En esta ocasión, vamos a sumergirnos en un tema muy especial para los rumanos: los símbolos nacionales de Rumanía, centrándonos en los elementos que representan la unidad y el espíritu de la nación rumana: la bandera, el escudo y el himno nacional. Pero antes de adentrarnos en estos símbolos, es importante recordar el contexto histórico que les da tanto significado.
La Revolución Comunista de Rumanía de 1989, un levantamiento popular que acabó con la dictadura de Nicolae Ceaușescu, el último líder comunista que cayó en la ola de transformaciones que recorrieron el bloque soviético.
Conmemoración en Rumanía de las víctimas de la Revolución de diciembre de 1989.
Lo más destacado de la semana del 14 al 21 de diciembre.
El final de la Primera Guerra Mundial, lejos de calmar los ánimos caldeados que la habían desencadenado, alimentó nuevas rabias y obsesiones, y las soluciones extremas se consideraron las más adecuadas.
«Es nuestro deber mantener viva la memoria de las víctimas de la guerra y de los perseguidos por su fe», declaró en Berlín el presidente rumano, Klaus Iohannis
Los ciudadanos moldavos votaron el 20 de octubre a favor de modificar la Constitución del país para apoyar su adhesión a la UE y enviaron en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales a Maia Sandu, la actual presidenta prooccidental.
A los regímenes políticos dictatoriales, autoritarios y antiliberales no les gusta el humor porque es una manifestación de la libertad personal del individuo, de la creatividad del espíritu humano y del estado natural de la sociedad.
Rumanía da un paso más contra la esclavitud y la trata de seres humanos.
Uno de los símbolos más fuertes de la retórica comunista fue el pan. El régimen comunista asumió la ambición de ser el defensor de aquellos que sufrían de hambre, es decir de los explotados, y proclamaba su sabiduría