El exilio rumano en los expedientes de la policía política de la época comunista
La Securitate, el aparato de represión del régimen comunista, fue durante decenios motivo de espanto tanto para los rumanos del país como para los del exilio
Steliu Lambru, 14.10.2013, 17:04
La Securitate, el aparato de represión del régimen comunista, fue durante decenios motivo de espanto tanto para los rumanos del país como para los del exilio. Nombres importantes del exilio rumano centraron la atención del aparato informativo represivo de la Securitate. Para valerse de estas personas o aniquilarlas, se emplearon recursos importantes.
Con motivo de la presentación del libro “Los topos de la Securitate”, de Dinu Zamfirescu, sobre varios miembros del exilio rumano puestos al servicio de la Securitate, el historiador Liviu Tofan se refirió a la importancia que los oficiales de la Securitate concedían a los tránsfugas.
“El exilio rumano representó para la Securitate un blanco de primera magnitud. Sus acciones apuntaban hacia las personalidades destacadas del exilio en el intento de socavarlas y, más de una vez, se saldaron con éxito. ¿Cómo lograron hacer esto? ¿Qué flaquezas especulaban para reclutar a los miembros destacados del exilio? He aquí tres ejemplos. Se trata de Virgil Veniamin, antiguo miembro del Partido Nacional Campesino y del exilio parisiense, Eftimie Gherman, ex líder socialista, y el gran periodista Pamfil Șeicaru, y la lista podría continuar. Entre los agentes de influencia más conocidos de la Securitate cabe mencionar a Virgil Gheorghiu, autor de la conocida novela “Hora 25”, llevada a la pantalla en Hollywood, Ion V. Emilian, que sacaba en Munich la publicación El Estandarte y trabajaba para el servicio exterior de inteligencia, el europarlamentario de origen rumano Gustav Pordea y el industrial Iosif Constantin Dragan.”
El historiador y politólogo Stelian Tănase se refirió a los métodos empleados por la Securitate a fin de reclutar miembros:
“En la mayoría de los casos se trataba de ser comprado y ser pagado, porque la mayoría de estas personas tenía una situación material precaria, especialmente en la vejez. O eran chantajeadas porque tenían problemas que podían hacerse públicos. A otros se les hacían favores, a ellos o a sus familias. Todos estos métodos, sencillos a la primera vista, se utilizaban en varias combinaciones para convencerles de que aceptaran la colaboración con la Securitate, cosa que en la mentalidad de los que habían abandonado Rumanía era lo peor posible.”
La Securitate registró éxitos entre los exiliados rumanos, especialmente a mediados de los años 60 del siglo pasado. Stelian Tănase explica el cambio que tuvo lugar en la Rumanía comunista desde el año 1964, que condujo a la reconsideración de las relaciones de algunos exiliados con las autoridades comunistas de Bucarest.
“Ocurrió algo más. ¿Qué elemento nuevo había aparecido en los años 60 capaz de transformar a unos presos políticos dignos y honrados en sus últimos de detención en informadores? Había cambiado la política exterior de Rumanía y Bucarest daba señales de independizarse de Moscú, de desovietizarse. Había aparecido un movimiento nacionalista patriótico, uno podía entonar el “Despiértate rumano” sin ser detenido por la policía. Mucha gente se dejó engañar por esta maniobra, de modo que incluso en Occidente surgió la idea de respaldar al régimen de Bucarest, porque este nos defendía de Moscú. Personas que no dejaron atrás obra alguna dejaron la gran obra de su vida en los archivos de la Securitate. Descubrimos en los archivos de la Securitate rumana verdaderas obras maestras de los informadores que retratan a sus prójimos.”
El historiador y politólogo Daniel Barbu cree que a través de los archivos de la Securitate nos enteramos de la naturaleza humana en cada caso de colaboración:
“Nos enteramos de quiénes somos como personas, de nuestro carácter, de nuestro temperamento, de nuestras flaquezas. ¿Hay una tecnología propia de la Securitate o, a un nivel más amplio, de los servicios de este tipo del área soviética? ¿Existe de veras un trasfondo ideológico para la Securitate en estas acciones o se trata simplemente de una labor burocrática, más o menos bien realizada, típica de todos los servicios de este tipo? Tal vez, al principio, la Securitate, igual que la Checa, estuviese animada por un ímpetu proletario, pero pronto la única preocupación se transformaría en cómo llegar a ser una institución importante, masiva e influyente que controlara a un número lo más alto posible de conciudadanos”.
Aunque vivían en el mundo libre, los exiliados rumanos sintieron también los efectos de un régimen cruel, tal como fue el comunismo, y algunos de ellos cedieron y colaboraron con él.