Industria siderurgica rumana
Los principales productores siderúrgicos presentes en los últimos años en Rumanía, ArcelorMittal y Mechel, afrontan difícilmente la crisis económica prolongada que ha conllevado la baja de la demanda en el mercado internacional y se ven obligados a recurr
Florin Orban, 30.07.2013, 15:39
Tras haber anunciado el año pasado que intentaba vender los cuatro complejos siderúrgicos que poseía en Rumanía, en Brăila, Buzău, Câmpia Turzii y Târgoviște, el consorcio ruso Mechel los cedió a una pequeña compañía rusa, con tres empleados, al precio simbólico de 52 euros, con el fin declarado de tratar de salvar lo que todavía se podía salvar.
A esto siguió la declaración de insolvencia de muchos de estos complejos siderúrgicos y el cierre de algunas secciones, mientras que en el antiguo complejo Sidex, de Galați, en el presente en posesión de ArcelorMittal, hubo numerosos despidos voluntarios. Recientemente, la revista Capital hizo un análisis detallado de la evolución del sector siderúrgico en Rumania tras 1989. La primera conclusión destaca que, desde entonces, la producción se ha reducido a la mitad, desde casi 7 millones de toneladas en 1991 a casi 4 millones en 2011. Los principales complejos se privatizaron y la crisis internacional les afectó duramente dado que, en los años que precedieron su estallido, habían sido sumamente beneficiosos para los inversores, según ha explicado para Radio Rumanía, la periodista Ilena Ilie de la revista Capital.
“Las empresas siderúrgicas rumanas también se beneficiaron de esta coyuntura internacional favorable, pero las ganancias procedieron de las ventas de productos a precios mucho más altos. Un ejemplo concreto: desde casi 150 dólares por tonelada, en el año 2008, el acero-hormigón llegó al precio de 640 por tonelada en 2009. Vino la crisis, afectó al mercado inmobiliario y a la industria automovilística, es decir los pilares que habían conducido a la demanda de acero en Rumania, y el precio del mismo se ha reducido en el presente a la mitad.”
En Rumanía, decenas de miles de personas trabajan en esta industria. Se trata de centros de producción que prácticamente se paran o disminuyen la produccíón. Los agentes económicos se quejan del precio muy alto de la energía, que les impide continuar la actividad, y piden ayuda por parte del estado. ¿Puede el estado implicarse? Ileana Ilie contesta:
“El estado se puede implicar según el modelo de los franceses en el caso de ArcelorMittal, para no cerrar un complejo con 600 empleados. ¿Pero qué nos puede anunciar este golpe sonoro del comienzo del año dado por Mechel, el segundo grupo siderúrgico de Rumanía, que se vendió a una pequeña empresa? ¿Logrará esta sacar del apuro a cuatro gigantes industriales? Como hablamos de cuatro complejos, muchos de ellos en insolvencia, es obvio que el estado puede hacer muchas cosas para salvar la situación, pero no sabemos qué.”
La Comisión Europea intervino también para que los grandes protagonistas del mercado, presentes en Europa, pospongan sus planes de restructuración que a ciencia cierta significan despidos y cierres de unidades de producción. Podemos decir que la táctica de las autoridades consiste en obtener un respiro, o esperar una recuperación de la economía internacional. ¿Cúales son las perspectivas de la industria a corto plazo? Ileana Ilie contesta:
“Si nos referimos al mercado interno, Rumanía tiene potencial de crecimiento porque nos falta mucho tiempo para alinearnos con los estándares de Europa Occidental y me refiero a la infraestructura, a otros sectores estratégicos. Una perspectiva optimista viene también desde EE. UU. y China, donde se notan señales de recuperación prudente.”
También el ministro rumano de Economía, Varujan Vosganian, ha abordado recientemente este problema:
“La siderurgia se enfrenta a problemas con los terceros mercados. Son problemas de reglamentación, pero tiene también otros problemas suplementarios que se relacionan con la evasión que viene desde Bulgaria, mediante empresas fantasmas que traen el acero hormigón a precios más bajos, luego desaparecen y no pagan el IVA. También tiene problemas con Turquía en el caso de la chatarra. Nosotros hemos privatizado toda la zona de colecta y me refiero a las antiguos centros del antiguo Ministerio de Metalurgia, que prefieren negociar con los turcos que pagan en metálico en vez de colaborar con los rumanos. El tercer problema es el de la corriente eléctrica, que es muy cara, y el cuarto atañe al poder de absorción del mercado. Además, la industria rumana no está preparada para liberalizar los precios.”
El ministro Varujan Vosganian intenta elaborar una estrategia de reindustrialización de Rumanía a raíz del diálogo con los representantes de todas las ramas industriales. La retirada del estado de la economía, salvo en algunos sectores estratégicos, el apoyo de los sectores industriales clave y el estímulo de la industria transformadora son los principales pilares que quedarán en la base de la reindustrialización del país, precisó el titular de economía, Varujan Vosganian, con motivo de los debates en torno a la formulación de la estrategia. Además hace falta de una diplomacia económica agresiva en condiciones de promover en el extranjero la industria rumana, inclusive los parques industriales y las incubadoras de negocios ya existentes.