Securitate se había convertido en los servicios del SIE, creados después de 1990, y del SRI, formalmente aparecido en marzo de 1990 y que de hecho habían funcionado también en la época anterior. También había un evidente aumento del poder económico entre la exnomenclatura. De esta forma, se habían creado algunos grupos de personas cuya experiencia se basaba en el control completo. Desde aquel momento, el control completo ya no fue posible. Los manifestantes se quedaron en la calle a pesar del voto popular y de la solicitud de poner fin a las protestas.
El 13 de junio de 1990, la policía ataca a los manifestantes en la Plaza de la Universidad de la capital. Algunos manifestantes son detenidos y los trabajadores del IMGB (Planta de Máquinas Industriales de Bucarest) se unen a las fuerzas del orden, gritando consignas contra los intelectuales. Tras duros enfrentamientos, la televisión pública transmite el comunicado del presidente Ion Iliescu, que había ganado las primeras elecciones democráticas: Llamamos a todas las fuerzas conscientes y responsables a defender las sedes del Gobierno y de la Televisión para poner fin a las acciones de estos grupos extremistas y defender la recién conseguida democracia .
La noche del 13 de junio, tres trenes llevaban a los mineros del Valle de Jiu a Bucarest. El politólogo Gabriel Andreescu :
“El periodico România Liberă, así como el Grupo para Diálogo Social y otros periódicos, lanzaban ataques contra el poder, que sin embargo había sido confirmado por la población. Y lo que sucedió entonces prácticamente aniquiló la democracia. Los mineros iban a venir a Bucarest para eliminar a los principales representantes de la oposición. La sede de România Liberă fue arrasada, también la sede del Grupo para Diálogo Social. Yo estuve ahí. Vinieron los mineros a la puerta para echarnos fuera y solo las negociaciones estratégicas pudieron impedirlo .
El día siguiente, 14 de junio, los mineros encabezados por Miron Cozma y acompañados de miembros del SRI, se dirigieron hacia los lugares más importantes de Bucarest. En la sede de la Universidad arrasada por los mineros, profesores conocidos como Petru Creţia y también líderes de los estudiantes, fueron golpeados. Lo mismo ocurrió con las sedes del Partido Nacional Liberal y el Partido Nacional Campesino Cristianodemócrata. Gabriel Andreescu:
Algunas sedes y edificios históricos fueron destrozados, por lo tanto era normal que, después de estas acciones violentas, la oposición fuese reducida a un grupo ineficaz y marginalizado, pero no fue así. La reacción de los bucarestinos apoyados por todo el país, fue extraordinaria. Los acontecimientos no hicieron nada más que movilizar a la gente, uniendo a varias comunidades como los sindicatos, los partidos de la oposición y los intelectuales independientes. Debido a estos acontecimientos, se formó la Alianza Cívica, la principal estructura cívica del país. Siguió la creación del Frente Democrático Antitotalitarista en Cluj, que posteriormente se convirtió en la Convención Democrática de Rumanía y que en 1996, facilitó el cambio de poder. Todo esto permitió establecer las primeras instituciones de auténtico carácter democrático en Rumanía.
El 15 de junio de 1990, los mineros que habían destrozado el centro de Bucarest y habían golpeado violentamente a los manifestantes, entre ellos intelectuales y estudiantes, fueron conducidos al recinto ferial Romexpo, donde Ion Iliescu les agradeció la respuesta de solidaridad que habían dado a su llamada. Sobre los efectos de esta tragedia, nos habla Gabriel Andreescu:
Había muchas influencias importantes a través de la movilización de la oposición interna. En el ámbito internacional las consecuencias fueron terribles e incluso hoy en día tenemos que sufrir los efectos de aquellas imágenes horribles, chocantes, que se transmitían en directo a los países occidentales, donde el público veía como, protegidos por las autoridades, grupos de mineros atacaban a los jóvenes estudiantes y arrasaban sedes de las universidades. Es una gran vergüenza, una mancha negra de la historia de Rumanía que muy difícilmente se podrá borrar .
25 años después de los graves acontecimientos producidos en Bucarest, todavía no se conoce el balance real de este fenómeno que ha creado un nuevo término en el idioma rumano, la palabra mineriadă. Andrei Cornea, clasicista, publicista y filósofo rumano, cree que esta categoría socio-profesional que pertenece más bien al siglo XIX que al siglo XXI ha ampliado las diferencias sociales, generando más frustración y rencor en la Rumanía postdecembrina.
(traducido por Simona Sarbescu)