Exploradores rumanos del fin del mundo: Iulius Popper
Conceptos tales como “explorador, “aventurero, “buscador de oro y del paraíso terrestre, “modelo estándar de diario de viaje eran muy poco frecuentes en los territorios rumanos.
România Internațional, 06.02.2017, 18:17
Conceptos tales como “explorador”, “aventurero”, “buscador de oro y del paraíso terrestre”, “modelo estándar de diario de viaje” eran muy poco frecuentes en los territorios rumanos. De estos pocos exploradores rumanos, de los siglos VII y VIII, heredamos algunas notas de viaje. Enviado por el zar de Moscú, Alexei Mihailovici, a China, en el período 1675 – 1678, el canciller Nicolae Milescu escribió “La Descripción de China”. Más tarde, en el siglo XIX, varios nombres de aventureros rumanos empezaron a figurar en las enciclopedias sobre lugares menos explorados. Entre estos nombres, figura también el del rumano Iulius Popper.
Ingeniero, explorador, cartógrafo, Iulius Popper nació en Bucarest en 1857. Era hijo de un anticuario. Además, Iulius Popper fue periodista y director del primer colegio en hebreo de Bucarest, que pertenecía a la comunidad judía. El futuro explorador hizo sus estudios primarios y secundarios en Bucarest, que luego completó con estudios en la Universidad Politécnica de París, en 1879, donde se graduó como ingeniero en la Escuela de Puentes y Rutas. Empezó su carrera como empleado de la compañía encargada del mantenimiento del canal de Suez. Hasta 1883, viajó al Oriente Lejano y a Alaska. Así fue como empezó la aventura de un hombre audaz que iba a llevar el nombre de Rumanía hasta puntos muy lejanos del globo terráqueo.
La periodista Evelin Fonea de la publicación “La realidad judía”, de Bucarest, nos acompaña en este viaje en el que conoceremos mejor al explorador y aventurero Popper.
“En el año 1967, con motivo del 150 aniversario de la proclamación de la independencia de Argentina, entre las personas evocadas como fundadoras del Estado argentino figuró también el nombre de Iulius Popper, uno de los pioneros colonizadores de ”Tierra del Fuego”. Persona audaz y atormentada por el demonio de la aventura, el joven Iulius Popper iba a recorrer Constantinopla, la India, China y Japón. Luego exploró horizontes más lejanos: Suez, Siberia y América del Norte. Más tarde, llegó a México donde realizó el mejor mapa del país y redactó ”El Diario de los forasteros”. Desde México, llegó a Brasil y después, en 1885, a Argentina, país que se convirtió en su segunda patria. Exploró el sur de Patagonia, en busca de yacimientos auríferos, logrando convencer al gobierno argentino de que lo apoyara en esta aventura.”
El primer viaje de Popper no tuvo los resultados deseados. Sin embargo, preparó mejor su segundo viaje y los efectos positivos no tardaron en aparecer. Popper se radicó en ”Tierra del Fuego”, donde empezó su misión colonizadora. Allí, Popper inició misiones de búsqueda de oro, creó asentamientos, ideó una vía de navegación marítima entre el El Páramo y Buenos Aires. También construyó una vía férrea estrecha, su sello de circulación local de 1891 es hoy en día una de las rarezas filatélicas. Durante las exploraciones en busca de oro, en El Páramo, Popper inventó un dispositivo para la decantación del oro del agua del mar. Este invento fue registrado y utilizado en varios países de Sudamérica y de Sudáfrica. Sus exploraciones se concretaron en artículos, estudios, mapas, folletos y libros, mientras que ”La Grande Encyclopédie”, publicada a finales del siglo XIX, cita a algunos de los más importantes exploradores de la época.
Evelin Fonea nos brinda más información acerca de las exploraciones de Popper:
“En septiembre de 1886, Popper inició su más anhelado viaje, enfrentando varios peligros, en dos barcos: ”Madona del Carmine” y ”Maria Luiza”. En 1888 se produjo el segundo viaje, pero esta vez con más suerte. Logró transformar la colonia ”El Páramo” en una ciudad de la que se proclamó gobernador. Se dedicó a organizar dicho asentamiento, construyó puentes y carreteras, creó un tribunal, una milicia, una moneda propia de oro e incluso imprimió el primer sello con su efigie. La nostalgia por sus origenes le determinó a poner nombres rumanos a ríos y montes: Punta Sinaia, Monte Lahovary, Río Rosetti, Río Ureche, topónimos como el Valle de Iaşi, el Parque Broşteni, etc. Es muy interesante el hecho de que, entre los colonos, hubo también algunos rumanos y sus sucesores se hacían llamar ”hijos de rumanos”.
A pesar de las distancias enormes que lo separaban de su país, Popper siempre mantuvo el contacto con Rumanía. Siempre estuvo en contacto con V. A. Urechia, historiador, escritor y defensor de la ciencia rumana, miembro de la Academia Rumana, según nos lo cuenta a continuación la periodista Evelin Fonea:
“En 1887 fue nombrado miembro de la Sociedad Rumana de Geografía donde, gracias a V. A. Urechia, ministro de Educación de la época, fueron recopiladas muchas comunicaciones científicas de Popper, de sus aventuras por aquellas tierras lejanas. Popper le otorgó a Urechia, como obsequio, un álbum con tapas de piel de foca y una placa con la inscripción ”Tierra del Fuego”, confeccionada con el oro encontrado en la playa de Punta Sinaia.”
El 7 de junio de 1893, con tan sólo 36 años de edad, Iulius Popper fue encontrado sin vida en su habitación de Buenos Aires. Aparentemente, su muerte fue causada por un paro cardíaco. Fue enterrado en una fosa común de la municipalidad de la capital argentina.
Su personalidad y sus viajes inspiraron a varios escritores de ficción, siendo una de las más conocidas novelas de este tipo “Toate pânzele sus!” (¡A zarpar!) de Radu Tudoran. En 2001, con motivo del 125 aniversario de la creación de la Sociedad Geográfica Rumana, varias conferencias de Popper fueron editadas en el tomo “Viajes extraordinarios”, junto a otros nombres importantes de la investigación geográfica rumana.
(autor: Steliu Lambru; traductor: Valeriu Radulian)