50 años desde la Declaración de independencia del Partido Comunista Rumano
Las costumbres soviéticas no desaparecieron con el estalinismo. La intervención brutal contra la revolución húngara de 1956, la construcción del Muro de Berlín en 1961, la crisis de los misiles de Cuba de 1962 y la aniquilación de la revolución checoslova
Steliu Lambru, 28.04.2014, 18:22
Las costumbres soviéticas no desaparecieron con el estalinismo. La intervención brutal contra la revolución húngara de 1956, la construcción del Muro de Berlín en 1961, la crisis de los misiles de Cuba de 1962 y la aniquilación de la revolución checoslovaca de 1968 mostraron a los partidos comunistas de los países satélites de la URSS que esta no tenía intención de abandonar su posición de líder de todo el movimiento comunista internacional.
El Partido de los Trabajadores Rumanos dio un paso adelante en su intento por salir de la influencia soviética. Entre el 15 y el 22 de abril de 1964, el Partido de los Trabajadores Rumanos redactaba la Declaración sobre la posición del Partido de los Trabajadores Rumanos respecto a los asuntos del movimiento comunista y obrero internacional, un documento asumido por la dirección comunista de Rumanía en el que se mencionaban los siguientes principios: respetar la soberanía y la independencia internacional, no involucrarse en los asuntos internos, respetar la ventaja y el respeto recíprocos y reconocer las peculiaridades internacionales, históricas y el derecho de cada partido a construir su propio camino hacia el comunismo. Así, se inauguraba una nueva orientación de la política exterior de Rumanía que algunos historiadores consideraban independiente de la Unión Soviética. Por aquella valiente declaración, Dej fue llamado “el hijo rebelde de Europa del Este”, un título que heredó su sucesor, Nicolae Ceaușescu, en 1965.
El historiador Larry Watts opina que la orientación independiente de Rumanía de hace 50 años comenzó muy temprano, tras la muerte de Stalin:
“En mi opinión, no fue el anuncio del inicio de una nueva política, sino el anuncio a nivel internacional de una política consagrada. Muchos occidentales interesados en esta zona se mostraron también casi totalmente interesados en las cuestiones económicas relacionadas con esta declaración. Especialmente debido a la economía, se conoce una serie de enfrentamientos que Rumanía tuvo dentro del Consejo de Ayuda Mutua Económica, que comenzaron unas horas después de la muerte de Stalin. Sobre todo a partir de 1961, la posición de Rumanía despertó mucho interés. Este fue el principal asunto en casi todas las evaluaciones de las agencias de información como las de Estados Unidos.”
Larry Watts opina que los comunistas rumanos se centraron mucho en la política de seguridad y en la política exterior. Watts ha mostrado los acontecimientos que definieron el intento rumano de salir de la influencia soviética:
“Uno de los acontecimientos sumamente importantes fue la declaración de Ion Gheorghe Maurer de 1964 sobre la crisis del Muro de Berlín de 1961 y la crisis de Cuba. En ambas crisis, Moscú puso en alerta a todos los ejércitos nacionales del pacto de Varsovia. Lo hizo sin tener en cuenta a los partidos de los estados satélites, pero con Rumanía no ocurrió lo mismo, y esto fue un impulso hacia una declaración de política independiente clara y nacional por parte de Rumanía. La crisis de los misiles de Cuba fue más grave. Hasta 1956 e incluso 1962, Rumanía estuvo en el mismo grupo que los demás miembros del tratado de Varsovia en el que todos los partidos quisieron controlar las instituciones y la política de Estado. Por primera vez tras la muerte de Stalin fue posible volver a negociar estas relaciones que solo fueron de subordinación y lograr una base de mayor igualdad. Además de responsabilidad, Rumanía quiso tener autoridad.”
El historiador estadounidense ha mostrado cuáles fueron los argumentos de Dej que llamaron la atención del mundo:
“La crisis de los misiles fue una gran revelación, es decir, el hecho de que la Unión Soviética podía provocar una gran guerra, inclusive una guerra nuclear, sin informar siquiera a sus aliados. En 1964, durante los debates con Zhou Enlai, Gheorghiu-Dej subrayó lo siguiente: por primera vez admitieron que Moscú fue capaz de hacerlo sin consulta previa. Y la consulta fue la base del tratado de Varsovia, el principio de los artículos del tratado con los que Rumanía también estuvo de acuerdo. Rumanía confió en que el tratado no se podía violar de cualquier manera. En primer lugar, el problema fue cómo se podía evitar la posibilidad de que la Unión Soviética empleara las armas nucleares. En segundo lugar, la pregunta fue cómo se podía evitar el comportamiento soviético unilateral a nivel internacional de tal manera que se evitara la implicación de Rumanía en una guerra, aunque no fuera nuclear. En el primer anuncio tras la declaración de 1964, Gheorghiu-Dej afirmó: la respuesta del Pacto de Varsovia frente a cualquier amenaza nuclear por parte de la OTAN y EE. UU. no deberían ser las armas nucleares, las tensiones, la amenaza de una guerra nuclear. La respuesta debería ser la reducción de estas acciones. Rumanía destacó que el Pacto de Varsovia y la OTAN compartían la misma realidad. Cualquier acción unilateral, por parte de cualquiera, podía cambiar la realidad para todos.”
La política de distanciamiento de Rumanía de la URSS fue continuada por el sucesor de Dej, Nicolae Ceaușescu.