Ideas ineditas de negocios en la agricultura
Criar avestruces es, desde hace varios años, un negocio provechoso para muchos rumanos, porque cada pedacito del organismo de esta ave se puede comercializar
Florin Orban, 03.09.2013, 15:57
Criar avestruces es, desde hace varios años, un negocio provechoso para muchos rumanos, porque cada pedacito del organismo de esta ave se puede comercializar. La piel es muy apreciada en marroquinería y la carne es muy sana debido al contenido bajo de colesterol y grasas. Incluso los órganos internos son conocidos como exquisiteces. El plumaje es sumamente apreciado en el mundo de la moda y la grasa se utiliza en las industrias cosmética y farmaceútica. Por último, los huevos de avestruz pueden servir como adorno o pueden cocinarse.
En Rumanía hay muchos criaderos de avestruces pero el criadero de Giurgiu, que pertenece a un rumano de Besarabia, es único. El propietario se estableció en Rumania en los años 90. Cría anualmente alrededor de 1.500 avestruces y suministra un 90% de la producción de carne de este tipo en Rumanía, lo que significa unos ingresos anuales de casi un millón de euros. El ingeniero Dorin Falcu, coordinador de la actividad del criadero, nos amplía detalles:
“Nuestra empresa funciona desde el año 2004 y es la más moderna de Rumanía. Tenemos una incubadora con una capacidad de 3.500 huevos por serie. Es la mayor incubadora del mundo, completamente automatizada, en la que producimos pollos de avestruz de un día de vida. De los huevos criamos pollos hasta la edad de un año y luego los distribuimos hacia los criaderos privados, que los crían hasta pesar 100 kilos y luego los devuelven a su propio matadero. Nosotros poseemos el único matadero autorizado de Europa. La carne de avestruz se vende bien en Rumanía debido a su bajo nivel de colesterol. Vendemos la carne de avestruz en las grandes redes de almacenes de Rumanía y el sector HORECA (hostelería, restauración y cáterin). En nuestro matadero tenemos una sección de procesamiento de la carne donde obtenemos productos ahumados, crudos y secos.
El siluro africano es un pez voraz, naturalizado en Europa en los años 70 y desde entonces esta especie ha venido mejorando a través de mezclas repetidas, especialmente en Holanda y Hungría. Para criarse necesita solo agua caliente, pero existe también la ventaja de que los adultos toman el oxígeno directamente de la atmósfera, logrando así sobrevivir más. Tal vez por ello, un inversor de Arad decidió crear un criadero de siluros africanos. En una antigua fábrica de algodón acondicionó 22 piscinas de agua termal donde, en el presente, cría siluro africano de entre 250 gramos y 15 kilos. Ioan Crisan:
“La carne de este pez es mucho más firme que la de la carpa, que es el pez más apreciado en Rumanía. Una densidad de 250 kilos de pez por metro cúbico de agua te hace pensar también en la rentabilidad. Opté por el siluro porque tiene un precio razonable y se cría rápidamente.”
Para montar este negocio, Ioan Crisan invirtió alrededor de medio millón de euros. La mayor parte del dinero va hacia la adquisición de forrajes de harina de pescado, importados desde Holanda. Compró al principio 5.000 siluros africanos, de 50 gramos, al precio de 50 euros cada uno. En el presente cría miles de estos peces y hasta se propone producir embutidos con su carne, según unas recetas húngaras. Para este año estima una producción de 150 toneladas y, para el año siguiente, de 250 toneladas. El pescado se destina a los restaurantes del oeste del país, pero ya se han firmado los primeros contratos con unos inversores de Turquía.
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