Debates sobre la adopción del euro en Rumanía
Aunque aún no haya sido adoptada en Rumanía, la moneda única europea es una realidad en la vida diaria de los rumanos.
Florin Orban, 09.08.2016, 18:05
Aunque aún no haya sido adoptada en Rumanía, la moneda única europea es una realidad en la vida diaria de los rumanos. Un 70% de los préstamos concedidos por los bancos son en euros. También en euros se calculan los precios para los servicios de telefonía móvil, hasta los precios de los coches o de las viviendas, así que las transacciones con coches, terrenos o viviendas se hacen teniendo en cuenta la cotización del euro. En el Programa de Convergencia enviado a Bruselas, el antiguo gobierno encabezado por Victor Ponta había mantenido el compromiso de adoptar el euro a partir del 1 de enero de 2019.
La economía de Rumanía cumple con los cinco criterios de convergencia nominal establecidos en Maastricht, pero uno de los problemas más importantes es la convergencia real, es decir el PIB per cápita que actualmente representa un 55% del promedio del PIB de los 28 países miembros de la Unión Europea. “La convergencia real de Rumanía alcanzará en 2018 casi un 65%. Sin embargo, es posible que en 2020 el PIB per cápita ascienda al 71% del promedio europeo, según anticipaba el antiguo Ejecutivo. Los representantes del Banco Nacional de Rumanía advierten, sin embargo, que nuestro país no parece estar preparado para adherirse a la eurozona en 2019, mientras que algunos de ellos incluso consideran que 2022 sería una fecha razonable. Por lo general, se cree que los factores de decisión política son los responsables de esta situación, dado que además de los compromisos verbales hasta ahora no han logrado establecer una hoja de ruta para la adopción de las reformas necesarias. El Gobernador del Banco Nacional de Rumanía, Mugur Isărescu, ha señalado lo siguiente:
El objetivo 2019 ya no es razonable porque en junio de 2016 deberíamos entrar en el Mecanismo de Cambio y los preparativos para entrar en esta antecámara de la eurozona son complicados. Quienes conocen la técnica de la entrada en el Mecanismo Europeo de Cambio se dan cuenta de que, prácticamente, eso ya no es posible ahora. Aunque haya voluntad política, yo diría que eso es poco probable, que en realidad es imposible.
Mugur Isărescu ha añadido también que hace falta elaborar una hoja de ruta que sea debatida y adoptada por todos los partidos, así como por la sociedad civil. En efecto, ésta es también la conclusión de un informe redactado recientemente por el Centro Rumano de Políticas Europeas, según el cual el proceso de adhesión a la eurozona debería basarse en una estrategia clara y concreta. Ruxandra Popescu, investigadora del Centro y coautora del mencionado estudio aclara:
Al principio debemos realizar un plan. Además, tenemos que hacer estudios e investigaciones de impacto y previsión para ver cuáles son las vulnerabilidades y las oportunidades de Rumanía. El paso siguiente sería la creación de un mecanismo de coordinación del proceso de adopción del euro. ¿Por qué es importante que haya semejante mecanismo? Porque sería responsable del plan de acción que será elaborado por los más importantes actores a nivel nacional. Es esencial que dicho organismo comunique y represente en unanimidad la posición de Rumanía, para llevar a la práctica este plan de acción. Nuestra propuesta es que la fecha de la adhesión se establezca tras las consultas celebradas, en base a las investigaciones y a los estudios realizados, y partiendo de una estrategia de comunicación.
Una nueva fecha oficial para la entrada en la eurozona debe ser creible y justamente por eso es necesario elaborar un calendario claro de las medidas concretas que deberán adoptarse, según afirma el presidente del Consejo Fiscal, Ionuţ Dumitru:
Cualquier fecha anunciada en este momento, sea 2021, 2025 o 2030 no tiene credibilidad si no está acompañada por un programa muy serio, con plazos muy claros, en el que se mencione quién debe hacer algo y cuándo, y claro está, la situación debe estar muy bien monitorizada. Un objetivo poco realista puede generar situaciones que posteriormente pueden perjudicar la economía. Si recuerdan, la fecha inicial de la adopción del euro en Rumanía, en 2015, fue un objetivo muy ambicioso y por eso gran parte de la población contrató créditos en divisas, creyendo que dentro de poco íbamos a pasar al euro y entonces ya no corría riesgo.
Sin embargo, el consejero presidencial, Leonard Orban, también ex comisario europeo, advierte que a medida que pasa el tiempo, las cosas se complican cada vez más porque la Unión Monetaria endurece los criterios de adhesión:
Mi mensaje para los factores políticos de decisión sería que ya no tenemos tiempo. Lo más probable, es que a partir del 2018 se tomarán decisiones que harán cada vez más difícil la adhesión a la eurozona. Es esencial que Rumanía forme parte del núcleo de la Unión Europea.
Si Rumanía se queda fuera de la eurozona, corre el riesgo de ser un país marginal desde el punto de vista decisional, afirma también el consejero presidencial Leonard Orban.