El Gobierno de Rumanía ha decidido aumentar la cuantía de las ayudas a la compra de coches eléctricos, tras reducirlas a la mitad el año pasado, lo que provocó una grave contracción del mercado automovilístico rumano.
Los fabricantes de automóviles de Rumanía abogan por un programa «Rabla» único de cinco años de duración.