El mercado de las plantas medicinales
El cultivo de las plantas medicinales se ha convertido en los últimos años en un negocio provechoso para muchos rumanos.
România Internațional, 18.07.2017, 05:24
El cultivo de las plantas medicinales se ha convertido en los últimos años en un negocio provechoso para muchos rumanos. Los tratamientos con plantas han vuelto a centrar la atención, y ha aumentado el consumo de tés de plantas procedentes de la flora espontánea. El mercado rumano de las plantas medicinales tiene una cifra de negocios de aproximadamente mil millones de euros, cifra que se podría duplicar en los próximos años, según los especialistas. La explotación agrícola es provechosa incluso en las pequeñas superficies de tierra, y la inversión inicial, que alcanza unos miles de euros por hectárea se puede recuperar en un año y medio. Hay ya decenas de sociedades privadas que se dedican a cultivar, procesar y valorizar las plantas medicinales, pero también simples granjeros que han dejado los cultivos tradicionales de maíz o girasol para los cultivos de lavanda, escaramujos y caléndulas. Por ejemplo, las inflorescencias frescas o secas de lavanda se pueden vender por 8 lei (1,7 euros) el kilo. En cambio, los aceites esenciales procedentes de esta planta alcanzan los 250 euros el litro. De una hectárea de lavanda se pueden obtener 40 litros de aceite esencial.
Iuliana Barbu cultiva plantas medicinales desde hace más de 15 años, en las orillas del Siret, en un microclima bien elegido, y desde hace 7 años se dedica también a la investigación en este sector.
“Tenemos un potencial en superlativo. Nos ayuda el microclima templado, pero también el relieve. Del mar a la montaña tenemos miles y miles de especies que se pueden cultivar, pero también hay muchas en la flora espontánea. Por lo demás, todos los países nos buscan para entregar plantas medicinales. Además de este potencial, tenemos también una historia rica en la farmacopea rumana. Tenemos miles de investigadores, ingenieros, farmacéuticos, biólogos que han hecho investigaciones en el ámbito de las plantas medicinales. Hay muchísimas especies, pero aproximadamente 380 plantas se explotan de manera intensiva. En la flora espontánea hay miles y miles de plantas, pero que no se investigan y no se analizan en su conjunto, como dicen los alquimistas.
En el mercado interno e internacional se busca materia prima procedente de los cultivos ecológicos. Por esta razón, las empresas europeas de la industria farmacéutica se dirigen hacia los países con un bajo nivel de contaminación, como es también Rumanía. Iuliana Barbu:
“No concibo que una planta medicinal sea tratada químicamente. La lista de las especies que cultivamos es grande, muchas especies desaparecen y nosotros intentamos traerlas a los cultivos. Hemos traído el corazoncillo e incluso la ortiga que está en peligro de extinción. He escrito también un libro, “7 plantas bíblicas, plantas que nos pueden traer tanto provecho, como salud. Cualquier persona puede cultivar estas plantas.Se trata de salvia,orégano, tomillo, hierbabuena, toronjil y del hisopo que son plantas especiales. Además del albahaca todas las demás son plantas perennes es decir que crecen en la misma parcela varios años. Por supuesto que resulta más costosa la creación de una cultura perenne, pero a largo plazo el dinero se costea a sí mismo y salimos ganando. Poseemos una patente de invento para la almohadilla terapéutica de plantas medicinales y utilizamos muchas plantas en la realización de estos cojines que representan una terapia no agresiva, que se basa en la aromaterapía.
Iuliana Barbu recomienda a los jóvenes implicarse en este tipo de negocio y les ofrece también asesoramiento:
“Para los rumanos que viven en el extranjero y todavía no han iniciado ningún negocio éste representa un verdadero potencial. Un joven me habló de un pedazo de tierra cerca de Tg Ocna, inadecuado para los cultivos agrícolas, muy ácido. Tras analizar el PH del suelo, eso es la medida de la alcalinidad del suelo, le aconsejé que cultivara arándanos y en el presente tiene seis hectáreas cultivadas con estas frutas muy solicitadas por muchas compañías procesadoras.
En los últimos años, Rumanía se ha transformado en el principal suministrador de plantas medicinales para muchos países de Europa, pero los especialistas consideran que se debería desarrollar la industria correspondiente en su totalidad para exportar el producto acabado, como cremas para el cutis, pomadas y jarabes. Escuchemos a Iuliana Barbu:
“Una cantidad inmensa de plantas medicinales sale de Rumanía y vuelve a nuestros escaparates envasadas y a precios muy altos. Es por ello que invitamos a los rumanos que viven en otros países a importar ellos mismos estas plantas, abrir almacenes en sus países de adopción y montar un negocio sólido. Creo que sería un punto de orientación muy bueno para muchos jóvenes rumanos con potencial.
Mediante el nuevo Programa Nacional de Desarrollo Rural 2014-2020, los jóvenes son ayudados con 15.000 euros como máximo para abrirse un negocio con plantas medicinales. Otra medida del programa persigue respaldar a los jóvenes que aplican métodos de agricultura ecológica con 365 euros por hectárea, anualmente.
