La Industria agroalimentaria
Según el Ministerio rumano de Agricultura y Desarrollo Rural,en 2015, Rumanía exportó el año pasado más de 15 millones de toneladas de productos agroalimentarios
Florin Orban, 20.04.2016, 15:17
Según el Ministerio rumano de Agricultura y Desarrollo Rural,en 2015, Rumanía exportó el año pasado más de 15 millones de toneladas de productos agroalimentarios, por un valor total de 5.730 millones de euros, un 4,6% más desde el punto de vista cuantitativo y un 6% más desde la valoración económica.
En 2015, el valor de los productos importados fue de 8,5 millones de toneladas, es decir 5.820 millones de euros, superando en casi un 2.400 millones de euros la cantidad de 6 millones de toneladas importada en 2014. Así, el déficit de Rumanía con productos agroalimentarios totalizó 89 millones de euros. Los mayores cobros procedieron de las exportaciones de maíz y alcanzaron casi 960 millones de euros por una cantidad de 5,1 millones de toneladas exportadas.
El segundo lugar está ocupado por los cigarros y los puros con 917,5 millones de euros. El trigo ocupó el tercer puesto con 692,5 millones de euros por 3,55 millones de toneladas exportadas, y las semillas de girasol y de colza totalizaron 452,2 millones de euros y 300,8 millones de euros respectivamente, en 2015. Por otra parte, Rumanía sigue liderando la exportación de carne de cerdo dado que el año pasado nuestro país importó del espacio comunitario casi 189 mil toneladas por un valor total de 295,7 millones de euros. En 2015, la Unión Europea fue el principal socio en el comercio agroalimentario de Rumanía en las condiciones en que el peso de las entregas de productos agroalimentarios hacia este destino fue del 65% mientras que el de las adquisiciones de los Estados miembros de la UE fue del 81%.
Sobre los problemas a los que se enfrenta la industria agroalimentaria rumana ha hablado para Radio Rumanía el presidente de la Federación Pro Agro, Emil Dumitru:
“La industria agroalimentaria rumana ha hecho grandes esfuerzos para dotarse de tecnología de última generación de modo que los productos agroalimentarios procesados en nuestras fábricas sean de buena calidad porque todos nuestros productos son verificados desde el punto de vista sanitario y veterinario.
Si recibimos información sobre la competencia desleal de algunos productos o sobre la mala calidad del comercio intracomunitario o a terceros países, la Autoridad Nacional Sanitaria Veterinaria para la Seguridad de los Alimentos (ANSVSA) junto con la Dirección de Inspecciones Técnicas y Control del Ministerio de Agricultura deberían iniciar controles de todos los productos que se hayan visto afectados por la falta de calidad y entonces sabremos los nombres de los importadores y los tipos de productos. No se puede generalizar, porque entonces los consumidores no sabrán qué elegir en el hipermercado si nosotros hablamos en general y decimos que todos los productos en el mercado son de baja calidad. Yo les digo rotundamente que en Rumanía, la calidad es buena e incluso excelente en los productos procesados de leche, carne, etc. Pero claro, durante este periodo de crisis, hay muchos agentes económicos oportunistas que intentan introducir en el mercado rumano algunos productos no conformes y si no son conformes, debemos retirarlos, pero retirarlos según los criterios que se han identificado como no conformes.”
El presidente de la Federación Pro Agro se ha declarado sorprendido por el cálculo de algunos precios:
”No entendemos cómo se ha calculado el precio y cuál es el mecanismo utilizado, ya que nosotros exportamos la tonelada de carne de pollo a un determinado precio, y lo que procede del comercio intracomunitario se vende casi a mitad de este precio. Prácticamente, nos preguntamos qué calidad tienen estos productos que proceden del espacio comunitario y la única respuesta correcta podría venir de las autoridades, que tienen atribuciones de regulación y control en este ámbito. Nosotros solo lanzamos una advertencia.”
Los productores rumanos también tienen un problema con los hipermercados. Emil Dumitru:
”Los hipermercados, que dominan el mercado, han logrado imponer ciertas tasas y comisiones aplicados a los productores de la industria agroalimentaria y si tenemos en cuenta que esta red moderna comercializa el 50% de la producción agroalimentaria, resulta que necesitamos un equilibrio justo y nuevas regulaciones, ya que la legislación en este momento es injusta. Su fuerza de negociación supera a la del productor autóctono y las negociaciones deben realizarse según el principio del reparto correcto del beneficio entre todos , desde el fabricante de materia prima y el procesador hasta el comerciante, al que también le corresponde una parte del beneficio. Los comerciantes no deberían quedarse con todo el beneficio y los demás, con nada.”
A mediados del pasado marzo, ”el queso de Ibăneşti” se convirtió en el primer producto rumano inscrito en el Registro europeo de productos con ”Denominación de Origen Protegida ”. El queso de Ibăneşti se obtiene de leche procedente de vacas criadas en la zona del valle de Gurghiului, a la que se añade agua salada sacada de las fuentes ubicadas en la localidad de Orşova. Este queso se produce solo en la zona de las localidades de Gurghiu, Hodac e Ibăneşti en el distrito de Mureş, en el Valle de Gurghiului, donde el método de fabricación se transmite de una generación a otra. El pasado febrero, Rumanía había inscrito el ”salami de Sibiu” como producto de ”Indicación Geográfica Protegida”, después de ”la mermelada de ciruelas de Topoloveni”, que había obtenido el certificado de ”Indicación Protegida” en 2011.
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