Frutas del bosque: modelo de negocio en la región montañosa
Cada año, en verano y en otoño se recogen cantidades importantes de frutas del bosque en las vertientes soleadas de los Cárpatos.
România Internațional, 12.07.2016, 17:09
Son consideradas frutas ecológicas porque crecen en altitudes elevadas, en zonas no contaminadas, y por eso son muy apreciadas en el extranjero. Para este año, Rumanía estima una producción de casi 3.300 toneladas de frutas del bosque que serán vendidas sobre todo en el extranjero. Sin embargo, además de las frutas del bosque recogidas en las montañas, hay muchos rumanos que han montado negocios ventajosos y han creado plantaciones de frutos rojas.
Ioan Păşcănuţ, habitante de la zona de Sibiu, del centro del país, ha invertido 80.000 euros para crear una plantación de espino amarillo y nos ha hablado de su negocio:
“En 2006 comencé con el cultivo de 7,50 hectáreas. Entonces nos beneficiamos de los programas financiados por los fondos europeos Sapard para crear la plantación. Inicialmente no recibimos un monto muy grande, pero fue suficiente. Luego entramos en un período de conversión para obtener la certificación ecológica y ahora somos productores ecológicos certificados. Es un negocio provechoso. Mucha gente cree que éste es un nicho de mercado en el que pueden enriquecerse rápidamente. Pero esto no sucede de un día para otro. Es un componente de la agricultura alternativa que si está bien gestionado puede generar ganancias. Las cosechas no son grandes y el precio de venta, sobre todo en Rumanía, está por debajo de lo que esperamos, a causa de la competencia de las frutas recogidas de la flora espontánea. Pero si logramos exportar, entonces obtenemos un precio correcto y la plantación se vuelve rentable. Muchos cometen el error de crear una plantación sin tener en cuenta las posibilidades de venta de sus productos, porque también hay que invertir en instalaciones de congelación y almacenamiento, en secadores, etc. Los frutos del espino amarillo solo se pueden preservar congelados o en polvo. Nosotros procesamos una parte de los frutos, fabricamos zumo y aceite de espino amarillo, o espino amarillo con miel, en colaboración con otros productores, pero no sacamos provecho de estos productos que caducan rápidamente y por eso debemos venderlos muy pronto. Por lo tanto no los podemos vender a través de una cadena de tiendas. Vendemos una gran cantidad como frutas congeladas o desecadas.”
Hace 14 años, Ion Vasile Moraru de la aldea de Cosminele, en el departamento de Prahova en el sur de Rumanía, creó la primera plantación de zarzamora en nuestro país, con retoños de los Países Bajos. La abundancia de la fruta y el hecho de que no tenía espinas le impresionaron. Actualmente no sabe exactamente cuánto gana, pero afirma que su familia vive de este negocio:
“Comenzamos en 2002 con algunos cientos de metros cuadrados. Ésta fue la primera plantación de zarzamoras en este país. Ahora tengo 300 metros cuadrados de cultivos de moras. He trabajado mucho yo solo, a veces me ayudaban los familiares y los amigos, y por lo tanto no me costó mucho. He recuperado la inversión inicial en dos años. Ahora, nuestros ingresos son constantes, porque las moras maduran en 4-5 años y producen frutos durante 15 años. Un retoño si está bien cuidado produce hasta 5 kg de moras. También hemos procesado la fruta para hacer confitura, mermeladas, jarabe, y aguardiente de moras. Todavía no tenemos firmado contrato alguno, porque las moras solo se pueden vender en el extranjero si están congeladas. Caducan en 48 horas si las almacenamos a temperatura normal. Tenemos dos contenedores frigoríficos y a partir de este año si hay buena cosecha, vamos a congelar la fruta. En estos contenedores podemos mantenerla durante un año sin problemas. Estoy muy contento.”
De momento, en Rumanía existen pocas fábricas de procesamiento de frutas del bosque, porque las empresas estatales exportan las frutas como materia prima a otros países donde son procesadas y luego vendidas en toda Europa a precios mucho mayores. Para cambiar las cosas, la Federación de los Agricultores de la Montaña Dorna, con sus socios, la Fundación OPENFIELDS (la antigua Heifer Project para Rumanía) y NIBIO (el Instituto Noruego de Investigación Bioeconómica), ha desarrollado un proyecto de procesamiento de fruta del bosque, usando fuentes de energía renovable y no contaminante. El proyecto se ha desarrollado durante 18 meses y ha tenido el objetivo de crear modelos agrícolas en las regiones montañosas de Rumanía a través de la integración de las actividades tradicionales en el sistema económico moderno. El director de la Federación de los Agricultores de la Montaña Dorna, Ioan Agapi, nos ha proporcionado más detalles:
“En primer lugar, hemos partido del hecho de que los miembros de la Federación de los Agricultores de la Montaña son granjeros de la zona de las montañas de Rumanía que no tienen grandes superficies en que puedan cultivar intensamente las frutas del bosque. Por lo tanto, hemos partido de la idea de que hay muchos terrenos ácidos que no están utilizados adecuadamente. Así que hemos pensado en crear una fábrica de procesamiento de frutos rojas para que ellos puedan beneficiarse del valor añadido a su producción. La línea de financiación puesta a nuestra disposición por el gobierno noruego se llamaba “industria verde” y entonces hemos pensado en procesar estas frutas del bosque utilizando la energía verde. Con esto hemos alcanzado tres objetivos: ofrecemos servicios a los miembros de nuestra fundación, desarrollamos la marca “Aroma de la Montaña”, ya registrada y protegida por el gobierno de Rumanía, y producimos energía verde necesaria para el procesamiento de las frutas. Actualmente contamos solo con dos líneas de procesamiento: una línea para frutas desecadas y otra para zumos. También producimos champiñones desecados y zumos naturales en una variedad de combinaciones: manzana con arándanos, arándanos con moras, etc. Una cosa está clara: por un lado, ofrecemos servicios a nuestros miembros, y por el otro, procesamos a cambio de pago, frutas de bosque para las empresas que quieren hacerlo en Rumanía. Compramos materia prima y vendemos el producto procesado por la Federación de los Agricultores de la Montaña Dorna, bajo el nombre de “Aroma de la Montaña”.”
El proyecto social de procesamiento de las frutas del bosque usando fuentes de energía renovable aumentará también la conciencia ambiental y la protección duradera de los bosques.