La piscicultura rumana
En Rumanía, la industria pesquera ocupaba en el período comunista un lugar destacado y se situaba en el tercer lugar en el mundo después de la Unión Soviética y Alemania del Este.
România Internațional, 13.06.2017, 18:37
Ya desde los años 60, Rumanía poseía una inmensa flota de pesca oceánica con decenas de barcos que cruzaban los océanos del mundo y traían al país, bacalao, arenque, sardinas y caballa. En estos barcos trabajaban aproximadamente 6000 personas. En el mismo período, Rumanía explotaba, con fines piscícolas, un 90% de las 500.000 hectáreas de superficie acuática a los cuales se añadían 76.000 kilómetros de ríos y 1.075 kilómetros del Danubio. De los ríos interiores se obtenían 60.000 toneladas de pescado y de los océanos más de 150.000 toneladas anualmente. Gran parte de estas cantidades se comencializaba en estado fresco y otras cantidades, mayores, llegaban a las fabricas de conservas de Galati, Tulcea, Sulina y Constanta. De esta manera se aseguraba el consumo interno y se exportaban alrededor de 100.000 toneladas anualmente. Después de un cuarto de siglo, la producción de pescado de Rumanía ha bajado a más de 11.000 toneladas anualmente, es decir un 8%, aunque Rumanía tiene la mayor red hidrógráfica de la UE, con más de 8000 kilómetros de ríos interiores, el Danubio y acceso a través del mar a los océanos. Más detalles nos ofrece Marian Cuzdrioreanu, presidente de la Asociación de los Procesadores, Importadores, Exportadores y Comerciantes de Pescado de Rumanía:
“La producción piscícola de Rumanía era mucho mayor antes de la Segunda Guerra Mundial. Entre los años 1920-1930, Rumanía contaba con 1.800.000 hectáreas de área acuática. Eramos los primeros acuicultores de Europa. Pero con la llegada del comunismo, esta superficie acuática fue desecada y utilizada en la agricultura.Por supuesto que el pescado necesario era mucho mayor en el comunismo y rondaba unos 10 kilos por habitante, pero era completado por la pesca oceánica.La flota rumana pesquera era la tercera en Europa y la décima en el mundo. Desgraciadamente, después de la caída del comunismo nos quedamos sin flota pesquera y de exportadores nos transformamos en importadores. Dejamos de pescar en los océanos por no tener más flota pesquera. Han desaparecido los célebres barcos de pesca Polar en que se procesaba el pescado de manera profesional. Estos barcos Polar eran unos barcos de pesca dotados de fabricas procesadoras flotantes”
En Rumanía, se han desarrollado últimamente capacidades de producción para la cría de peces en todos los departamentos. Existen más de 84.500 superficies con criaderos de peces, 300 granjas piscícolas y alrededor de 60 criaderos de truchas con una superficie de 44 hectáreas. La estructura de la producción de acuicultura está dominada por los ciprínidos, peces de agua dulce. Se crían truchas, percas, luciopercas, siluros y esturiones. Escuchemos nuevamente a Marian Cuzdrioreanu:
“Rumanía cuenta con más de 7 variedades importantes de la familia de ciprínidos, que incluyen 2000 especies de todo el mundo. Las más importantes son la carpa común y los derivados, como el pez fitófago. Procesamos una especie de caracoles comestibles que exportamos a Asia, Corea y Japón.”
El primer lugar en la clasificación de las preferencias de los rumanos figuran el salmón y el jurel cuyas ventas han aumentado en un 5% en comparación con el año anterior. Los estudios destacan también que los rumanos están interesados en los mariscos. El valor del mercado de frutos del mar asciende a 350 millones de euros anualmente.
El programa operativo de pesca y asuntos marítimos ofrece a los interesados en la acuicultura fondos europeos, en el período 2014 — 2020, por un valor de 170 millones de euros. Pese a ello, el número reducido de barcos de pesca profesionales del mar Negro, la falta de puertos, la falta de una flota de pesca oceánica y de las posibilidades de procesamiento hacen que Rumanía sea dependente de las importaciones, a pesar de la existencia de un inmenso potencial sin explotar.