El final de la Primera Guerra Mundial, lejos de calmar los ánimos caldeados que la habían desencadenado, alimentó nuevas rabias y obsesiones, y las soluciones extremas se consideraron las más adecuadas.
Rumanía entró en la Segunda Guerra Mundial el 22 de junio de 1941 cuando, junto con Alemania, lanzó operaciones militares contra la Unión Soviética. Pero hay que decir que la Unión Soviética había sido el Estado agresor.
Una zona escasamente poblada desde siempre, pero muy fértil desde el punto de vista agrícola, Bărăgan fue un lugar elegido por el régimen comunista para castigar a unas 40 000 personas a las que consideraba enemigos de clase.
En los regímenes de los partidos comunistas en los países de Europa Central y Oriental, toda la prensa giraba en torno a la ideología.
El 27 de marzo de 1918, Besarabia o Moldavia Oriental entre los ríos Prut y Dniéster se unió a Rumania tras haber sido anexionada por Rusia en 1812 tras la guerra ruso-otomana. Así, después de más de 100 años, se reparó un robo territorial que había separado a Besarabia de su tradición estatal.
Entrevista al general Neagu Cosma para obtener detalles sobre el plan de defensa nacional del régimen comunista rumano, conocido como Plan Z.
Desde el punto de vista de Rumanía, la Entente de los Balcanes formaba parte de un sistema de alianzas diseñado para defender sus fronteras desde los cuatro puntos cardinales, norte, este, sur y oeste.
Las empresas mixtas rumano-soviéticas “Sovrom fueron creadas inmediatamente después de la ocupación de Rumanía por el Ejército Rojo a finales de la Segunda Guerra Mundial.