Francia y la Rumanía Grande
Los estudios de historia y relaciones internacionales precisan que la Europa Central y Oriental fue, después de 1918, una creación de Francia, lo que en gran medida representa la verdad.
Steliu Lambru, 28.01.2019, 07:46
Los estudios de historia y relaciones internacionales precisan que la Europa Central y Oriental fue, después de 1918, una creación de Francia, lo que en gran medida representa la verdad. Los Estados que aparecieron en el mapa de Europa al final de la Primera Guerra Mundial deben su existencia a Francia. Polonia, Rumanía, Checoslovaquia y Yugoslavia fueron los países que aparecieron bajo una nueva forma estatal, tras decidir la gloriosa Entente las condiciones en que iba a concluir la Gran Guerra que había durado cuatro años.
Al final del año 1918, por doquier en Europa la situación era incierta. Los territorios de Austria-Hungría habitados por rumanos y por otras etnias rivalizaban en primacía y el control sobre los mismos dependía de la habilidad de cada jugador político de presentar argumentos a favor de la paz. Francia desempeñó en la parte occidental de la Rumanía actual un papel de mantenimiento de la paz que fue decisivo en el futuro proceso de establecimiento de las fronteras del Reino de Rumanía. El general Henri Mathias Berthelot, fue la personalidad que defendió la causa rumana.
El historiador, Aurel Ardelean, de la Universidad de Oeste “Vasile Goldis de la ciudad de Arad, presenta la situación muy complicada de la zona en 1918:
“Al final del año 1918, y comienzo del año 1919, en el oeste de la Rumanía Grande, la situación estaba muy tensa. Cuando entró en la guerra a Rumanía le había sido prometida la liberación de los territorios del oeste, pero después de la guerra, gran parte de esta zona, especialmente el Banato estaba de facto bajo la ocupación militar serbia. Ion. C. Bratianu, el primer ministro rumano y ministro de Exteriores se dirigió al embajador francés Saint Aulaire, enviándole un telegrama el 22 de diciembre, en que afirmaba que el ejército serbio desplegado en el Banato había encarcelado en Belgrado a cientos de rumanos del Banato. La ciudad de Arad estaba llena de refugiados que habían huido del Banato a causa de los ejércitos serbios. El comandante serbio de Timisoara había disuelto el Consejo Nacional Rumano del distrito de Timis, y todas las guardias nacionales rumanas. «El pueblo rumano está muy furioso con el ejército serbio al que había admirado antes y al lado del que había sufrido durante la guerra» escribía Bratianu.
El general Berthelot había llegado a Rumanía al frente de una misión militar francesa en el mes de octubre del año 1916, y se había visto obligado a marcharse en el mes de marzo de 1918, cuando tras ser derrotada, Rumanía firmó el tratado de paz de Buftea. Berthelot regresó en el mes de octubre de 1918, al frente de una misión militar francesa y se fue al Banato y a Transilvania occidental para ver la situación sobre el terreno. Aurel Ardelean:
“La instalación de la administración rumana tuvo que superar muchos obstáculos. «Conozco muy bien el martirio de los rumanos de Transilvania. Siento un gran amor por su país y les aseguro de que voy a darles todo mi respaldo en la realización definitiva de la Rumanía Grande». Son las palabras de Henri Mathias Berthelot, el comandante de las tropas aliadas y jefe de la misión militar francesa en Rumanía, dirigidas a la delegación encabezada por Vasile Goldis que había llegado a Bucarest para entregar al rey Fernando I los documentos de la unión. Este fue el espíritu que caracterizó la visita del general francés a Arad y a otras localidades del oeste de Rumanía entre los años 1918-1919. Los periódicos de Transilvania, especialmente “Romanul relataban en la época la visita efectuada, en un período en que la instalación de la administración rumana en Arad, Transilvania y el Banato atravesaba un proceso difícil, lleno de síncopes.
La visita del general Berthelot tenía que conllevar la instauración de la paz en una zona trastornada por la guerra, el odio acumulado y los descontentos que se manifestaban por doquier.
“En vísperas de la llegada del general Berthelot a Arad, los rumanos que se habían reunido para salir al encuentro del general fueron atacados por los provocadores húngaros que abrieron fuego contra ellos, pisotearon las banderas rumanas y provocaron numerosas víctimas. «¡Qué sepan los húngaros que estas manifestaciones de gente desquiciada no decidirán el destino político de los rumanos y de los húngaros, sino que lo hará el Congreso General de Paz! Hasta entonces, todos debemos mantener la sangre fría ante todas situaciones. El tribunal internacional dará un fallo justo». Ésta fue la posición oficial pacifista de los rumanos expresada en el periódico “Romanul. De hecho, el general Berthelot que había denominado su viaje “Periplo de pacificación tenía también una solución práctica para evitar los conflictos interétnicos, la de que las tropas francesas ocuparan la zona por completo.
El papel de las tropas francesas fue el de calmar los espíritus y el general Berthelot iba a cumplirlo con éxito. Aurel Ardelean:
“Si hojeamos la prensa de la época vemos que el general Berthelot acompañaba las afirmaciones con actos que perseguían respaldar las promesas hechas. En la revista “La Iglesia y la Escuela del 23 de diciembre del año 1918, en la sección de informaciones escribía: «Tropas francesas en Banato. A raíz de las manifestaciones sangrientas, a la orden del general Berthelot llegaron anoche las tropas francesas a Arad para asegurar el mantenimiento del orden y la seguridad pública que estaban amenazados. En la sede del periódico “Romanul vigilan centinelas franceses». Otra noticia advertía que «el ejército francés ocuparía también las ciudades de Oradea Mre, Arad y Sighetul Marmatiei». Un coronel francés entregó al gobierno húngaro un comunicado del general Berthelot mediante el que le daba a conocer que el ejército rumano estaba habilitado para cruzar la línea de demarcación y a ocupar las siguientes ciudades: Cluj, Dej, Satu Mare, Oradea, Radna, Arad, Marghita y Sighetul Marmatiei.
Dicha operación duraría hasta la llegada de las tropas francesas.Los tratados de paz trazaron fronteras conforme con el mosaico étnico y con los principios y las aspiraciones de las naciones de entonces, y para Rumanía, apoyada por su gran aliado Francia, la frontera occidental trazada entonces sigue siendo la actual.