El barón Samuel von Brukenthal
Una de las grandes figuras reformadoras de Transilvania en el siglo XVIII fue el barón Samuel von Brukenthal.
Tașcu Lala, 20.12.2021, 17:00
Una de las grandes figuras reformadoras de Transilvania en el siglo XVIII fue el barón Samuel von Brukenthal. Se le conoce no solo como jurista y estadista, sino también como gran coleccionista y amante del arte. El museo nacional que lleva su nombre en la ciudad de Sibiu demuestra plenamente el amor de Brukenthal por los valores humanos, además de su trabajo como reformador del Estado de los Habsburgo.
Samuel von Brukenthal, de etnia germana, nació hace 300 años en 1721. Quedó huérfano de ambos padres a los 15 años y se dedicó a los estudios. Transilvania era entonces parte del Imperio Habsburgo, que la había liberado del dominio otomano a finales del siglo XVII. Junto con el historiador Thomas Șindilariu, repasamos los principales momentos de la vida de Brukenthal, un europeo en todos los sentidos de la palabra, con cuyo ejemplo se demuestra que la habilidad, la vida social y el seguimiento de los principios de manera consecuente pueden conseguir que un individuo siga una carrera honorable y resulte de utilidad para sus semejantes.
“En el momento del nacimiento de Samuel von Brukenthal se cumplían 30 años desde que Transilvania se había reconvertido en parte del mundo europeo occidental de entonces. Con el Diploma Leopoldinum de 1691 Transilvania se había convertido en parte del Imperio Habsburgo, que incluía al Oeste de Transilvania, Banat y Partium los siguientes países actuales: Hungría, Croacia, Eslovenia, Eslovaquia, República Checa y Austria, partes de Serbia, el norte de Italia, el sur de Alemania y Bélgica, incluida la capital, Bruselas. La biografía de Brukenthal es una demostración ejemplar del enorme potencial que ofrecía un marco europeo de grandes dimensiones, aunque condicionado por una paz duradera».
Brukenthal no era un aristócrata de nacimiento. En 1724, cuando tenía 3 años, la familia se ennobleció con el primer rango, el de barón. El estatus social era lo más importante en ese momento y todo giraba en torno a él. El joven Samuel iría a la escuela y allí socializaría en los círculos más de moda, los de la masonería. Thomas Șindilariu:
«En 1743, antes de estudiar en Halle an der Saale, fue recibido en Viena entre los miembros de la recién establecida logia masónica «Aux trois canons». De modo muy sorprendente, Brukenthal aparece en medio de una sociedad totalmente dedicada al ideal del Humanismo y la Ilustración y cuyos miembros formaban parte de la élite intelectual de todo el imperio. También en Halle, Brukenthal se convierte en un francmasón activo, fundando y dirigiendo la logia «A las Tres Llaves». Esta se estableció como una logia filial de la logia de los «Tres Globos» de Berlín, asignada al séquito del rey Federico el Grande».
A través de la red social de la masonería, Brukenthal se dio a conocer y gracias a su habilidad fue designado para puestos burocráticos del imperio cada vez más altos. Dirige la cancillería de la corte de Transilvania en Viena, donde se gana el respeto de sus colaboradores y de la emperatriz María Teresa. Pero allí también se encuentra con una oposición a sus planes. Thomas Șindilariu:
«El razonamiento objetivo siempre estuvo de su lado, por lo que las derrotas que la emperatriz provocaba con frecuencia a los funcionarios de su propio aparato, dándole la razón a Brukenthal, demostraron ser los mayores pasos reformistas posibles en aquel momento. La reforma más importante que Brukenthal implementó de manera decisiva fue la reforma fiscal. Se trataba de la tributación de las personas y la propiedad, que incluyó como perspectiva final la tributación de las enormes propiedades de la nobleza. Esto explica la envidia y odio que los nobles sentían por Brukenthal. La implementación parcial, es decir, sin gravar a la nobleza, del nuevo sistema tributario en 1770 generó un aumento de los ingresos para la oficina de impuestos de 1 350 000 florines, una cantidad enorme, si tenemos en cuenta que se podía comprar una casa en Sibiu con 2000 florines. Así, el ingreso adicional equivalía a 675 casas, todo un pueblo».
Samuel von Brukenthal se convirtió en gobernador de Transilvania, cargo en el que volvió a demostrar su habilidad. Aquí tuvo la oportunidad de abordar el problema más difícil del imperio, el tema del campo. Thomas Șindilariu:
«Desde 1774, Brukenthal dirigió el Gobierno, la máxima autoridad civil en Transilvania. Y de 1776 a 1787 rigió como gobernador. Con perseverancia, logró convertir la administración de Transilvania en un mecanismo que funcionaba sin problemas. Brukenthal es la personificación de las virtudes del periodo de la Ilustración como genio e indica su preocupación por el problema básico de la monarquía de los Habsburgo: la situación de los campesinos. Para ese período se busca la manera de suavizar sus deudas con la nobleza, mejorar su situación económica y, finalmente, aumentar sus posibilidades financieras como contribuyentes. Desde este punto de vista y desde una perspectiva militar, es necesario comprender la ampliación de la frontera militar ya existente en las provincias del sureste del imperio entre 1762-1766, proyecto en el que Brukenthal jugó un papel decisivo. Ser campesino en la frontera militar significaba tener una mejor posición jurídica en comparación con un siervo en las propiedades de los nobles”.
En 1803, el barón Samuel von Brukenthal, uno de los transilvanos más importantes del siglo XVIII, murió en Sibiu a la edad de 81 años. Y detrás quedó uno de los legados reformistas y culturales más importantes.