Centenario de la unión de Besarabia con Rumanía
El 27 de marzo de 1918, el Consejo del País, órgano legislativo de la República de Moldavia o Besarabia incorporada a Rusia en el año 1812, votaba la unión con Rumanía.
Steliu Lambru, 26.03.2018, 17:02
El 27 de marzo de 1918, el Consejo del País, órgano legislativo de la República de Moldavia o Besarabia incorporada a Rusia en el año 1812, votaba la unión con Rumanía. De este modo se reparaba una injusticia histórica realizada hace 103 años. Tras la mala situación ocurrida después de 3 años de guerra en Rusia, que de todas formas se encontraba en una tensión social máxima debido a las reformas fracasadas y a la modernización incompleta, las revoluciones sucesivas de febrero-marzo y octubre-noviembre de 1917 volvieron a traer la esperanza de un nuevo comienzo. En el contexto de la agitación en el sector social, político y económico, el mapa político de Rusia sufrió cambios. Estados antiguos como Polonia volvieron a aparecer, otros afirmaron su nueva identidad política mientras que otros territorios se unieron con Estados vecinos. Besarabia formó parte de la última categoría, se unió con Rumanía.
La unión se debió de modo especial a las élites intelectuales y el historiador Ioan Scurtu ha detallado el mecanismo de la formación de las élites de Besarabia antes de 1917:
“La élite de Besarabia se formó después de 1900, sobre todo después de la revolución rusa de 1905 que fue seguida por una cierta tolerancia hacia la población del imperio a través de la introducción de algunas reformas, incluso a través del acceso a la cultura y educación, evidentemente no en el idioma rumano. Los jóvenes moldavos también tuvieron la posibilidad de ir a estudiar en el territorio de Rusia. Así se creó una élite que tuvo un papel muy importante en el proceso de desarrollo de la conciencia nacional de los rumanos. Al regresar a Besarabia, los intelectuales comenzaron a publicar libros que se difundían ilegalmente. Un ejemplo en este sentido es Constantin Stere, que debido a su actividad nacional fue deportado a Siberia. Tras cumplir su condena, llegó a Rumanía y promovió la idea de traer a Rumanía jóvenes para ofrecerles la posibilidad de estudiar en la Universidad de Iasi y formar una cultura rumana sólida.”
Sin embargo, los intelectuales no fueron los únicos que contribuyeron a las grandes transformaciones políticas. Éstas son también el resultado de los esfuerzos de las estructuras organizadas y caracterizadas por la disciplina, como el ejército por ejemplo.
Ioan Scurtu:
“En 1917, cuando estalló la revolución rusa, había una élite intelectual de Besarabia a la cual también se sumaron los militares. Rusia entró en la guerra en julio de 1914 y evidentmemente también los jóvenes de Besarabia fueron integrados en el ejército ruso. En 1917 inició la revolución de Petrogrado y se instauró un nuevo Gobierno provisional dirigido por el príncipe Lvov que tomó dos medidas muy importantes para la situación del ejército. La primera tuvo que ver con el derecho de los soldados de no saludar más a sus superiores. Para un ejército que antes de todo significa jerarquía y disciplina, esto fue una cosa excepcional. Se crearon varios comités de soldados que tenían derecho a elegir a sus comandantes degradando a los generales y coroneles y creando un estado de inestabilidad en el ejército.”
La segunda medida preveía que los militares del ejército ruso pudieran organizarse sobre criterios nacionales. Fue entonces cuando se inició un movimiento dentro del ejército ruso. Militares de distintas nacionalidades abandonaban sus unidades y formaban ellos mismos sus propias unidades sobre estructuras nacionales. De la misma manera actuaron los militares moldavos que se transformarían en un factor dinámico en el movimiento nacional porque el gobierno provisional socialdemócrata había declarado que reconocía la organización autónoma de los territorios rusos sobre criterios nacionales. El movimiento nacional se manifestó en Finlandia, los Países Bálticos, Polonia y claro está en Basarabia”
El 27 de marzo, el Consejo del País, es decir el Parlamento de Basarabia, votaba mediante voto nominal abierto, a favor de la Unión con Rumanía. De los 135 diputados presentes, 86 votaron a favor de la Unión, 3 en contra, 36 se abstuvieron de votar y 13 diputados estuvieron ausentes. Se dijo que Rumanía se implicó en este acto legítimo cometiendo un fraude electoral. El historiador Ioan Scurtu nos amplía detalles al respecto
“Todas estas son leyendas porque los documentos destacan claramente el estado de espítitu de entonces. En el Congreso de los militares del mes de julio del año 1917 se decidió que se organizara un Parlamento bajo el nombre de Consejo del País y se organizaron elecciones cuyo principal objetivo era el de obtener la autonomía y en perspectiva, la unión con Rumanía. Cuando se reunió el Consejo del País, el 21 de noviembre de 1917 ya se conocía el objetivo. De ninguna forma se plantea el problema de un posible fraude electoral especialmente porque se trataba de un estructura complicada y no de un número reducido de individuos capaces de vender su voto. Las labores del Consejo del País se desarrollaron en un ámbito positivo de respeto y reconocimiento de los puntos de vista esenciales manifestados. No obstante se podría plantear el problema del gran número de abstenciones pero éste no representó la oposición frente a la unión aunque pertenecían a las minorías nacionales. Sus representantes declararon que habían sido enviados ante el Consejo del País para votar la autonomía pero que todavia no habían tenido lugar consultas en relación con la unión.”
El 27 de marzo de 1918, la unión de Basarabia con el Reino de Rumanía iba a ser el primer momento de una serie que concluiría el 1 de dieciembre de 1918 cuando a la vez con la Unión de Transilvania se sellaría el nacimiento de la Rumanía Grande.