Cartas del frente de la Primera Guerra Mundial
Steliu Lambru, 05.01.2015, 17:51
Tras la Primera Guerra Mundial, o la Gran Guerra, la humanidad cambió profundamente. El conflicto implicó el mayor despliegue de fuerzas humanas y materiales y terminó, como era de esperar, con tener vencedores y vencidos, pero los traumas fueron iguales y uniendo a los adversarios hicieron que los momentos de humanidad tuvieran una carga emocional aún mayor.
La correspondencia representa una fuente sumamente importante que revela las vivencias de aquellos que participaron en la guerra. El Museo Militar Nacional de Bucarest cuenta con una colección de 120 cartas y tarjetas postales, de varios militares rumanos que lucharon en la Primera Guerra Mundial. Carla Duta, historiadora y museógrafa, nos habla de esta colección
“Los militares rumanos que luchaban en el frente escríbían en general a sus familiares. Un ejemplo al respecto lo representa el álbum de cartas enviadas por el coronel Alexandru Stoenescu, del décimo regimiento de infantería, a su esposa Elena. Se trata de un conjunto de 12 tarjetas postales militares, mandadas a “su querida Lunca” y que se despedían con las palabras “ besos a todos, Alexandru”.
Todas datan del año 1916, cuando el coronel Stoenescu participó en los combates del sur de la región de Dobrogea, y resultó levemente herido. He aquí una referencia textual:
“ Mi querida Lunca, gracias a Díos estoy sano tras los combates del día 6 de septiembre, cuando nuestro regimiento se distinguió en la lucha, y fue felicitado en la Orden del Día. Durante la lucha, una bala me atravesó la oreja izquierda, pero ahora la herida está casi curada. Me alegra enterarme de que los niños se portan bien. Nosotros estamos en permanencia bajo los tiros de artillería. Besos a todos, Alejandro.”
A continuación, Carla Duta nos describe las duras privaciones que afrontaban los militares que estaban en la línea del frente
“Los sentimientos, las vivencias y las aspiraciones de los militares rumanos de la línea del frente, tal como resulta de sus cartas, estaban animados de abnegación frente al ideal rumano de unificación, pero también de preocupación por la suerte de las familias quedadas en casa, en muchos casos, en situaciones precarias.”
Nuestra interlocutora ha reconstituido también páginas de guerra recuperadas de la correspondencia
“En algunas cartas encontramos descripciones muy impresionantes del frente. He aquí una referencia textual: el 6 de septiembre de 1916, nuestro regimiento libró un combate muy encarnizado que casi redujo a la mitad el número de sus militares. Hay 20 oficiales heridos, el campo de batalla está lleno de soldados búlgaros muertos. Nuestros ataques les desanimaron y se retiraron. A su vez, los alemanes desertan por hambre, en número cada vez mayor, y pasan de nuestro lado.”
¿Cómo veían los militares rumanos su presencia en la primera línea del frente? A continuación, Carla Duta hará referencia a un fragmento de la carta enviada desde la ciudad de Galati, en 1917, por un padre a su hijo, el soldado voluntario, Vasile Florescu:
“Mi querido hijo, acabo de recibir su carta y te exhorto a luchar con la firme convicción de que vencerás. Nunca te olvides de tus antepasados y honra el nombre de rumano. Ahora te corresponde principalmente a ti, luchar por la unificación del país. Tu vida pertenece a tu rey y a tu país. Sólo el pensar de que sois vosotros los forjadores de la Rumanía Grande, tiene que enaltecerte el alma y borrar cualquier duda, porque morir por la patria es morir como un héroe. No te olvides de que nadie en tu familia ha sido un cobarde y que la honra es el lema de tu familia”
No es secreto alguno el hecho de que las grandes victorias se construyen con esfuerzo y sangre, y la correspondencia de los militares rumanos durante la Primera Guerra Mundial confirma esta verdad.”