Eugenesia, raza y reconfiguración de Europa central y del Este
El 1 de diciembre de 1918, 1228 delegados reunidos en Alba Iulia votaron a favor de la unión de Transilvania con el Reino de Rumanía.
România Internațional, 29.11.2021, 10:18
El 1 de diciembre de 1918, 1228 delegados reunidos en Alba Iulia votaron a favor de la unión de Transilvania con el Reino de Rumanía. Fue un acto de libre albedrío de los rumanos de la cuenca de los Cárpatos al final de la Primera Guerra Mundial, cuando la idea nacional dominaba el espíritu de la época. Después de la caída del régimen comunista el 22 de diciembre de 1989, el 1 de diciembre de 1918 se convirtió en el día nacional de los rumanos y los debates históricos se volvieron libres. Así, se habló del 1 de diciembre de 1918 especialmente desde el punto de vista de la geopolítica. Aunque otras ideas de entonces no fueron menos importantes, como la eugenesia y la raza. Estas aparecían en el expediente de Hungría con el que defendía su punto de vista en los tratados de paz de 1919-1920.
El historiador Marius Turda es profesor de historia médica en la Universidad de Brookes en Oxford y autor de numerosos libros y estudios sobre eugenesia y raza. Él nos detalla el punto de vista húngaro basado en estas dos ideas.
«El pensamiento eugenésico y racial húngaro se desarrolló bastante en torno a la Primera Guerra Mundial. Muchos de los políticos húngaros prominentes y aquellos que contribuyeron de alguna manera a las discusiones en el Congreso de la Paz fueron importantes eugenistas. Tuvieron una aportación en lo que Hungría podía ofrecer desde un punto de vista racial para la estabilidad de la región, en por qué la eugenesia era importante para la supervivencia de la nación húngara en la región desde un punto de vista demográfico, desde el punto de vista del elemento cultural, desde el punto de vista de la situación económica. Fue toda esta discusión la que tuvieron sobre algunos temas clave con la esperanza de convencer a las grandes potencias de preservar la integridad territorial de Hungría».
Las ideas eugenésicas y raciales aparecieron a mediados del siglo XIX y se hicieron muy populares en los EE. UU., Gran Bretaña, Alemania y el espacio centroeuropeo, en Francia. Aparece también el término «biopolítica», es decir, el pensamiento de la política sobre principios biológicos. Marius Turda ha mostrado cómo el expediente húngaro intentó sensibilizar a las potencias vencedoras en la guerra con la ayuda del argumento eugenésico y racial.
«El conde Teleki Pal, quien fue uno de los principales promotores de esta corriente eugenésica, presidente de la Sociedad Húngara de Higiene Racial y Estudios de Población, escribió cartas a los presidentes de sociedades eugenésicas de todo el mundo, incluido el presidente de la Sociedad Eugenésica Británica, Leonard Darwin, hijo de Charles Darwin. Teleki estaba tratando de explicarles por qué la sociedad británica de eugenesia tenía que promover y luchar por la preservación de la integridad nacional de Hungría. «De un imperio a otro», decía Teleki, «si tomamos Transilvania, todos los intelectuales son húngaros. Si tomamos a los intelectuales de Transilvania y los movemos, sucederán dos cosas. En primer lugar, Transilvania se quedará sin una élite cultural, política y económica propiamente dicha. En segundo lugar, esto llevará a la sobrepoblación de la ciudad de Budapest y de Hungría y al surgimiento de una crisis de vivienda y de espacio»».
El enfrentamiento entre los expedientes húngaro y rumano se decidió a favor del argumento de la mayoría de la población que promovía Rumanía. Marius Turda dice que no se puede hablar de un fracaso del argumento eugenésico, sino de la interpretación y aplicación de todas las ideas presentes en una sola decisión.
“El argumento de la superioridad demográfica en Transilvania fue mucho más importante que el hecho de que el efecto eugenésico del desmembramiento del Estado húngaro hubiera tenido consecuencias. El hecho de que los rumanos fueran la mayoría en Ardeal importó mucho más para la discusión política que lo que sucedería con Ardeal después de que se convirtiera en parte de Rumanía, cuánto perdería culturalmente y cuánto perdería de las cualidades biológicas de la población que existía allí. No fue un fracaso, sino una priorización o un enfrentamiento con argumentos más importantes. La discusión etnográfica sobre Transilvania en las negociaciones de paz se basó en gran medida en el argumento de que los rumanos eran mayoría. El fracaso racial es más visible aquí. Todos estos argumentos que aportaron algunos racistas húngaros, en lugar de ir en dirección de una simbiosis étnica y por un interés común, ellos optaron por llevarlos hacia una separación de poblaciones mucho más directa”.
Le preguntamos a Marius Turda si Rumanía no contrarrestó a Hungría utilizando un argumento eugenésico y racial.
“Rumanía no tenía un argumento eugenésico propiamente dicho, pero tenía un argumento racial, etnográfico y demográfico que importaba mucho. Toda la discusión sobre los grupos étnicos y la importancia de un grupo en particular en una región fue realizada por personas que leyeron mucho sobre antropología física. Estaban al tanto de los debates sobre la raza, se trataba de pensadores como Aurel C. Popovici y Alexandru Vaida-Voevod, relacionados con las cualidades raciales de un determinado grupo étnico. Todas estas ideas importaron mucho en la aparición de una opinión sobre la vitalidad de la nación rumana de Ardeal, sobre su importancia racial, aunque más con argumentos etnográficos. Pero argumentos eugenésicos como los producidos por la parte húngara no existían en la delegación rumana o en las campañas rumanas llevadas al extranjero para promover la unión de Transilvania con Rumanía».
El surgimiento de la Gran Rumanía no fue un objetivo fácil de conseguir, tal y como estaríamos tentados a creer. Los argumentos eugenésicos, raciales y el de la mayoría demográfica fueron fuertemente confrontados y terminaron con la victoria de Rumanía, que tenía una alianza con Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos.