30 años del renacimiento de la política democrática en Rumanía
En diciembre de 1989 los rumanos también se ganaron el derecho de hacer política, además de otros derechos y libertades.
Steliu Lambru, 30.03.2020, 16:38
En diciembre de 1989 los rumanos también se ganaron el derecho de hacer política, además de otros derechos y libertades. En los primeros meses del año 1990 en Rumanía volvió a aparecer el pluripartidismo después de una pausa causada por los 45 años de régimen comunista. Empezaba una nueva historia de la implicación en la política de la sociedad rumana que, al igual que las demás sociedades de Europa Central y Oriental, había pasado por el período más difícil de su historia.
Junto con el politólogo y profesor Ioan Stanomir de la Universidad de Bucarest hemos tratado de averiguar cuáles fueron los principales rasgos de los partidos políticos rumanos que volvieron a aparecer o se crearon después de 1989. Ioan Stanomir considera que uno de los rasgos definitorios de la caída del comunismo en materia de pluripartidismo fue la propia aparición de éste:
“Desde finales del mes de diciembre de 1989 y el comienzo del mes de enero de 1990 nos enfrentamos a un fenómeno sin precedentes en los últimos decenios y que no tiene correspondencia con lo que ocurrió durante el régimen comunista. Se trata del renacimiento del pluralismo. En el caso de Rumanía hay una particularidad: por un lado la existencia de un partido con vocación hegemónica que se enfrentó al Estado desde sus primeros momentos, el Frente de Salvación Nacional, y por otro se trata de la recreación de los partidos democráticos disueltos durante el régimen comunista y cuyos miembros habían sido objeto de algunas persecuciones políticas crueles: el Partido Nacional Campesino Cristiano Demócrata, el Partido Nacional Liberal y el Partido Social Demócrata.”
De la reinvención del juego político resultó el perfil de la vida política de Rumanía en los años que llegaron. Cabe añadir también que a nivel político apareció una serie de entidades que resultaron ser muy importantes en la coagulación del sentimiento cívico y democrático en Rumanía, organizaciones tales como el Grupo de Diálogo Social y más tarde, la Alianza Cívica.
Ioan Stanomir identificó también un segundo rasgo de la política rumana postcomunista, es decir la pulverización de la oferta electoral:
“El marco normativo inmediatamente después de la Revolución fue pensado precisamente para permitir una pulverización política. Se hablaba en la época de la posibilidad de constituir un partido con los vecinos del bloque de viviendas. Y no estaba muy lejos de la verdad. Para el Frente de Salvación Nacional esta pulverización política era importante porque por un lado conducía a la fragmentación y por el otro instituía confusión.“
Aunque el nuevo marco político permitió la creación de los partidos más diversos, los analistas políticos consideran que hubo grandes diferencias entre las formaciones políticas en cuanto a sus objetivos. Esto se notó en las formas de manifestación de los debates del Consejo Provisional de la Unión Nacional, la primera fórmula parlamentaria después de la caída del régimen de Ceausescu.
Nuevamente en declaraciones para RRI, Ioan Stanomir:
“Evidentemente hay una diferencia fundamental entre los partidos políticos constituidos para alcanzar un objetivo de índole personal y los partidos políticos creados para responder a una orden ética y política. Esta dinámica política tuvo importantes consecuencias en primer lugar en el primer Parlamento provisional de Rumanía, el Consejo Provisional de la Unión Nacional. La fórmula a la que se llegó fue la de la paridad, la mitad de los escaños estaban asignados al Frente de Salvación Nacional y a sus expresiones territoriales, mientras que la otra mitad correspondía a los partidos políticos. Por lo tanto se llegó a una mayoría cualificada del Frente de Salvación Nacional porque una parte significativa de los nuevos partidos políticos creados en realidad eran organizaciones tapaderas del Frente de Salvación Nacional. Para cada partido democrático clásico había uno, dos o incluso tres clones. Un ejemplo en este sentido es la creación del Partido Demócrata Agrario dirigido entre otras personas, por Victor Surdu, creado para limitar la influencia del Partido Nacional Campesino Cristiano Demócrata. El Partido Demócrata Agrario era un partido que representaba los intereses de la nomenclatura de los antiguos complejos agrícolas de Estado. Para crear confusión en el electorado, el Partido Nacional Liberal eligió otra estrategia: la constitución de la Unión Liberal presidida por un personaje político pintoresco, Bratianu, también denominado Patata, quien durante la campaña electoral se presentaba en los estudios de televisión acompañado de una patata. Pero la patata no era lo importante, sino la revitalización de una práctica que fue esencial en los años 1944-1947 cuando los partidos democráticos fueron clonados y socavados por el Partido Comunista Rumano.”
En los 30 años transcurridos desde diciembre de 1989 también se produjo una profesionalización de la política rumana. Aun así, las herencias anteriores a 1989 y los automatismos instalados después continuaron sucediendo. Ioan Stanomir:
“La profesionalización de la política o la aparición de una élite política que ya no tiene ninguna conexión biológica con la comunista son un ejemplo en este sentido. Pero la continuidad de algunas prácticas heredadas de la época comunista y de los años postcomunistas son también otros ejemplos. Voy a referirme a algo que todos entendemos: el clientelismo. Muchas veces, los partidos políticos de Rumanía son vehículos a través de los cuales se afirma el clientelismo. ¿Qué significa este clientelismo? Recompensar a los que son fieles con cargos en la administración pública, cargos para los que no están cualificados en absoluto. Ciertos partidos de Rumanía, sobre todo el Partido Social Demócrata, heredaron en el ADN político esta materia del Frente de Salvación Nacional.”
Los partidos políticos rumanos continúan cambiando aunque han pasado 30 años desde la caída del comunismo. Sin embargo, se trata de los cambios a los que se adapta la sociedad.