El Teatro Odeon de Bucarest cumple 70 años
El Teatro Odeon de Bucarest celebró recientemente su 70 aniversario
Luana Pleşea, 09.12.2016, 14:32
Al principio el Teatro Odeón se llamaba Teatrul Muncitoresc CFR (El Teatro Obrero de las Vías Férreas Rumana) y abrió sus puertas en Giuleşti, un barrio periférico de Bucarest, el mes de septiembre de 1946. Cambió posteriormente de nombre en El Teatro Giulesti y mudó su sede en 1974 en el famoso edificio de Calea Victoriei (Calle de la Victoria) – El Complejo Comedia-Majestic. En 1990 se convirtió en el Teatro Odeón a iniciativa del director de escena Vlad Mugur, quien era el director del Teatro en aquella época. Según la historiadora Maria Magdalena Ioniţă, este nombre no fue elegido al azar porque el arquitecto de este edificio Grigore Cerchez, se inspiró en la arquitectura del Teatro Odeón de Paris. También el repertorio se inspiró en el repertorio del Odeón parisino.
El Teatro Odeón de Bucarest celebró recientemente su 70 aniversario motivo con el cual se desvelaron los bustos de Elena Deleanu, directora de esta compañía durante 38 años y del actor Ştefan Bănică, miembro del elenco del Teatro Giuleşti y verdadera estrella de la compañía. Elena Deleanu fue quien hizo las gestiones necesarias para obtener una segunda sala de este Teatro situada esta vez en el centro de la ciudad, la actual sala Majestic.
Con motivo del 70 aniversario del Teatro Odeón fue presentado el libro «Odeón70. “Aventura histórica y homenaje», firmado por la crítica teatral Miruna Runcan, secretaria literaria del teatro entre 1991 y 1994.
«No se trata de una simple base de datos comentada, es un libro dedicado al Teatro Odeón, ex Giuleşti, por haber cumplido la venerable edad de 70 años. Por otra parte, para mí el proceso de investigación ha sido una verdadera aventura. Hay muy pocos materiales. Algunos, sobre todo crónicas, existen en el archivo del Teatro Odeón, otros no. El período más extraño fue entre 1950 y 1960. Sobre el período ´46 – 50 no hay casi nada y entonces tuve que indagar mucho. Me interesó saber cómo nació este Teatro en el barrio Giulesti y toda la historia de esta combinación entre la ideología comunista que hizo posible su aparición de un día para otro, y las necesidades reales del espacio en que fue instalado. Tuve que recuperar la historia de este espacio que cuenta con una tradición completamente olvidada hoy en día…»
El libro tiene una estructura cronológica y la autora presenta por un lado la situación política del momento, los distintos períodos de los 45 años de comunismo de tal forma que el lector pueda poner en contexto la actividad del Teatro. Por otra parte, destaca los debates estéticos sobre cómo ha venido cambiando el concepto de dirección de teatro en Rumanía. Los más representativos momentos de la historia del Teatro Odeón, tal como están presentados en el libro, fueron los siguientes. Miruna Runcan:
«Conviene destacar un momento muy importante del año 1956. Se dio entonces una vuelta de tuerca al pensamiento estético y no solo estético sobre la dirección de escena. El Teatro Giulesti fue entonces la punta de lanza de la teatralización porque trabajaban allí dos directores de escena muy jóvenes y muy implicados, que tenían buenos conocimientos estéticos. Se trata de Lucian Giurchescu y Horea Popescu. Luego, alrededor de los años 70 fue un período fasto para todo el teatro rumano y director del Teatro Giulesti era el director de escena Dinu Cernescu. Durante la década de los 80 hubo varios espectáculos muy buenos, pero fue una época muy mala para todo el teatro rumano, al igual que para todo el pueblo rumano. Los años 80 fueron horribles. Después de 1990 fue el período del director Alexandru Dabija y es la época de varios espectáculos absolutamente extraordinarios como «Y pusieron esposas a las flores» de Fernando Arrabal, espectáculo realizado por Alexander Hausvater, «Ricardo III», puesto en escena por Mihai Măniuţiu, «A casa de las gitanas», del mismo Hausvater o algunos espectáculos de Dragoş Galgoţiu… Después de este momento de gloria, el Teatro Odeón ha mantenido una trayectoria constante. Es una de las pocas compañías de Rumania que han conseguido mantener una trayectoria constante después de 1996. «
Miruna Runcan, nos ha dicho que Odeón fue el primer teatro en diversificar su oferta después de 1990. Aquí se han llevado al escenario textos contemporáneos, muy reciente, se han realizado ciclos de espectáculos lectura, se han organizado muestras de todo tipo, hubo programas dedicados a los niños.
El Teatro Odeón es dirigido desde hace 20 años por la actriz Dorina Lazăr, quien forma parte del elenco de esta compañía desde 1969. Dorina Lazăr habla de la relación del Teatro Giulesti, actualmente Odeón, con su público a lo largo de estos años.
«Tanto aquí, como en Giuleşti tenemos un público que ama el teatro. Aunque el Teatro Giulesti estaba situado en un barrio periférico de Bucarest teníamos público. Por esta razón la señora Deleanu consiguió que se hiciera una parada de autobús que sigue existiendo hoy en día para que la gente pueda llegar al teatro con más facilidad. Es un público muy fiel. Hay personas ya entradas en años quienes traen ahora a sus nietos al Teatro. Afortunadamente tenemos espectáculos para todas las edades, y entonces vemos como traen a sus nietos a los espectáculos de educación musical por ejemplo. También vienen muchos jóvenes. Nuestro Teatro está abierto a los jóvenes, Nosotros decidimos no subir el precio de las entradas para que más gente pueda ver nuestros espectáculos.»
(Traducción de Irina Calin)