En la política rumana, es mejor ser adversario de Liviu Dragnea que primer ministro con su bendición. Así se burlaban los comentaristas después de que, por tercera vez en un año, el líder socialdemócrata nombrara a la persona equivocada para el Ejecutivo.
Novedad histórica en Sofía: aceptada en las estructuras comunitarias en 2007, Bulgaria ha asumido después de 11 años la presidencia rotativa del Consejo de la Unión Europea para el primer semestre del 2017.
Un desagradable escándalo de pedofilia salpica no solo a la Policía, sino a todo el Ministerio del Interior de Rumanía, alimentando las polémicas en la escena política.
La prensa rumana está bastante decepcionada: el PSD, partido principal de la coalición del Gobierno, aún no ha empezado a saldar sus cuentas.
Las leyes de la Justicia ocupan, nuevamente, la primera plana de los debates públicos de Rumanía.
Una vez promulgadas por el presidente, Klaus Iohannis, la ley del presupuesto de estado de Rumanía y la ley del presupuesto de los seguros sociales de estado para el año 2018, han entrado, prácticamente en vigor.
En Rumanía han comenzado los preparativos para el luto nacional decretado tras el fallecimiento del antiguo soberano, Miguel I.
En Bucarest han continuado las ceremonias solemnes dedicadas a la memoria del último rey de Rumanía, Miguel I, que falleció la semana pasada a los 96 años.
A pesar de que la muerte del último rey rumano, Miguel I, se ha recibido con gran tristeza, el poder de izquierda y la oposición de derecha no han conseguido alcanzar una tregua política.
Rumanía ha registrado en el tercer trimestre de este año el mayor aumento del PIB de los 28 Estados miembros.
Este martes ha fallecido a los 96 años, después de un largo y duro sufrimiento, el último rey de Rumanía, Miguel I.
La modificación de las leyes de Justicia lidera de nuevo los debates públicos en Bucarest.
Con la adquisición de unos sistemas nuevos de misiles estadounidenses, la cooperación militar entre Bucarest y Washington ha recibido nuevos impulsos.
El Gobierno de Rumanía reacciona con medidas concretas ante las previsiones de la nueva ley de educación ucraniana que limita drásticamente el acceso a la enseñanza en el idioma materno para la numerosa comunidad rumana del país vecino.
El Gobierno de Rumanía tendrá que enfrentarse a una moción de censura.