El ámbito empresarial de Rumanía
En la clasificación “Doing Business 2017, realizada por el Banco Mundial, Rumanía ocupa el lugar 36 con un total de 74,26 puntos. Nuestro país supera en esta clasificación a países tales como Bulgaria, Hungría, Bélgica, Italia o Turquía, pero se sitúa
Florin Orban, 09.11.2016, 13:19
En la clasificación “Doing Business 2017”, realizada por el Banco Mundial, Rumanía ocupa el lugar 36 con un total de 74,26 puntos. Nuestro país supera en esta clasificación a países tales como Bulgaria, Hungría, Bélgica, Italia o Turquía, pero se sitúa por detrás de Polonia, República Checa, Eslovenia, Eslovaquia o Kazajistán. Aunque este año Rumanía ha sacado 0,14 puntos más en comparación con el año pasado, nuestro país ha perdido una posición en esta clasificación anual que analiza las economías de 190 países. Según el informe del Banco Mundial, Rumanía ha hecho progresos en el área del pago de impuestos pero ha perdido 11 posiciones en el área de apertura de negocio. “Rumanía ha hecho más difícil el inicio de un negocio porque ha aumentado el tiempo necesario a la hora de registrar el IVA”, según indica el informe del Banco Mundial.
Por otra parte, el informe Global Entrepreneurship Monitor que analiza 60 países precisa que “en Rumanía un emprendedor necesita casi 12.500 dólares para abrir un negocio, más que en Polonia, Suecia, Bulgaria, Croacia o Hungría”, pero menos que en países desarrollados como Alemania, Italia o Noruega. El alto nivel de los costes soportados por los emprendedores a la hora de abrir un negocio se debe el número reducido de pequeñas y medianas empresas de Rumanía, categoría de empresas que prácticamente representa la fuerza de una economía. Rumanía cuenta con tan sólo 30 pequeñas y medianas empresas por cada 1.000 habitantes, número que sitúa a nuestro país en el penúltimo lugar en la Unión Europea, según un análisis del periódico Ziarul Financiar, mientras que el promedio de la UE es de 54 empresas por cada 1.000 habitantes, conforme a los datos más recientes de la Comisión Europea.
Escuchemos ahora al primer ministro Dacian Ciolos:
“También tenemos un sistema de ayuda estatal cuyo objetivo es crear empleos en compañías más pequeñas. En general, las compañías rumanas son las que se benefician de dicho sistema. Hay empresas rumanas que se desarrollan paralelamente en colaboración con los socios extranjeros con los que trabajan. Estamos preparando un sistema de ayuda estatal que entrará en vigor a partir del próximo año con una asignación presupuestaria, hasta 2020, de unos 900 millones de lei (es decir alrededor de 200 millones de euros), que tendrá como objetivo inversiones de tamaño medio, entre 1 y 5 millones de euros. Esperamos que cada vez más empresas rumanas puedan desarrollarse a través de esta medida.”
Recientemente, la agencia COFACE ha mejorado la clasificación de nuestro país en cuanto al riesgo del ámbito empresarial de B a A4 por primera vez después de 2009, pero ha advertido que la evolución positiva del ámbito de negocios es generada exclusivamente por el consumo, hecho que puede crear desequilibrios futuros. La clase de riesgo A4 indica que las perspectivas económicas y financieras pueden estar marcadas por algunas debilidades, el contexto político pasa por tensiones y el ámbito empresarial aún presenta errores legislativos. Sin embargo, la probabilidad de riesgo de impago de las empresas se sitúa en un nivel aceptable. El grado A4 es el más reducido de la categoría recomendada por los inversores. A pesar de la mejora de la clasificación, el gerente de COFACE Rumanía, Eugen Anicescu, advierte que las evoluciones recientes se basan demasiado en el aumento del consumo:
“La mejora tanto del ámbito económico como del ámbito de negocios, de la liquidez, se debe en gran parte a la evolución del PIB basado en el consumo. Por lo tanto, prácticamente, lo que tenemos en el presente es una victoria del consumo. Últimamente el aumento del salario promedio y la relajación fiscal han fomentado el consumo. Evidentemente esto trae dinero al mercado, las compañías se benefician de esta liquidez, pero el peligro no desaparece. Desafortunadamente, la evolución del consumo no ha determinado también una evolución de las inversiones. La disminución del IVA y los aumentos salariales ya se han producido y tienen un impacto sobre el presupuesto. En estas condiciones, si no aparece otro elemento que apoye la evolución en el futuro, es posible que se mantenga el mismo nivel.”
En opinión de COFACE, los puntos fuertes de Rumanía tienen que ver con la dimensión bastante grande del mercado interno, la mano de obra barata y cualificada, la reserva significativa de divisas y una moneda bastante estable, el grado de endeudamiento público situado por debajo del promedio de la UE y la dependencia energética reducida en el plano externo. En cambio, los punto débiles se refieren a la disminución de la población, el nivel reducido de los ingresos no gubernamentales, la infraestructura débil y los retos relativos a la reducción de la corrupción y la estimulación del espíritu empresarial.