El Festival Internacional de Cine O’Clock
El Festival Internacional de Cine O'Clock ha llegado a su cuarta edición y se celebra entre el 28 de febrero y el 3 de marzo en prestigiosas universidades de cine, cines y otros centros asociados de Rumanía, Lituania, Ucrania, Moldavia, Bulgaria, Grecia, Egipto y Sudáfrica.
Corina Sabău, 02.03.2024, 09:18
El Festival Internacional de Cine O’Clock ha llegado a su cuarta edición y se celebra entre el 28 de febrero y el 3 de marzo en prestigiosas universidades de cine, cines y otros centros asociados de Rumanía, Lituania, Ucrania, Moldavia, Bulgaria, Grecia, Egipto y Sudáfrica. Para la competición internacional de cortometrajes, el equipo del festival eligió 10 títulos de 8 países, algunos de ellos ya nominados y premiados en festivales internacionales de cine como Berlinale, Sarajevo, Jihlava, San Sebastián. Estas películas compiten en el Festival Internacional de Cine O’Clock por dos premios: el Premio del Público y el Premio del Jurado. Mirona Radu, directora del Festival Internacional de Cine O’Clock, nos habla de cómo ha sido el proceso de selección de esta edición:
«Año tras año hemos intentado consolidar el festival y de esta manera hemos añadido otro país. Empezamos con cinco países y ahora tenemos ocho. Y, por supuesto, nuestra idea, nuestro sueño es atacar otras zonas horarias, ir a otras zonas, porque la gente está interesada principalmente en el concepto. Es interesante saber que al mismo tiempo se ve el mismo contenido, es decir, la misma película en países muy diferentes, muy distantes. Ya se han hecho proyecciones simultáneas en Europa antes, pero sumando las dos películas de África, conseguimos traspasar las fronteras del continente. Este año ha sido muy difícil hacer la selección de películas, porque hemos recibido muchas más películas de calidad, incluso muchas, hemos visto más de cien. Es algo bueno, que nos muestra que nos estamos haciendo más visibles, que la gente confía en el concepto, en nuestra selección. Estamos contentos por eso, pero, por otro lado, como dije, el proceso ha sido muy difícil. Somos tres seleccionadores y obviamente hubo discusiones acaloradas entre nosotros, tal vez porque venimos de diferentes orígenes. Junto a mí, los seleccionadores son el crítico Andrew Mohsen de Egipto y Zhana Kalinova de Bulgaria. Obviamente, no es fácil encontrar una fórmula o hacer una selección que guste a todo tipo de público, sobre todo porque el público de nuestro festival es diferente, procedente de tantos países. Al mismo tiempo, el proceso de selección es interesante porque cada uno de nosotros aprende algo. No nos centramos en un género específico, por lo que tenemos tanto películas de ficción como de animación en el programa. Este año también tenemos un documental. Además, en términos de selección, no pretendemos tener un número específico de películas. Nos hubiera gustado tener más películas en esta edición, pero como la mayoría de ellas son de larga duración, de 20, 25, incluso 30 minutos, no pude añadir más títulos».
Tres de las películas incluidas en la competición internacional son rumanas (Suruaika, dirigida por Vlad Ilicevici y Radu C. Pop; When the MIGs fly, dirigida por Philip Găicean; Hypatia, dirigida por Andrei Răuțu), y una de ellas procede de la República de Moldavia (Bad News, dirigida por Liviu Rotaru). Además, el Festival Internacional de Cine O’Clock también cuenta con dos conferencias. Mirona Radu:
«Cada vez añadimos al programa del festival dos conferencias dirigidas más bien a los trabajadores del sector. Digo esto porque los invitados suelen ser profesionales en la materia, puede suceder que los temas sean de alguna manera de nicho. Pero esas conferencias obviamente también están abiertas al público en general. Una de ellas es sobre el patrimonio y la inteligencia artificial. Al abordar estos temas, queremos hacer una conexión entre el pasado y lo que está sucediendo en el presente, pero también miramos hacia el futuro. La inteligencia artificial, un tema muy debatido, también puede ser una herramienta para ayudar a preservar el patrimonio. Y me refiero estrictamente a la preservación de películas de archivo o habladas en lenguas menos conocidas. Por ejemplo, en Sudáfrica, donde actualmente se hablan 11 idiomas oficiales, hay una empresa que está llevando a cabo un proyecto sumamente interesante con la ayuda de la Inteligencia Artificial. La idea es que, utilizando la IA, intentemos preservar las películas que se hacen allí y el lenguaje que se utiliza en la película, con toda su especificidad, porque no se sabe cuánto tiempo vamos a poder mantener estas cosas con la creciente globalización. La segunda conferencia se centra en la salud mental, un tema muy debatido e importante de abordar. En cuanto a la salud mental, debemos reconocer que la industria del cine es y puede convertirse en un ambiente tóxico si no mantenemos ciertos límites. De estos temas hablaremos en esta segunda conferencia».
Cada cortometraje del programa del Festival Internacional de Cine O’Clock ofrece una perspectiva única sobre la cultura de su país o intenta llevar al espectador a un espacio imaginario, ajeno a cualquier estado. Temas como los lazos familiares, los cambios en la sociedad, el realismo emocional y la imaginación sin fronteras son algunos de los temas explorados en los cortometrajes de este año, dice Zhana Kalinova, crítica y seleccionadora del Festival Internacional de Cine O’Clock.
Versión en español: Mihaela Stoian