La iglesia del Monasterio de Voroneț, apodada así por el fresco "Juicio Final", pintado con el famoso pigmento "Azul Voroneț", fue declarada monumento histórico en 1918 y en 1933 fue incluida en el Patrimonio Cultural de la Humanidad de la UNESCO.
En Rumanía, en el mes de marzo, la celebración del Martisor es una de las tradiciones más bellas y antiguas.