80 años desde la devolución del Cuadrilátero
El Cuadrilátero o Dobrogea del Sur fue incorporado a Rumanía en 1913 por el Tratado de Bucarest.
România Internațional, 05.10.2020, 18:08
El Cuadrilátero o Dobrogea del Sur fue incorporado a Rumanía en 1913 por el Tratado de Bucarest. En 1912, la Liga Balcánica formada por Bulgaria, Grecia, Serbia y Montenegro comenzó su ofensiva militar contra el Imperio otomano del que conquistaría Albania, Macedonia y Tracia tras dos meses de guerra. Pero los desacuerdos que surgieron entre los aliados por la división de las conquistas llevaron al estallido de la Segunda Guerra de los Balcanes entre Bulgaria y Serbia, Grecia y Montenegro. Rumanía intervino en la disputa contra Bulgaria y a través del Tratado de Bucarest, acordado el 10 de agosto de 1913, se redibujaron las fronteras entre los Estados balcánicos.
Las tensiones entre los Estados balcánicos por el territorio del Imperio otomano datan de principios del siglo XIX y degeneraría en violencia civil y militar. Fue el período de nacionalismo radical en el que las reivindicaciones territoriales dominaron la agenda política. Las pretensiones territoriales de todas las partes implicadas se basaron en el derecho histórico y la estructura étnica de una determinada región.
Por lo tanto, cada país balcánico se sentía con derecho a ocupar más territorio a expensas de sus vecinos. En los Balcanes, donde todas las naciones se odiaban entre sí y cada una a su vez odiaba a los turcos, las potencias occidentales que apoyaban a un país u otro también estaban involucradas, tratando de trazar un mapa de acuerdo con sus propios intereses y la situación sobre el terreno. Francia y Gran Bretaña apoyaron a Grecia y Serbia, Alemania apoyó a Rumanía y Bulgaria, Austria-Hungría e Italia apoyaron Albania.
En esta amalgama de intereses, a través del Tratado de Bucarest, Rumanía incorpora el Cuadrilátero habitado por búlgaros (un 47%), turcos (un 37%), (gitanos 4%), (tártaros 4%) y rumanos (2%). El tema de Dobrogea del Sur fue un remanente de los tratados de paz de San Stefano y Berlín después de la guerra ruso-rumano-turca de 1877-1878. En ese momento, Rusia había prometido Dobrogea a Rumanía a cambio de Besarabia meridional, pero las promesas rusas se habían reducido sólo a Dobrogea del Norte. Rumanía se había sentido agraviada y había mantenido presente la cuestión de Dobrogea del Sur. El Cuadrilátero se integraría en el Estado rumano 3 años más tarde. En 1916, tras la entrada de Rumanía en la guerra con Francia, Gran Bretaña y Rusia y su ocupación por Alemania, Rumanía perdería toda la región de Dobrogea, ocupada por las Potencias Centrales. Al final de la guerra, con el Tratado de Neuilly sur Seine, la frontera entre Rumanía y Bulgaria volvió a la frontera de 1913.
Entre 1918 y 1940, Rumanía llevó una política exterior francófila y anglófila, lo que causó el colapso de sus fronteras en 1940 bajo el nuevo orden europeo de la Alemania nazi. En junio de 1940, la Unión Soviética, apoyada por Alemania, ocupó Besarabia y Bucovina del Norte por dos ultimátums enviados al Gobierno en Bucarest. A finales de agosto de 1940, por el Tratado de Viena, Hungría ocupó Transilvania del Norte y el 7 de septiembre de 1940 en Craiova se firmó el tratado por el que Rumanía cedió el Cuadrilátero a Bulgaria. Ambos tratados fueron impuestos a Rumanía por Alemania e Italia.
Le preguntamos al historiador Ioan Scurtu si el nuevo régimen fascista instalado en Bucarest el 6 de septiembre de 1940 hubiera podido impedir la pérdida del Cuadrilátero.
La cuestión del Cuadrilátero había sido decidida por Hitler en su carta enviada a Carlos II de Rumanía el 15 de julio de 1940 en la que le pidió que cediera a Hungría una parte de Transilvania y a Bulgaria, el Cuadrilátero. Así que la decisión ya estaba tomada y además durante el reinado de Carlos II. Las negociaciones tuvieron lugar en Turnu Severin durante agosto y se estableció, sobre la base de una decisión del Consejo de la Corona encabezado por Carlos II, que Rumanía debía ceder el Cuadrilátero a Bulgaria. Así que durante la época de Antonescu sólo se firmaron las escrituras de eliminación porque la decisión ya se había tomado.
Entre 1918-1940, Rumanía hizo grandes esfuerzos para desarrollar el Cuadrilátero. Tal como se había comprometido en los tratados de paz posteriores a la Primera Guerra Mundial, Rumanía respetaba los derechos de las minorías nacionales búlgaras y turcas en materia de propiedad, educación y prensa en su propio idioma, derecho de voto, asistencia jurídica y todos los demás derechos de que gozaban los ciudadanos rumanos.
En la década de 1920, las autoridades militares rumanas se vieron obligadas a fortalecer la frontera sur debido a las incursiones de las tropas paramilitares búlgaras en el territorio del Cuadrilátero que se dedicaban a saqueos y asesinatos. A través de la política de población, Rumanía quería eliminar el peligro que representaban los guerrilleros del otro lado de la frontera. La colonización de Dobrogea del Sur con ciudadanos rumanos de todo el territorio nacional y arrumanos de la antigua Macedonia otomana que exigían emigrar fue una solución que dio sus frutos.
Por lo tanto, el porcentaje de la población de habla rumana en el Cuadrilátero aumentó constantemente en el contexto de la emigración de partes de la población búlgara a Bulgaria. En el censo de 1930, los búlgaros representaban el 37% de la población, los turcos el 34%, el 20% rumanos, el 2% gitanos y los tártaros el 1%. Además de la política demográfica, desarrolló la red de carreteras, modernizando las carreteras existentes y construyendo otras nuevas.
Durante la administración rumana, en el Cuadrilátero se desarrollaron las ciudades de Silistra, Bazargic y Balchik, ésta última fue residencia de la reina María, una de las grandes contribuyentes al nacimiento de la Gran Rumanía. El castillo de la reina María es hoy en día la principal atracción de la ciudad junto con su famoso jardín.
Versión en español: Victoria Sepciu