Hace mucho tiempo que los jóvenes se atan a la muñeca un hilo trenzado rojo y blanco en señal de amor.
La primavera está por llegar y la primera fiesta tradicional rumana que celebra la llegada de la primavera se llama mărțișor y se festeja cada primero de marzo.
Una serie de actos dedicados al Día del Mărțișor se celebra estos días en Rumanía y en el extranjero